Que le quiten lo bailado. Que no es poco. El ambientazo que se ha formado en las inmediaciones del campo Municipal de Barbastro ha contagiado a los jugadores locales que, lejos de amilanarse ante uno de los mejores equipos del mundo, se ha crecido una vez se han deshecho de los nervios lógicos iniciales.
Desde el recibimiento de los autobuses a eso de las 19:00h hasta el pitido final donde los aplausos han resonado en toda la comarca del Somontano. Porque Barbastro, este domingo, ha respirado únicamente fútbol. Bueno, y durante el último mes prácticamente. Porque desde que en el sorteo tocó el Barcelona, en la ciudad no se ha hablado de otra cosa. Sin duda, ha sido el tema estrella de las sobremesas de estas pasadas Navidades.
Seis mil personas han arropado a los chicos de Dani Martínez en el estadio remodelado para la ocasión y unas 2.000 de estas no han querido perderse el recibimiento de los autobuses para formar parte de la historia. Bengalas, cánticos dedicados y mucha ilusión. Del “que sí, joder, que va a suceder” a “Xavi, ¿cómo está el césped?”, en tono de broma. Esos han sido algunos de los cánticos preferidos por la afición rojiblanca, que ha alargado la previa ya desde por la mañana.
Andrés Masgrau, fiel aficionado del club, ha sido uno de los encargados de liderar la colocación de las banderas que han mostrado el mosaico a la salida de los jugadores al campo. Desde bien temprano, a primera hora de la mañana, se han colocado las cartulinas en cada uno de los asientos del fondo norte que han dado el colorido rojiblanco. “Teníamos miedo por el viento que hacía esta mañana, pero finalmente creo que ha quedado bien. Me han pasado alguna foto desde la televisión y se ha visto bien”, comentaba.
La tarde-noche sólo tuvo dos invitados no deseados: el frío y una ligera brisa. Por eso los guantes, los gorros y las bufandas conmemorativas del partido no han faltado en El Municipal. A algunos incluso les ha sobrado todo este abrigo porque entre bebida y cántico los calores afloraban poco a poco.
Los amigos de Gonpi se han dejado escuchar y mucho en la previa del choque. Un buen grupo de unas 20 personas han querido arropar al jugador catalán y es que, pese a que Marc es del Barça de toda la vida, ha confesado a EL DIARIO DE HUESCA que este domingo iba “a muerte” con el Barbastro. “Hoy hacemos la excepción”, aseguraba.
Iván Plaza sabe lo que es mamar de la cantera barbastrense. El guardameta pasó por las categorías del fútbol base, logró el ascenso a Tercera División, y hoy ha visto desde las gradas cómo su equipo le competía de tú a tú al Barcelona. “Es un día histórico para el pueblo. Hay tensión y nervios, pero va a ser un día bonito”, comentaba. Se acordaba de los peores momentos del club, cuando estuvo muy cerca de la desaparición, por lo que ahora ver esto “impacta”.
Sergio Cuenca, fiel seguidor del Barbastro desde bien pequeño, ha recordado también los malos momentos cuando apenas eran 100 aficionados en El Municipal para ver un partido de fútbol. Pero este domingo era día de disfrutar, porque se había llegado hasta ahí después de mucho sufrimiento.
La organización, según ha confirmado a la finalización del encuentro su presidente, Rafa Torres, ha salido a pedir de boca. No se ha producido ningún incidente reseñable, por lo que la fiesta ha sido redonda. Una noche para recordar siempre.