“Soy montañero, hijo de montañés y amante de la naturaleza salvaje”. Así se ha descrito Sergi Ricart tras presentar la magnífica y multipremiada película “El río de los siete nombres” que ha sido proyectada este martes en las Jornadas de San Úrbez que Peña Guara ofrece esta semana en el Teatro Olimpia.
La película recorre los casi 5.000 kilómetros del río Mekong durante un año y que discurre por seis países desde las cumbres y glaciares del Himalaya hasta su desembocadura en Vietnam.
Ricart realizó en solitario, entre 2011 y 2012, el trayecto si bien no pudo iniciarlo en el punto de su nacimiento, la Fuente de Lasagongma, descubierta en 1993 en una zona muy remota. Esa fue la espina que le quedó clavada cuando completó el trayecto y para quitársela regresó de nuevo un año más tarde, en 2013, para buscar el punto de partida, esta vez acompañado por tres amigos (Josico, Dani y Mari Paz), con los que se hizo el bautismo con ese agua escondida debajo de una capa helada.
El montaje de la película lo inició en 2017 y lo finalizó el año pasado, 2022. Un lustro nada menos para estrenarla en Villanúa el 22 de julio. Sus setenta minutos de duración bien han merecido la ovación del numeroso público asistente a la proyección y no es de extrañar que haya sido aplaudida y galardonada en cuantos festivales ha sido presentada.
El proceso creativo es fascinante. El propio Ricart, ante una de las preguntas en el coloquio posterior a la proyección, sobre cómo había hecho para hacer en solitario el documental, ha confesado que “si el Mekong tiene 5.000 kilómetros, yo debí hacer 20.000”. Idas y venidas, trípode arriba y abajo para captar imágenes de cerca y de lejos en las que aparecía él…
Con 45-50 kilos de peso cuando iba caminando y más aliviado en el momento que cogía una bicicleta que se compró sobre la marcha. Un viaje que ha hecho también en camioneta o en alguna de las lanchas que surcaban esa combinación de aguas calmadas y bravas del Mekong, según el lugar y el momento.
El presidente de Peña Guara, Manolo Bara, ha glosado la figura de Sergi Ricart, residente en el valle de Boi Taull, ingeniero técnico forestal. profesor de la Escuela de Alta Montaña de Pobla de Segur, guía de montaña, fotógrafo y escritor. “Una vinculación deportiva y cultural que nos lleva a una persona que hace un gran esfuerzo en documentarse para contar las hazañas que realiza”, ha comentado el dirigente del club.
Ricart ha calificado de “atípica” la historia que vivió hace ya una década. “La camiseta sí que la sudo, pero no me considero deportista”, ha comentado. Aunque viendo luego la película hay que poner en solfa tal aseveración si tenemos en cuenta su capacidad para escalar, subir montañas vírgenes de más de cinco mil metros en esa idílica estampa de ochomiles del Himalaya, utilizar los piolets e ir con la cámara y el trípode de un lado a otro para captar unas imágenes bellísimas.
“Soy viajero, me gusta la naturaleza salvaje y capturar la esencia de lo que vivo y veo por el mundo”, ha indicado en la exposición previa al visionado de una película que ha calificado de “romanticona”, si bien “es un romance especial, con un río. No es la primera vez que me lío con el río. He tenido el placer de hacer varios viajes y vincularlos al río. La película es la experiencia que vivo al recorrer durante un año el río Mekong. Siempre he pensado que cuando uno está al lado de un río, uno está salvado. Ya pueden pasar muchas cosas, pero al lado tienes agua, un curso que está vivo, ves nacer el río y utilizando una metáfora muy certera y muy real de la vida misma, el curso de la vida del río es igual a nuestra propia vida. Y uno va descubriendo las diferentes etapas del río, las distintas percepciones, la gente que lo habita… ese es el concepto del documental y de ahí el nombre. Lo que vemos es que conforme el río avanza y crece, porque va adoptando nuevos afluentes, y en los diferentes pueblos ves una percepción diferente de la vida y ves también cómo cambia el río”.
Agua y más agua, costumbres ancestrales, cultura y religión, fauna, vegetación… esa naturaleza salvaje cuidada al mínimo detalle y llevada con sencillez de medios pero con una meticulosidad extrema a su máxima expresión por la capacidad creativa del aventurero. “El valor de hacer cada día lo que me apetece, ese es el objetivo”, ha afirmado Ricart tras cerrar ese círculo con esa gota que nace en el río y que alcanza el mar.
LOS HERMANOS POU, A ESCENA
Este jueves se proyecta "Hielo y roca en la Cordillera Blanca". Los hermanos Iker y Eneko Pou se acercan a la Cordillera Blanca con un objetivo principal: Escalar la inédita cara noroeste del Ranrapalca de 6.164 m. En esta conferencia cuentan cómo afrontan este reto y cómo interactúan con la cultura peruana y sus gentes. A partir de las 20:15 en el Olimpia.