Las chicas al barro, los chicos al césped: la costumbre en la Ciudad Deportiva de Huesca

El complejo sistema de designación condena en un altísimo porcentaje a los equipos femeninos a jugar en los peores campos

15 de Enero de 2023
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Las normas consuetudinarias, esto es, las que ya funcionan por costumbre, se pueden eternizar (léase la Constitución inglesa) o se pueden-deben cambiar en el caso de que sea conveniente adaptarlas a los tiempos y a las realidades para que pierdan la caspa y aparezcan rejuvenecidas. Es lo que sucede con los partidos de fútbol base que se disputan cada fin de semana en la Ciudad Deportiva, donde es común ver a los chicos en los campos de hierba y las chicas en los de tierra. Una discriminación de facto proviene del procedimiento de designación de unos terrenos que por otro lado son insuficientes para acoger sobre el césped toda la programación. Pero la realidad, al final, es que de manera prácticamente unánime la competición masculina se desplaza sobre el verde y la femenina sobre el marrón que, cuando llueve, es barro.

barro
Jugadoras sobre la tierra en algunos lugares con barro.

El hábito de que tengan prioridad los partidos disputados por dos equipos de Huesca favorece las Ligas benjamines y alevines, principalmente locales, y desplaza a la tierra a las chicas, en competiciones regionales. Sin embargo, este fin de semana se enfrentaban el Huesca A y el Huesca B de categoría Infantil-Cadete, por lo que cambiaba la dinámica. O debiera. El "comité" de designación ha determinado una rotación entre equipos benjamines y alevines como regla imperante, y en tal rotación no se hallan los infantiles y cadetes. Tal y como señalan los airados padres de jugadoras, "el equipo benjamín-alevín del Huesca femenino nunca tendrá prioridad para jugar en hierba porque no hay ningún otro equipo local en su liga. Y los equipos infantil-cadete femeninos del Huesca solo podrían tener prioridad para jugar en hierba si jugaran entre ellas (como hoy), pero entonces deberían entrar en la rotación, rotación en la cual no pueden entrar porque no son benjamines ni alevines".

Cuando una situación se repite sistemáticamente, no existe la casualidad (sería fruto del azar, por ejemplo, de hacer sorteos, que quizás sería una fórmula más saludable), sino causalidad. Y las causas son un método inadecuado para concebir la igualdad (entre chicas y chicos, pero también incluso en otros parámetros como las edades) y también, por qué no sostenerlo, la insuficiencia de instalaciones para la disputa de todo el fútbol de base de Huesca.

No estaría de más que, sobre la mesa de designaciones, se estableciera un debate sano, partiendo de cero, sin prejuicio alguno, para subsanar esta situación. Seguro que entre los órganos decisorios hay mentes sobradamente lúcidas para evitar que las chicas y sus familias sientan una discriminación que puede -seguro- no ser malintencionada, pero existe. Y las soluciones están para los problemas.

hierba
Esto es otra cosa. Buen césped

 

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