Chicho Barreda, corazón tricentenario con latido celeste

El capitán, que cumplió el pasado domingo 300 partidos con el CD Binéfar, destaca "el cariño de la directiva y la afición"

Adrián Mora
Periodista
10 de Marzo de 2023
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Chicho Barreda porta el brazalete de capitán en un partido con el CD Binéfar.
Chicho Barreda porta el brazalete de capitán en un partido con el CD Binéfar.

Trescientos partidos dan para mucho. Chicho Barreda, capitán del CD Binéfar, cumplió el pasado domingo una cifra redonda defendiendo la camiseta celeste. No hay un gol o una tarde en concreto que haya quedado grabada a fuego en su mente, sino que por encima de todo destaca el "cariño de la directiva y la afición".

Y es que no hay nada como celebrar un gol con el equipo de tu pueblo, en tu campo y ante tu gente. Esa maravillosa sensación indescriptible y que sólo se puede vivir vestido de corto, in situ. "Desde que era pequeño ya soñaba con jugar en el primer equipo del Binéfar. Cuando te das cuenta de que no vas a vivir de esto, sueñas con jugar en el equipo de tu casa. No me hubiera imaginado nunca llegar a esta cifra", asevera el jugador.

Ya son 10 temporadas vistiendo de celeste, y es que debutó siendo juvenil de primer año disputando un par de partidos en Regional Preferente. En su segundo año como juvenil, ya en Tercera, tuvo la suerte de hacer playoff e ir convocado, aunque no participó. "Vivi la experiencia, después marché dos años pero luego volví. Y desde entonces estoy aquí".

Recuerda con cariño aquellos años de su equipo en Segunda B, cuando el Binéfar era uno de los grandes referentes del fútbol aragonés. "Me pilló muy joven, pero recuerdo ir al Segalar y el ambiente que se respiraba allí. Eso no se vivía en todos los campos. Tuve la suerte de coger esa afición por el fútbol por los partidos en El Segalar".

Recaló de nuevo en las filas del Binéfar tras jugar en el Tamarite. "Vine aquí y ascendimos a Tercera. Fue el primer año de la nueva directiva y el equipo estaba prácticamente en ruina", subraya. Ha podido disfrutar de un playoff a Segunda RFEF en El Alcoraz ante el Huesca B. "Jugar en ese campazo con el equipo de tu pueblo...".

A sus 29 años, el atacante ya se ha apuntado 79 goles en su cuenta particular. "Me quedo con los que meto en los derbis contra el Monzón y Tamarite, porque siempre tienes algo más de emoción. Pero me quedo con todos, son bonitos. Binéfar es un pueblo pequeño relativamente y la gente que está en la grada le hace ilusión que metas gol. Están mis padres, mi pareja, y también te parece mejor".

Destaca a dos entrenadores por encima de todos los que ha tenido. Josan Bailac y Mario Gibanel, dos hombres de la casa, que llegaron en un año "donde la situación era mala. Entendían el fútbol como yo y si tuviera que elegir, me quedaría con ellos".

No está siendo la mejor temporada en Tercera a nivel colectivo, por ahora. Pero la tendencia del equipo de David Giménez es ascendente después de una primera vuelta "que nos condenó: tuvimos mala suerte en forma de resultados y lesiones. La pelota no entraba y nos metimos en un bucle del que fue difícil salir. Ahora tenemos más confianza y estamos mucho mejor".

A nivel mental, confiesa, costó levantar el ánimo. El equipo venía de hacer dos playoff consecutivos pero recuerda que el Binéfar "tampoco tiene tantas posibilidades como equipos de Zaragoza en cuanto a jugadores. Lo normal era no hacer el playoff, pero creas esas expectativas de estar arriba. Y eso te condiciona".

El Binéfar visita este domingo el Papa Luna de Illueca, un campo siempre complicado. "Lo tenemos a siete puntos y es un partido clave para ver dónde podemos llegar. El playoff lo vemos muy lejos, pero ahora nos centramos en conseguir un par de victorias para la salvación". El partido 301 tendrá que esperar por sanción. Que llegue acompañado de una victoria.

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