Los altoaragoneses que en las últimas cuatro décadas han participado en las diferentes ediciones de la prestigiosa París-Brest-París mantuvieron un encuentro este domingo en Jaca. Fueron 22 los ciclistas que se reencontraron, entre ellas las dos mujeres que han estado en la mítica cicloturista francesa, Carmen Pérez Fajardo y Silvia Ferrer. Esta última ha sido la única fémina de la provincia y también primera aragonesa que ha logrado completar -lo hizo este pasado verano- los 1.230 kilómetros en menos tiempo del fijado por la organización.
El punto de reunión fue en el Museo Ciclista del Pirineo, donde José María Pérez tiene verdaderas joyas recopiladas de numerosos años de actividad. También los participantes que fueron a “cantar las 40” aportaron algunos de sus tesoros particulares para esta excepcional jornada.
El encuentro lo promovieron Eduardo Navarro, Sigfedo Arrieta y Miguel Ramón Cored. Los dos primeros fueron los pioneros entre los ciclistas altoaragoneses por vivir esta aventura que se celebra cada cuatro años. Fue en 1983 y tanto Navarro -entonces presidente del Club Ciclista Oscense- como Arrieta -secretario de la entidad en aquella época- hicieron las brevets clasificatorias tras ser animados por un amigo de San Sebastián, José Luis García, para que las hicieran tanto en la capital donostiarra como en Barcelona.
Finalmente, y por motivos profesionales, Eduardo Navarro no pudo participar en aquella edición del 83 y sí lo hizo Sigfredo Arrieta, que fue el primer cicloturista altoaragonés en realizarla. “Para mí es lo más”, dijo hace unos meses a EL DIARIO DE HUESCA con emoción y nostalgia, quien recordaba la prueba “con cariño, es una experiencia totalmente diferente y muy positiva”. "Pude ir a la París-Brest-París gracias a Eduardo (Navarro), que se quedó conmigo en el último Brevet, realizamos solos 550 kilómetros. Una parte de la París-Brest-París del 83 es de él", apostilla Sigredo.
Por motivos personales Arrieta no pudo acudir a la cita del domingo en Jaca, si bien ha estado muy involucrado en la organización. También excusaron su ausencia Esteban Navarro, originario de la localidad de Fago, y el serrablés Emiliano Fuentes, ambos por sendas lesiones.
Eduardo Navarro la realizó años más tarde, en dos ocasiones, en 1995 y 1999. Y Miguel Ramón Cored ha sido “lo más”. Desde su primera participación en 1987 (entonces como presidente del Club Ciclista Oscense) ha sido el único altoaragonés que ha completado las diez ediciones que se han celebrado. Es uno de los privilegiados que ya se encuentra en el Top-10 de la centenaria cicloturista.
La visita al Museo Ciclista del Pirineo fue como “un paseo por las nubes” que dejó a todos los asistentes embelesados con el espectáculo. Carteles, bicicletas, maillots, medallas, revistas, recortes de prensa y un largo etcétera en el que también se incluyeron recuerdos, vivencias y un rico anecdotario.
Eduardo Navarro, con los datos aportados por Sigfredo Arrieta y Miguel Ramón Cored, unidos a los que tenía él, elaboró un completo dossier en el que aparece detallada la historia de la París-Brest-París y su vinculación al Alto Aragón, junto con las participaciones de los ciclistas de la provincia. También llevó el maillot elaborado de forma especial en el año 1999 para los participantes altoaragoneses.
Tras la comida de hermandad, los cicloturistas se fueron a la sede del Club Ciclista Mayencos, donde tuvo lugar un curioso concurso de relatos. Se presentaron diez y un jurado elegido al azar y compuesto por cinco miembros fue el que otorgó las puntuaciones. La mayor, y por tanto el premio de la cesta de Navidad que había en juego, fue para Eduardo Navarro.
“Lo pasamos muy bien”, coinciden Navarro y Cored, “nos hizo mucha ilusión reencontrarnos con tanta gente, en muchos casos desde hace bastantes años. Ciclistas de Jaca, Sabiñánigo, Barbastro y otros puntos de la provincia. Fue emotivo e ilusionante”.
Así que cuando se cerró la jornada, y en el momento de la despedida, todos convinieron en que apostar por una nueva reunión dentro de cuatro años, cuando se celebre una nueva edición de la París-Brest-París, en 2027. Porque seguro que para entonces la nómina de ciclistas de la provincia será más amplia. De momento, este año pinta de transición con dos brevets de 200 kilómetros programadas, la Hoya de Huesca y la Cuna Ciclista.
En documentos adjuntos se puede consultar el dossier completo sobre los altoaragoneses en los últimos 40 años de la París-Brest-París, así como el relato de Eduardo Navarro, ganador del concurso de redacción que se realizó en Jaca durante este encuentro.