El Club Atletismo Barbastro cuenta ya con junta directiva, tras ser ratificada de forma unánime por los socios que acudieron este viernes a la Asamblea de la entidad. Una importante participación, en la que se incluyó también la presencia del alcalde y ex presidente del club, Fernando Torres.
Era el primer paso que había que dar para exponer la cruda realidad financiera que vive el club en estos momentos. La Junta Gestora que se formó a raíz de la dimisión de Juan Diego Garzón como presidente pasó a quedar constituída como Junta Directiva. Jesús Lacoma es el nuevo presidente y cuenta con un equipo en el que Mariano Pardina es el secretario, Mariano Martín el tesorero y Nabil Abda y Luis Meler los vocales. Se abre la posibilidad de incorporar más efectivos en fechas próximas.
A nivel deportivo, se puso de manifiesto la buena salud de la que goza el club, con más de 70 alumnos en la Escuela y 50 fichas federadas. Y jóvenes atletas como Julia Lacoma, que a sus 15 años acude este fin de semana con Intec-Zoiti a la final de ascenso de Segunda División por la condición de filial y estará en el Campeonato de España Sub-16 (al que puede sumarse el lanzador Marcos Ruiz) o Carmen Torres, que este mismo finde semana está en el Campeonato de España Sub-14 en León.
También a nivel económico, la Escuela -que llevaba una economía independiente de la del resto del club- está saneada y presenta un fondo de 7.000 euros. “Aquí las cuentas son sencillas porque están plenamente justificados los ingresos de las cuotas y los pagos a monitores y entrenadores y a la gestoría”, explica Jesús Lacoma.
Y es el llamado “resto del club” lo que podría definirse como el “agujero negro” con el que se cuestiona la gestión del dimitido presidente Juan Diego Garzón. Los nuevos dirigentes expusieron lo que se habían encontrado. En este año de 2023, y hasta la dimisión de Garzón, se habían apreciado 2.854 euros de movimientos en tarjetas bancarias, con retirada de cantidades en efectivo o con pagos en Amazon, plataformas de streaming, Disney Plus, Movistar, Mercadona… incluso un pago de mil euros en una transferencia a un taller Toyota.
En el pasado año 2022, los movimientos en tarjetas de débito en cajero o en efectivo ascienden a 25.338 euros. Compras por internet, tiendas, gasolineras, restaurantes, supermercados e incluso plataformas de Netflix y HBO.
Y en 2021, tras la dimisión del tesorero -momento en que, según se aprecia, se desboca la gestión económica-, aparecen 4.474 euros sin justificar.
También se ha detectado que el local social del club estuvo alquilado desde mayo de 2022 a abril de 2023 a una asociación de la que el anterior presidente era socio, actuación sin que fuese consultada a la Asamblea de socios como marcan los estatutos. Por ese alquiler, Juan Diego Garzón cobraba 100 euros en mano, que luego serían 150, sin dejar constancia de la entrada de esos ingresos en las cuentas bancarias. Desde el mes de marzo sí se constató el ingreso en cuenta y el club ya ha recuperado el local social.
Además, también están pendientes de justificar parte de los ingresos por la organización de la Carrera de la Mujer (el club quiere ponerse en contacto con la Asociación de la lucha contra el cáncer, destinatario de las aportaciones), Aspanoa (carrera de San Silvestre) y empresas de cronometraje como Iter 5 o Fartleck. En el global, se calcula que son más de 20.000 euros los que están pendientes de ser justificados.
Se informó que a Juan Diego Garzón se le requirió por burofax la entrega de la documentación del club (facturas, llaves, claves bancarias e informáticas, etcétera) y también Alberto Pallarés, presidente de la Federación Aragonesa de Atletismo, le reclamó al propio Garzón toda la documentación. Hasta la fecha nadie ha obtenido respuesta ni documentación alguna.
Llegados a este punto, se puso a votación de los socios (tanto los presentes como los que habían delegado su voto) si se concedía a la directiva la potestad de consultar la posibilidad de emprender acciones legales contra Juan Diego Garzón para exigirle que justifique todos los pagos realizados, con las correspondientes facturas. Por unanimidad se aprobó la propuesta “porque la idea es que debe justificar los gastos y que sea él quien asuma la responsabilidad”.
“Está siendo un proceso largo y complicado”, admite Jesús Lacoma, quien también agradece al Ayuntamiento el apoyo que está ofreciendo al club, pendiente de recibir la subvención del año pasado, y que se hará efectiva una vez que la entidad ya cuenta con representación física.
A pesar de todo, la lectura positiva que deja la Asamblea de socios es que la nueva Junta Directiva no arroja la toalla y ha decidido “tirar para adelante”, afirma Lacoma. “El curso que viene habrá Escuela, atletas federados y grupos de atletismo popular”.
Eso sí, de momento queda en suspenso la Media Maratón -este año no se celebrará-, pero se pretende realizar controles y campeonatos en pista, la búsqueda de algún patrocinador “que vuelva a confiar en el club” y también se mantendrá la San Silvestre, pero con un carácter “absolutamente popular y festivo, con un gasto mínimo”. Sobre la mesa, muchas ideas para mantenerse en pie. A la espera, claro, de dar solución al problema económico que deja la gestión de Juan Diego Garzón.
De momento, el club ya ha actuaco con “luz y taquígrafos” a lo que se ha encontrado. No se descarta que haya más “sorpresas” en el “menudeo” de facturas que van llegando. Y se insiste en el paso que se ha dado para que Garzón justifique las facturas o que sea la justicia, con las pertinentes acciones legales, la que decida.