El CME, la nueva generación de La Sala, se adjudicó la XXXV edición de las 36 Horas de fútbol-sala, Torneo Ciudad de Sabiñánigo, todo un clásico de la Semana Santa organizado por Peña La Murga.
La victoria del campeón se hizo esperar puesto que llegó en la prórroga (cinco minutos a reloj parado) y con la misma emoción con la que discurrió la final y antes la semifinal. Tras sortear la liguilla de la fase de grupos y las sucesivas eliminatorias desde octavos y cuartos de final, llegaba el momento de encontrar el camino de la final.
En semifinales, Sallent Samba se imponía de forma holgada a la UD Montañesa (4-1). Y en el otro duelo, CME vencía por 2-3 Real Zanahoria (finalista de las dos últimas ediciones y nuevamente candidato al título). Este partido fue tremendo y el CME tuvo como héroe al portero, Xavier Gracia, que detuvo un penalti y entre él y un balón que dio en el poste y el larguero, para salir escupido fuera, evitaron acudir al desempate por penaltis y llevaron al equipo hacia la gran final por ese ajustado marcador.
Fue la antesala de una gran final, "de las que mejor recuerdo dejan", en palabras de José Antonio Alcoba desde la organización. Porque el choque entre CME y Sallent Samba estuvo a la altura de las mejores expectativas. Tenso e intenso, con alternativas constantes en el marcador y en el juego, con un ritmo trepidante y con emoción a más no poder. Cuando el Sallent parecía tener amarrado el triunfo, a falta de ocho segundos llegó el empate para el CME, que prolongaba el sufrimiento de los protagonistas en la pista y aumentaba la felicidad de los aficionados que abarrotaban las gradas del Pabellón.
Había que ir a los cinco minutos extra, todo un regalo. Y en la prórroga, a falta de menos de dos minutos fue cuando Samper marcó el cuarto y definitivo gol que dio el triunfo a CME. En el arreón final, el Sallent Samba se lanzó en tromba en busca del empate y se estrelló una y otra vez con las intervenciones del meta Chabier Gracia, el héroe de su equipo, que se convirtió en un muro infranqueable y condujo a su equipo al título con ese 4-3 que ya fue inamovible.
El CME se llevó el título y el cheque de 500 euros, el Sallent Samba fue el subcampeón con el premio de 250 euros y el Real Zanahoria fue tercero con un premio de 100 euros. Los siguientes clasificados fueron UD Montañesa (4º), La Lambretta (5º), Casa Comín (6º), Intermitente (7º) y La Tromba (8º).
Marcos Torres (CMI) fue elegido mejor jugador, Chabier Gracia (CMI) se llevó los trofeos al mejor jugador de la final y al mejor portero, y Carlos Urieta (Sallent Samba) el máximo goleador.
El premio del "Gol de oro", con un vale de 500 euros, fue para Marcos Torres (del CME), que marcó de puerta a puerta en un segundo tiro tras ser invitado a lanzarlo por una amiga, que era quien había salido en el sorteo que se efectuó. Una entrega de trofeos que estuvo presidida por la alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández.
Un año más, sobresaliente para el torneo, con dos mil aficionados que han abarrotado el pabellón (grada supletoria incluída), no solo durante la final sino también en la maratoniana jornada del torneo Junior (miércoles y jueves) sino en las 36 Horas con un público entusiasta durante la primera sesión, hasta casi las cuatro de la madrugada.
Desde la organización, José Antonio Alcoba, siempre apoyando el torneo, se mostraba satisfecho. "La final es de las que se recuerdan, por lo ajustado del marcador y las alternativas. Haremos balance definitivo cuando pasen unos días porque siempre se aprende algo más. Pero está claro que el torneo atrae a la gente y es emocionante ver lleno el Pabellón a las tres y media de la madrugada".