El Málaga CF llega a Huesca con la imperiosa necesidad de encadenar victorias. Los de Pablo Guede no han empezado bien esta temporada y es que el balance global es de tres derrotas y tan solo una victoria. La preocupación crece en la Costa del Sol, entre otras cuestiones, por las expectativas que habían generado los fichajes durante el verano. Hasta 13 nuevas caras han llegado al club malagueño y, por el momento, los resultados y el rendimiento están dejando bastante que desear.
Así, parece que no es un mal momento para el Huesca para recibir a ese Málaga. Las sensaciones que transmite su juego, lejos de los resultados, tampoco son buenas. El equipo, a excepción de algunos minutos ante el Mirandés, no acaba de encontrarse cómodo. Ahora mismo, y aunque la clasificación es una mera anécdota, el Málaga ocupa la decimoctava plaza de la clasificación.
Por lo visto hasta ahora, el equipo de Guede desprende un juego interior que no acaba de rubricarse. La plantilla no cuenta con efectivos en los extremos puros. Tan solo Pablo Hervías ocupa esa posición. Aleix Febas o el exazulgrana Álex Gallar están jugando por los costados, aunque sin demasiado éxito, con tendencia clara a ir hacia adentro. Esa falta de respuesta ante sistemas rivales que cierran la puerta interior es algo que está jugando en contra al entrenador.
Rubén Castro o Fran Sol son algunos de los fichajes más destacados de este Málaga. Sin embargo, la sensación es que algunas de estas nuevas incorporaciones no juegan donde mejor pueden rendir. En el caso de Rubén Castro, otro exazulgrana, tiene que recorrer muchos metros hacia atrás para tocar balón, quedándose muy alejado del área contraria.
Como ya le sucediera el curso anterior, el sistema defensivo tampoco está funcionando bien. Son ocho goles encajados en cuatro partidos. En cada uno de ellos ha recibido al menos un tanto. Ante el Albacete, en su último partido, encajó dos en dos minutos. El club intentó reforzarse con la llegada de dos centrales con experiencia como Esteban Burgos y Bustinza, pero de momento no se aprecia una mejora en el eje de la zaga. Guede comenzó la temporada con defensa de cinco atrás. Ahora ha pasado a una especie de 4-4-2 que tampoco le sienta especialmente bien.
En resumidas cuentas, el Málaga llega a El Alcoraz con la necesidad de ganar y su entrenador ya está en entredicho entre la afición. Una derrota en la capital del Alto Aragón no tendría porqué suponer el cese del entrenador, pero sí que podría precipitar este hecho.