Debe sentar incluso muy bien pasear con la camiseta de la Sociedad Deportiva Huesca, en concreto la segunda equipación de la Cruz de San Jorge, por los escenarios más emblemáticos de Nueva York y dejarse impregnar por el contagio de la canción homónima de Frank Sinatra. Ese símbolo de universalidad enardece los corazones y eleva el espíritu.
Es lo que ha pretendido Amadeo Ibarz, presidente de la Peña de la Sociedad Deportiva Huesca en Barcelona, durante las vacaciones que disfruta en la ciudad que nunca duerme. ¿Que visita la desembocadura del Hudson? Pues allí que exhibe la edición especial que la peña realizó con la Cruz de San Jorge, para que la vea desde las alturas la Estatua de la Libertad. ¿Que siente el escalofrío en lo que fueron las Torres Gemelas? Pues sobrepone al cartel del World Trade Campus la zamarra del Huesca. ¿Y si se asoma al vertiginoso y cinematográfico Puente de Brooklyn? Pues otra vez la cruz para recordar que viene un año que todos queremos que transcurra a alta velocidad en la clasificación para los nuestros. ¿Y en la concurrida y relumbrante Time Square? Pues que se entere el mundo de que ahí vamos, sin reblar, sin complejos y con ilusión.
Mientras Amadeo goza de la Gran Manzana, lanza un nexo estrecho entre Nueva York y Huesca con una metáfora: si se piensa en alto, se puede. "Hay que animar la situación y si esto sirve...", viene a decir mientras nos envía las imágenes. Y le contesto con el anuncio sin nombres de que tres que van a ser de la partida con el Cuco Ziganda están llamados a ser grandes revulsivos. Esto es, portadores de ilusión. Y Amadeo aplaude porque, en la Peña de la Sociedad Deportiva Huesca en Barcelona, no renuncian bajo ningún concepto a soñar y luchar. Ni aunque estén situados en lo más alto del mundo. Es lo que tiene ser fieles siempre sin reblar.