La oscense Ariadna Galache tiene solo 16 años y ya desprende un talento inmenso. Su vida gira en torno a la natación, pues desde los cinco años se sumerge en el agua. Doce medallas se trajo en el bolsillo del último Campeonato de Europa disputado en Polonia. Sí, doce. Dos de ellas haciendo récord de España. Antes ya participó en el Mundial Paralímpico, en Portugal.
“Hace cuatro años nos pasamos a la natación adaptada”, explica su madre Virginia. Ariadna tiene una discapacidad con retraso madurativo, pero ello no le ha impedido estudiar en colegios ordinarios. “Nos gusta llamarlo diversidad funcional”.
Empezó a competir en natación adaptada y su progresión está siendo meteórica. Forma parte de un proyecto patrocinado por AXA y el Comité Paralímpico Español. Los afortunados son jóvenes con proyección con vistas a ir a los Juegos Olímpicos de París y Los Ángeles.

Dentro de la natación adaptada existen varias modalidades. Por la vía virtus compiten las personas con autismo, asperger y un abanico de discapacidades psíquicas. En línea IPC, que es el Comité Internacional Paralímpico, es donde compite Ariadna. La pasada primavera consiguió en Italia la mínima para poder ir al Campeonato del Mundo IPC, el más importante antes de ir a unas paralimpiadas. Allí concluyó en octavo puesto, en la modalidad de 100 espalda. “Está muy bien, nosotros nos estamos adaptando a lo que viene y desde la Federación me dicen que tiene margen de mejora y tiene posibilidad de acudir a París”, relata su madre orgullosa.
La última aventura en el agua de esta joven oscense terminó el pasado domingo. Regresó de Polonia donde consiguió, a nivel individual, dos oros con récord de España en 200 y 50 espalda. En 100 metros estilos, una plata. En relevos se colgó siete oros y dos platas. En total fueron doce. Se dice pronto.
Con ilusión y ganas todo se puede. También organización. La ilusión por entrenar bajando a entrenar a Zaragoza. Las ganas por seguir mejorando junto a la Asociación Deportiva Aragua y Stadium Venecia, con los que compite. Pero también organización, pues cuando Virginia, su madre, no puede llevarla hasta Zaragoza, son sus abuelos los que están “en plena disposición para lo que necesite”. Porque son cinco días a la semana, dos horas al día. Significa “un esfuerzo grande para la familia”. Por suerte, la nutrición la controlan desde Huesca, y es que una deportista de alto rendimiento como ella requiere de una guía nutritiva.

Ariadna vive pegada a Adrián Longarón y a Jian Escanilla, unos nadadores zaragozanos. Son uña y carne. El primero compite en el Club Aragua y, el segundo, forma parte del proyecto AXA. A todos les tiene echado el ojo la Federación Española por su buen hacer en el agua. Virginia resalta también su esfuerzo y compromiso por este deporte. “Aquí en Aragón hay muy buenos deportistas de natación adaptada”.