Antes de su primera prueba oficial sentado en el banquillo de la SD Huesca, Cuco Ziganda se ha mostrado sereno y tranquilo. La jornada uno y la temporada se abre con el duelo entre el Levante y el Huesca. Al equipo altoaragonés le toca inaugurar la liga, de la misma manera que hizo hace justo un año. "Respecto a cómo tenemos que estar, creo que estamos bien. Ha habido gente que ha llegado tarde y nos falta un periodo de entrenamiento y ritmo de partidos, así como conocimiento de lo que es el grupo y el equipo. Necesitamos tiempo para conocernos mejor y poder encontrarnos. Respecto a los que venimos trabajando desde el principio de temporada, se ha trabajado muy bien, con muy buen ambiente. Este equipo, en dos o tres meses, sabemos que tiene que ser muchísimo mejor de lo que es ahora", recalca el mister.
Ha incidido en las fortalezas y debilidades de los suyos tras lo visto en pretemporada. La realidad es que al Huesca le ha costado echar el candado a su portería en los encuentros amistosos. "Nos ha costado hacernos fuertes atrás en pretemporada, pero es un objetivo claro", reconoce Cuco. Por contra, en fase ofensiva, "hemos estado muy bien: muy dinámicos, muy atrevidos y verticales. Atrás nos ha costado más. En Segunda y en cualquier otra categoría, se supone que defender es más fácil que atacar. Llega la competición, el juego real y los equipos nos armamos más. Está claro que atrás tenemos que dar un paso importante".
En este sentido, el mister no elude en el deseo de "reforzar la defensa central" aunque, si no llegan, "jugarán los que están porque lo están haciendo un gran espíritu y actitud, y por momentos con gran rendimiento. Están cumpliendo con el nivel que se les exige. Son oportunidades que se les abre y las coge el que primero llega y aprovecha la oportunidad, de eso trata el fútbol y la vida".
El Levante se ha desenvuelto con esquema de cinco atrás durante la mayoría de la pretemporada. "Mañana veremos y los esperamos así. Son buenos jugadores -añade-, independientemente del sistema, son jugadores con muchísimo ritmo y físico. Nos exigirán mucho, tanto en duelos individuales como a la hora de salir nosotros de su presión. Están muy armados, son muy intensos y esperamos un rival muy metido y muy motivado". Pero Ziganda se centra en los suyos y confía "en nuestras fortalezas y tenemos gente suficiente para hacer un buen partido. Vamos a tener que hacer muchas cosas bien. Ellos no sé en qué momento llegan. Mantienen a muchos jugadores del año pasado y eso es una gran ventaja porque se conocen y saben cómo desenvolverse".
Juan Villar y Óscar Sielva han sido los últimos en llegar a la oficina. Ambos han viajado a la primera citación y el mister ha asegurado que "mañana pueden jugar", aunque "no creo que lo hagan de inicio, no lo sé". El amistoso del martes ante el Sabadell, prosigue, "va pensado para ellos, en los que menos han jugado y en los que han llegado más tarde. Para que todos acumulemos carga. Están en disposición de jugar porque han entrenado con sus equipos. No están como uno que lleva toda la pretemporada con nosotros, pero están preparados para jugar". El once inicial todavía hay que rematarlo: "Más o menos lo tengo claro. Tengo una o dos dudas, pero lo demás lo tengo en la cabeza", reconoce.
Por último, en un tono más distendido, e inmersos en plenas fiestas de San Lorenzo, el entrenador habla sobre la concentración en Valencia de la expedición azulgrana: "Los de Huesca se acuerdan mucho de San Lorenzo, pero nos toca estar aquí. El viernes va a ser un gran partido y, en Huesca, además de las fiestas, también tendrán un momento para vernos. Ojalá les podamos dar una alegría a la gente".