Alrededor de setecientas personas han disfrutado este día de Navidad del Belén de Peña Guara en el incomparable marco de las Gorgas de San Julián, en Lierta. Un goteo constante de gente que subía y bajaba para cumplir con la tradicional excursión desde primera hora de la mañana. Incluso cuando ya había concluído la misa había quienes escribían la “posdata” haciendo el trayecto de ida, como ha sido el caso del incombustible vicepresidente y montañero Lorenzo Ortas. “Siempre llega tarde”, ha dicho con ironía el presidente Manolo Bara.
Pero llega, habría que añadir. El “presi” ha sido de los primeros junto con su cuadrilla porque a fin de cuentas le toca cumplir con su papel institucional de estar al mando de Peña Guara y de ponerse en los “fogones” para elaborar el imprescindible salmorrejo. Aunque da la impresión de que esta vez le ha quedado una “espinita” clavada, no por la elaboración -excelente una vez más- sino porque le han faltado adeptos a la causa. “Ha sido un salmorrejo de pin y pon. He llegado a cocinar en una gran paellera para treinta y esta vez lo hemos reducido a una cazuela para seis que casi daba vergüenza enseñarla”, ha comentado Manolo Bara con una amplia sonrisa.
En esta ocasión el acento y la novedad lo ha puesto el sacerdote Rafael Gállego, habitual en la excursión y en la celebración eucarística, que ha recordado en su homilía la figura del obispo Javier Osés, que en el año 92 (en la celebración del 20 aniversario del Belén) acudió por primera vez a las Gorgas y que fue aclamado por los aproximadamente dos mil montañeros que estuvieron presentes en aquella ocasión con los gritos del “¡Torero, torero!”. El cura Gállego ha glosado esa huella que dejó el obispo Osés a su paso por el Belén de Peña Guara.
Y después, el mismo Rafa Gállego ha sorprendido a los aproximadamente 300 fieles que se habían quedado a misa con un gesto que perdurará en el tiempo porque se ha lanzado a cantar el himno de San Úrbez, patrono de Peña Guara. Un momento de gran emoción, que a más de uno ha puesto la carne de gallina y que ha merecido una cerrada ovación por parte de la concurrencia. Memorable e histórico.
Y por supuesto, el reparto de los diez kilos de pastas de la Panadería Santolaria, con el sello de Peña Guara y de Huesca, que han recibido, uno a uno, todas las personas que han acudido a las Gorgas y en ese goteo constante. Nadie se ha ido de vacío.
Ha sido una mañana soleada y calurosa, muy lejos de la niebla que había en la capital oscense. Y abundante gente joven, signo inequívoco de que hay relevo generacional. “Estamos felices de haber podido disfrutar un año más de este día, que no deja de ser un intercambio social. La gente sigue participando en gran número y aquí te ves con personas a las que no ves en todo el año, tan solo en las Gorgas. Aunque vivan en Huesca o sean socios de fuera que no se pierden esta tradición. Y esto es muy emocionante”, ha señalado Manolo Bara.
MÁS DE MEDIO SIGLO
Se han cumplido así 51 años del Belén de las Gorgas de San Julián. Fue el 17 de diciembre de 1972 cuando la FAM, con ocasión de la celebración del cuarenta aniversario del club oscense, encargó a Peña Guara la instalación y organización del Belén Montañero, cifrándose una asistencia en esa jornada de más de 2.000 personas los cuales emplearon para su desplazamiento 16 autobuses y 193 turismos. Desde entonces, y solo interrumpido en el 2020 por la pandemia del Covid, todos los años los socios de Peña Guara y sus simpatizantes se dan cita el día 25 de diciembre para celebrar la navidad.
El primer belén fue confeccionado por los miembros del grupo de espeleología del Club, un conjunto belenístico modelado en escayola, que fue realizado por José Bellosta y Tirso Ramón bajo la dirección de Carlos Goñi. Durante muchos años fue tradición que el obispo de Huesca Javier Osés (aclamado al grito de ¡torero, torero! en su primera comparecencia) se desplazara el día de Navidad para celebrar la misa tradicional montañera y que todavía se sigue realizando el día 25 de diciembre. Este conjunto, dado su deterioro por el paso del tiempo, aguantó 46 años y fue reemplazado en 2018 por un nuevo conjunto de figuras, esta vez confeccionado por Julio Luzán en sus talleres de Tecmolde en Loporzano.
Se parte desde la Urbanización Parque de Guara, en Nueno, y la ruta es bastante accesible para todos por la senda que da acceso al barranco de las Gorgas de San Julián donde está situado el Belén. La ruta completa (ida y vuelta) tiene 8 kilómetros y 250 metros de desnivel, con un tiempo estimado de una hora de ida desde Nueno hasta el Belén y de 50 minutos para la vuelta por el mismo trazado.