El portero del Huesca Dani Jiménez no padece la temida rotura en la cabeza del radio que parecía como el escenario posible y padece una subluxación traumática del codo izquierdo, con lesión parcial de complejos ligamentarios medial y lateral. No habrá quirófano y la recuperación máxima se estima en unos tres meses. Adiós a la temporada, pero a tope para la siguiente.
Así lo reflejan las diferentes pruebas diagnósticas a las que ha sido sometido durante toda la mañana de este lunes en la clínica Maz de Zaragoza, atendido por los doctores José Luis Ávila y Daniel Chaverri, como miembros del equipo de traumatología, dirigido por el doctor José Manuel García Pequerul. El guardameta ha sido acompañado desde Huesca y durante todo el proceso por el doctor Juan Carlos Galindo. El doctor Ávila ya operó del hombro a Javi Pérez y el doctor Chaverri, oscense y azulgrana, a Javi Mier. Dos intervenciones brillantes.
La lesión corresponde a la desgraciada caída frente al Racing de Santander sobre su brazo izquierdo, tras realizar una gran parada, en el minuto 66. Los gestos de visible dolor del guardameta ya hicieron prever la gravedad de la dolencia, como fue corroborado en primera instancia en el Hospital San Jorge de Huesca, a donde fue trasladado inmediatamente, y como ha confirmado el diagnóstico final, tras las pruebas realizadas 48 horas después.
Los servicios médicos del club, con Juan Carlos Galindo a la cabeza, y en estrecha colaboración con el equipo de traumatología de la Maz, han valorado y determinado un tratamiento conservador de la lesión, esto es, no habrá paso por quirófano, aunque la temporada está lógicamente perdida para el meta.