Poco antes de iniciar la conversación, mientras atiende una llamada de teléfono a las afueras de una cafetería céntrica de Huesca le esperan un par de personas que quieren felicitarle por todo lo conseguido. El mercado de fichajes está a la vuelta de la esquina, y su equipo debe reforzarse. El teléfono está que echa humo. Porque Dani Martínez no es sólo un entrenador de fútbol; es un gestor de vestuario, un currante del balón que ha tenido que trabajar duro para llegar donde está. Echa la vista atrás para recordar que, hace apenas tres meses, estaba sin equipo, yendo de campo a campo para analizar jugadores, sistemas de juego o potenciales rivales, mientras esperaba una oportunidad en un banquillo. Esa que le dio el 11 de octubre la UD Barbastro, la que ya considera su casa. Desde que cogió el equipo rojiblanco, ha sumado 18 puntos de 30 posibles en liga.
Pregunta: Llegó a Barbastro en una situación compleja, después de tres derrotas y tres empates, a un equipo que debutaba en Segunda RFEF. ¿Qué le convenció para ir a Barbastro en esa situación?
Respuesta: Se dieron las circunstancias porque ya conocía al club, aunque ahora lo lleven diferentes personas, pero que también conocía. También tengo a jugadores que había entrenado. Fui a un sitio con una plantilla que yo no había confeccionado, con la temporada empezada y creo que era una situación que podía manejar. No era nuevo y no me tenía que adaptar. Me decidí por eso. Viendo la plantilla, se podían hacer mejores cosas de las que se estaban haciendo, pensando en llegar a situación en el mercado de Navidad en la que se pudiera mejorar las carencias.
P-Pero, obviamente, era consciente de que había mimbres para sacarlo adelante.
R-Por supuesto. Además, había estado viendo a otros equipos y al Barbastro mientras estaba en el paro. Sí que me había marcado un objetivo de puntos y así se lo trasladé a la directiva. Ahora mismo hemos llegado a esos puntos y ahora se trata de mejorar los déficits que tengamos para acabar la temporada de la mejor manera.
P-Además, tenía jugadores de confianza (Javito, Jaime Ara, Iván Biarge, Isra…) que ya había tenido en Brea.
R-Sí, sí. Conocer a los jugadores y su posible rendimiento también influyó. Seguí al Barbastro la temporada pasada, los jugadores que habían continuado, conocía a De Mesa, a José Val del Huesca… Se dieron unas circunstancias y aposté por ello. Por ahora, las cosas están saliendo bien.
P-Han pasado algo más de dos meses desde que llegó, pero parece que lleva mucho más tiempo después de todo lo que ha sucedido: salir de puestos de descenso, eliminar a Ponferradina y Almería en Copa...
R-Cuando vienes a un equipo con esta situación tan compleja, son dos meses y 10 días, pero parece que lleve seis meses. Llegué en una situación complicada. Hubo que hacer un trabajo psicológico con los jugadores, aparte de cosas a nivel táctico y estilo de juego. Ha sido muy intenso, pero a su vez gratificante y muy bonito. La consecuencia del trabajo del cuerpo técnico y jugadores se está viendo recompensada en el aspecto que hemos salido de los puestos de descenso. Se está haciendo una cosa histórica para Barbastro con los partidos de Copa, que es enfrentarse al Barcelona.
P-El trabajo defensivo es brutal: llevan 9 porterías a cero en 12 partidos. ¿Cuál es el secreto?
R-Cuanto mejor trabajes a nivel táctico y el equipo vaya en sintonía, mejor irán las cosas. También vas a tener que recorrer menos metros y estarás más descansado a la hora de proponer con balón. A nivel defensivo lo estamos haciendo muy bien y, también, a nivel ofensivo, el equipo se está soltando cada vez más. Ahora mismo, estamos respondiendo muy bien en las dos facetas. Es cierto que generamos ocasiones de gol para poder meter más. Estaría preocupado si no generáramos nada. Ahora mismo, todo es positivo.
P-¿Cómo de importante es saber conocer las limitaciones de uno mismo?
R-A los jugadores se les ha marcado unas pautas. Sobre todo, además de las cosas positivas o sus habilidades a la hora de jugar, tienen que conocer cuáles son nuestras limitaciones individuales. A partir de ahí, es cuando el jugador más va a crecer. Es importante hacérselo entender y eso no significa hacerle de menos. Hay que hacerle entender que no puede hacer según qué cosas porque es un perjuicio para él y para el colectivo.
P-¿Se prevé mucho movimiento en la plantilla este invierno? Porque algún retoque habrá que hacer pese a los últimos buenos resultados. El banquillo del último partido era corto.
R-Llegas a un equipo en el que tú no haces la plantilla, hay cosas que conoces y otras que no. Luego, a nivel de entrenamiento te sorprenden para bien y todos tenemos una capacidades y limitaciones. Sería importante reforzar al equipo, pero no hay que volverse loco porque los jugadores están respondiendo a un nivel muy alto.
P-Hemos visto numerosos cambios desde que llegó: Soule a banda natural, Franki en el lateral izquierdo, una pareja de centrales inamovibles con Mingotes y Ara. ¿Cómo analiza sus situaciones?
R-Franki se ha adaptado muy bien al lateral porque, además, te da un rigor defensivo muy bueno. Ofensivamente tiene una salida bastante limpia. Viendo los partidos antes de llegar, había un déficit ahí y creo que se está adaptando bien. En alguna ocasión meto a Jaime Ara, que ahora está a muy buen nivel. A mí me gusta que Israel juegue en medio campo, pero por circunstancias estaba jugando de central, donde lo ha hecho bien. Soule, en banda derecha, creo que es donde tiene que jugar porque tiene una gran capacidad de trabajo y muy buen centro desde la banda. En izquierda no puede ser tan eficaz como en la derecha. Para nosotros también ha sido muy importante la incorporación de Mingotes, a quien no había entrenado, pero le conozco y nos está dando una jerarquía atrás. Creo que es un líder para la zona defensiva. La recuperación de Adri De Mesa, que para mí es capital y desde mi llegada ha hecho partidos muy buenos, rindiendo a un nivel muy alto.
P-Siempre ha sido un fiel defensor del jugadores altoaragonés y aragonés. ¿Cree que poco a poco se le está dando valor?
R- Sí. Son jugadores de la provincia que creo que pueden rendir a un alto nivel, pero también es verdad que por ser de aquí los conozco más. También personalmente, que para mí es importante que sean buenas personas y siempre estén mirando por el equipo. Hay que darles confianza y oportunidades, y pueden rendir a un nivel alto. A algunos los conozco de mi etapa en la SD Huesca.
P-¿Cuál es el feeling con la directiva?
R-La sintonía es buena. En la primera etapa llegué con Eduardo Puente como presidente, que creo que hizo un milagro. El equipo estaba en ruina, con deuda y ellos, con su gestión económica, sacaron al equipo de esa situación y lograron el ascenso a Tercera. Los dos años que estuve con ellos fueron muy buenos y disputamos una promoción de ascenso. Ahora, en mi vuelta, me he encontrado con una estructura en el ámbito de club mucho más profesional por decirlo de alguna manera. La verdad que tanto con el presidente como con la gente del club hay muy buena sintonía. Yo he llegado para echar una mano a un club que quiero mucho.
P-¿Y con la afición? El verano empezó muy flojo con la campaña de abonados, pero poco a poco se han ido sumando adeptos.
R-Es complicado. La afición de Barbastro la conocemos, pero es verdad que para que venga gente al campo el equipo tiene que dar algo. Creo que ahora mismo el equipo ha dado muchísimo, tanto en liga saliendo de los puestos de descenso como en Copa, donde estamos viviendo un sueño. Espero que esto no quede aquí porque el día 8 se acabarán supuestamente los focos y las cámaras y volveremos a nuestra realidad que es la liga, lo importante. Espero que esto sea un punto de inflexión y que la gente venga más al campo en liga. El primer paso fue después del Almería, porque en el partido de después contra el Náxara hubo 800 personas y eso a nosotros nos alegró muchísimo. El equipo lo notó y salió con un pelín más de ganas.
P-¿Ha tenido que lavar muchas cabezas con esto de la Copa para que los chavales no se descentraran?
R-Muchas veces, la gente no entiende la labor del entrenador. No es sólo en el campo y el entrenador se preocupa por todo el mundo: jugadores, cuerpo técnico, directiva… Creo que el entrenador tiene una responsabilidad muy grande. Ha habido que calmar las emociones, ha habido que hacer un trabajo para ser realistas. Estamos haciendo algo muy bonito que recordaremos durante toda nuestra vida, pero hay que tener calma, ser humilde y vivir las cosas con la mayor prudencia posible. La gente lo está entendiendo.
P-Hay que ver lo que es el fútbol. Hace tres meses estaba sin equipo y ahora está en mitad de un sueño.
R-Mi futuro es mañana. Estoy pendiente del día siguiente. Ahora tenemos que descansar y volver a los entrenamientos el día 28. No veo más allá de esa semana tan difícil de tres partidos porque no puedes pensar en otra cosa. Hay que pensar en lo inmediato porque yo venía de dos temporada en Brea. Por el contexto, en un pueblo pequeño, con el presupuesto más pequeño de la categoría, creo que hice dos buenas temporadas y, por circunstancias, creía que mi etapa en Brea había acabado. Al inicio de temporada me encuentro que no tengo equipo. Es la realidad. En esto del fútbol tan pronto estás sin equipo como que entras en uno y en poco más de dos meses cambia todo. Pienso en lo próximo porque si te relajas en el fútbol, al día siguiente el tropezón puede ser muy gordo. Hay que estar preparado para eso.
P-¿Ha sido abrumador recibir tantas muestras de cariño en estos últimos días?
R-Gusta que te digan cosas buenas, pero no te engaño, muchas veces te abruma todas las muestras de cariño. A mí me gusta estar tranquilo y tener mi espacio. Es cuestión de acostumbrarse, de agradecer, sobre todo. Ante estas cosas, siempre gusta, pero hay que ser sensatos y los entrenadores vamos a picos. Cuando van las cosas mal solo recibo mensajes de dos personas y son las más cercanas.