El derroche de entrega y buen balonmano no le sirve a Bada Huesca para sumar ante el Barça (32-35)

Los altoaragoneses llegaron a empatar el partido en el descanso pero en la segunda mitad no pudieron con el todopoderoso equipo culé

Adrián Mora
Periodista
17 de Febrero de 2023
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Rodrigo Benites, jugador del Bada Huesca, lanza contra Nielsen, portero del Barça. Foto: Andrey Sapizhak
Rodrigo Benites, jugador del Bada Huesca, lanza contra Nielsen, portero del Barça. Foto: Andrey Sapizhak

Ficha técnica

Bada Huesca: Arguillas, Hackbarth (8), Ian Moya (2), Franki (1), Mosquera (4), Ignacio Suárez (4) y Rodrigo Benites (5) -siete titular-, Montoya (3), Carmona, Pere Arnau (1), Gucek (3), Pepe Floris (1) y Ángel Calvo.

Barça: Nielsen, Gonzalo (p.s.), Aleix Gómez (2), Wanne (6), Fábregas, Mem, N’Guessan (2), Pol Valera (2), Dika (6), Janc (1), Siker (1), Makuc (1), Richardson (7), Ludovic (3) y Da Sousa (4).

Parciales: 2-3, 5-6, 10-11, 14-12, 16-16 al descanso. 19-21, 22-24, 23-28, 28-30, 30-32, 32-35.

Árbitros: Miguel Martín Soria y Jesús Álvarez. Excluyeron a Carlsbogard y Hamme por el Barça.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga Plenitude Asobal disputado en el Palacio de los Deportes de Huesca ante una muy buena entrada con más de 2.000 aficionados.

La premisa era disfrutar compitiendo, y el Bada Huesca no lo ha podido hacer mejor este viernes. En un Palacio volcado que ha registrado una gran entrada, el Barça ha tenido que sudar para amarrar la victoria (32-35). Sabiendo que las posibilidades de meterle mano al probablemente mejor equipo del mundo son mínimas, pero con la tremenda ilusión de que el Palacio “sea una fiesta”, tal y como recordaba Nolasco en la previa, había que hacer un partido digno. Para eso era necesario ver competir al equipo, pelear y plantar cara al equipo catalán.

No le ha importado al Barça jugar el miércoles y ganar por la mínima al Celje a domicilio. Casi sin descanso, se ha plantado en el Palacio para hacer lo que mejor sabe hacer. Gana por inercia, y para eso no le hace falta ni siquiera sacar el rodillo.

Y en esas, el equipo de Nolasco ha plantado cara. Una buena primera defensa de los culés ha dado paso a la primera intervención de Arguillas. El Barça mostraba sus fortalezas por dentro, imposible derribar la puerta interior con los gigantones Carlsbogard y N’Guessan. Tan solo en esos primeros minutos ha entrado un rayito de luz por el extremo. Hackbarth ha inaugurado el marcador para los locales y Rodri Benites ha hecho el empate a dos poco después.

Iba soltando los nervios poco a poco el conjunto rojillo. Rodri, desde su campo tras un robo, ha puesto el empate a cinco. Sacaban pecho los altoaragoneses, contagiados de un estupendo ambiente en las gradas. Richardson castigaba con latigazos pero Bada seguía muy metido en el partido porque ha sido capaz de responder siempre, pese algún pequeño error en ataque que han provocado pérdidas.

Una triple parada de Arguillas -la segunda con la cabeza- dejaba el marcador 10-11. Empezaba a aparecer la figura del capitán en un partido especial para él por su pasado en la cantera blaugrana. Montoya volvía a empatar el partido al fin después de tres intentos.

Gucek le ha dado la vuelta al partido con un soberbio lanzamiento y Carlos Ortega tenía que pedir tiempo muerto. Le faltaba garra al Barça. Ha tenido minutos Pepe Floris, después de que Nolasco le brindara en la previa múltiples elogios. Un premio en toda regla para el chaval de la casa al que incluso le ha dado tiempo a anotar. El Palacio, cómo no, se ha venido abajo ante la actuación del oscense. El marcador en el descanso era de empate a 16.

Han empezado algo dormidos los rojos la segunda mitad y eso le ha permitido al Barça coger una ventaja de dos goles que ha agarrado durante los diez primeros minutos. Pero en ningún momento le ha perdido la cara al partido su oponente. Unas veces los destellos en ataque y otras las paradas providenciales de Arguillas mantenían ese mínima renta. Se abría una brecha de cuatro tantos justo antes de llegar al ecuador de la segunda parte (23-27).

En un arreón la diferencia se ha rebajado a dos, con un Palacio completamente volcado con los suyos. Hackbarth, desde los siete metros, ha puesto el 29-32 y Carlos Ortega pedía tiempo muerto. Una vez aquí, la premisa era llegar con vida al final, que la brecha no se hiciera más grande. Montoya ha hecho un buen trabajo en los últimos compases sosteniendo a los gigantes culés, pero ha sido insuficiente porque al Bada se le ha apagado la luz. 

Al final, el Barça ha apretado las tuercas en ataque para impedir que se escapara el agua en defensa. El Bada, por su parte, se ha llevado una calurosa ovación de una afición que ha vuelto a estar de diez.

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