Este 9 de noviembre de 2024 era la fecha marcada por la Sociedad Deportiva Huesca para rendir homenaje al ciclista jaqués Pablo Castrillo, vencedor de dos etapas en la Vuelta a España (Manzaneda y Cuitu Negro). El partido más señalado, el derbi regional, pretendía que todos los aragoneses se sumaran a las proezas del joven deportista que ha escalado definitivamente a la élite con su fichaje por Movistar.
De hecho, Pablo Castrillo compartió palco, invitados por el club, con su hermano Jaime y con el sabiñaniguense Jorge Arcas, que le acoge en el Movistar en el que ya lleva temporadas compitiendo.
Y, sin embargo, el homenaje hubo de ser postergado. Con buen criterio, el Huesca entendió que en unos prolegómenos en los que se iba a homenajear a las víctimas de la dana en las comunidades valenciana y castellano-manchega y, con sus habitantes, a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no era conveniente restar un ápice de protagonismo a un acto tan emocional como fue el minuto de silencio con representantes del Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local en una estampa que resultó impactante junto a los jugadores y el trío arbitral.

Esta prioridad difícilmente discutible hizo que el jaqués, con su hermano y su compañero Arcas, disfrutara del partido tranquila y cómodamente en el palco. Posteriormente, como ha reflejado en sus redes Jorge Pulido, recibió una camiseta del gran capitán firmada, y otra fue para Arcas.