Suma y sigue para el Huesca Juvenil División de Honor de Víctor Izuel, que este sábado volvió a ganar, esta vez a domicilio, en Tarragona, en la visita al Nàstic. Lo hizo por la mínima gracias a un tanto de Santi en la primera mitad.
Sabía Víctor Izuel, el técnico azulgrana, que delante tenía un rival con buen trato de balón que arriesgaba a la hora de salir jugando desde atrás. El Huesca dominó en la primera parte y el rival prácticamente no fue capaz de rebasar la línea del centro del campo. Los altoaragoneses empezaron a carburar y encontraron a Taboada y a Torra en la medular. Además, llegaba a zonas intermedias a través de Ñama y Calvo. Dos o tres faltas laterales y córners pusieron el miedo en el cuerpo a los locales.
En una falta lateral sacada por Taboada, Lizáldez fue capaz de rematar y a punto estuvo de abrir el marcador. El gol estaba cerca. Pasada la media hora de juego, en una gran acción colectiva donde participaron numerosos jugadores azulgrana, Taboada encontró a Torra, quien filtró un pase para que Santi hiciera el 0-1. Antes del descanso, Soria sufrió un esguince de tobillo y tuvo que marcharse del terreno de juego.
En la segunda mitad, el Huesca acusó el bajón y el Nàstic se adueñó de la pelota, sobre todo en el primer cuarto de hora. Aunque bien es cierto que los catalanes no eran capaces de profundizar y poner en apuros a Mohedano. Víctor Izuel movió el banquillo y el equipo lavó su cara. En el mejor momento de los azulgranas en la segunda parte, el Huesca se quedó con diez por expulsión de Santi. El goleador de la tarde vio la segunda amarilla por una plancha sobre el meta local.
El Huesca supo sufrir y defendió los centros laterales para acabar sumando otra vez de tres. Segunda victoria seguida del equipo que sacó el carácter, el orgullo y la garra en el peor momento. Los azulgranas quedan en la quinta posición de la clasificación con 19 puntos, a cinco del líder Real Zaragoza.