Emilio Lacruz, "cartel de leyenda" en el Huesca-Zaragoza

El almudevarense vistió las camisetas del Huesca (en dos etapas, con 203 partidos) y debutó con el Zaragoza en Primera División y tendrá un reconocimiento especial

M. A. B.
08 de Noviembre de 2024
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Emilio Lacruz, protagonista del cartel del partido Huesca-Zaragoza.
Emilio Lacruz, protagonista del cartel del partido Huesca-Zaragoza.

La colección “carteles de leyenda” del Huesca rinde homenaje en el partido de este sábado ante el Real Zaragoza a Emilio Lacruz. El almudevarense, a quien contemplan actualmente 76 años -añadirá uno el próximo 6 de diciembre-, vistió de azulgrana en 203 ocasiones durante las seis temporadas en las que jugó primero en San Jorge y después en El Alcoraz y también lució de blanquillo el escudo del león en dos campañas con 24 partidos en Segunda y Primera División.

Fue el presidente del Huesca, Agustín Lasaosa -con quien compartió vestuario el centrocampista-, el encargado de darle la buena nueva del protagonismo que iba a tener en el cartel de un partido especial para todos y para él por haber jugado en los dos bandos. Emilio estará acompañado en el palco por su hijo, Juan Mari, y como viene siendo habitual recibirá el cartel enmarcado.

Emilio Lacruz fue un excelente centrocampista y uno de esos futbolistas que nunca se terminaron de retirar. Dio sus primeros golpeos al balón en el Tormos -allí trabajaba-, a los 17 años ya estaba en el Lamusa (año “yeyé” 66) y dio el salto al Huesca, donde en una primera etapa jugó cuatro temporadas (137 partidos) en Tercera División y en la tierra de San Jorge mientras veía cómo se levantaba El Alcoraz.

Un jovencísimo Emilio Lacruz, con la camiseta del Lamusa antes de saltar al Huesca.
Un jovencísimo Emilio Lacruz, con la camiseta del Lamusa antes de saltar al Huesca.

El conjunto azulgrana fue su trampolín para el Zaragoza (Almudévar ha sido un gran vivero de futbolistas zaragocistas), contribuyó al ascenso de Segunda a Primera División en la campaña 71-72 y en la siguiente debutó en la máxima categoría del fútbol español. Entre los dos años, 24 partidos. En el siguiente curso, al no contar para Carriega, pasó al Levante, donde jugó en Segunda División y después en Segunda B en una etapa en la que sufrió una grave lesión de ligamentos.

Y en la campaña 76-77, de vuelta a casa, al Huesca y a estrenarse en El Alcoraz. Ya como uno de los jugadores con jerarquía y, entre otros, con el efervescente Agustín Lasaosa dando sus primeras galopadas por la banda. Pedro Lasheras y Luis Costa fueron sus dos entrenadores en las dos temporadas de esta nueva etapa con 66 partidos. “Fueron dos años muy buenos, en Segunda B”, recuerda.

Pero aún le quedaba cuerda al bueno de Emilio, que jugó otros dos años en el Atlético Monzón y después, ya de retirada, no opuso resistencia cuando Manolo Arteaga, entrenador del Almudévar, le animó a echar una mano al equipo de su pueblo. Así que en casa lideró a los amarillos ocho campañas hasta que a los 41 años colgó las botas.

Bueno, es un decir. Ya ha quedado dicho que Emilio es de los que se resisten a retirarse. Siguió jugando a fútbol-sala y con los veteranos del Huesca en numerosas ocasiones.

Este sábado seguramente va a vivir uno de sus días más emocionantes por el bonito detalle que le brinda el Huesca. “No sé de quién fue la idea. Me llamó Agustín (Lasaosa) para comunicarme que habían pensado en mí para el cartel y hacerme un reconocimiento. Supone una alegría inmensa porque son los dos equipos de la tierra en los que he jugado, los primeros de Aragón. La verdad, con los nervios y la emoción ya tengo ganas de que pase todo y empiece el partido”, afirma Emilio.

Es socio del Huesca, pero será la primera vez que vea un encuentro desde el palco. Prefiere no mojarse cuando se le pregunta si tiene el corazón partido aunque en el fondo quien esto suscribe lee entre líneas que al de Almudévar le gustaría ver al Huesca vencedor de la contienda. “Le hace más falta al Huesca, al que veo más apurado. No sé si este año va a ser el del ascenso del Zaragoza, pero tiene muy buen equipo. Es muy peleón, difícil de ganarle, hace buen fútbol, no da un balón por perdido, está sacando mejores resultados fuera que en casa, lo veo siempre al ataque y luchan como cosacos. Al Huesca lo veo mejor atrás y arriba con carencias. Pero si está seguro y ordenado, y cuenta con todos los efectivos, tiene sus opciones de victoria. Y en casa se está mostrando seguro y muy combativo”.

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