En Andorra, un déjà vu: el Huesca sigue con su discurso manido a domicilio (1-0)

Un gol de Bakis hace hincar rodilla de nuevo al conjunto azulgrana, que ya suma más de seis meses sin ganar a domicilio

Adrián Mora
Periodista
16 de Abril de 2023
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Los jugadores del Huesca Marc Mateu y Óscar Sielva pugnan un balón ante un jugador del Andorra. Foto: LaLiga
Los jugadores del Huesca Marc Mateu y Óscar Sielva pugnan un balón ante un jugador del Andorra. Foto: LaLiga

Ficha técnica

FC Andorra: Lizoain; Alti, Mika Mármol, Álex Pastor, Bakis (Carlitos 78’), Sergio Molina (Marc Aguado 68’), Jandro, Germán Valera (Valle 88’), Bundu (Jacobo 77’), Rubén Bover (Héctor 68’) y Pampín.

SD Huesca: Andrés; Ratiu, Blasco, Pulido, Florian; Salvador, Sielva (Javi Martínez 78’), Gerard Valentín (Carrillo 58’), Marc Mateu (Soko 58’); Juan Carlos (Lombardo 78’) y Kanté.

Goles: 1-0, minuto 17: Bakis.

Árbitro: Sánchez López (Comité murciano). Ocón Arráiz (VAR). Ha amonestado con tarjeta amarilla al local Bakis y a los visitantes Salvador, Soko, Sielva y Pulido. Ha expulsado a Salvador por doble amarilla en el 79’.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 36 de LaLiga Smartbank disputado en el Estadi Nacional d’Andorra ante 2.030 aficionados, más de 100 de ellos azulgranas.

La ilusión y la mínima esperanza que quedaba en Huesca por llegar al playoff de ascenso se ha esfumado este domingo por la derrota por la mínima en Andorra. Un solitario tanto de Bakis en la primera parte que ha tenido que ratificar el VAR hace que el Huesca siga siendo el único equipo de toda la categoría que no ha ganado más de un partido a domicilio. Todo es un déjà vu: seis meses sin ganar lejos de El Alcoraz.

La imagen tiene banda sonora: la de la tristeza futbolística porque el Huesca es incapaz de agitar los partidos y no tiene capacidad de reacción cuando va por debajo en el marcador. Quizá este domingo ha sido consecuencia de un flojo partido de sus bandas donde se han colocado Marc Mateu y Gerard Valentín. Ninguno ha aparecido en su mejor versión y, por consiguiente, no han hecho mejor a su equipo. Tampoco ha estado bien Samu Obeng, demasiado apático durante toda la tarde.

Partía Cuco Ziganda con dos novedades respecto al choque ante el Burgos, en un cambio de cromos en la delantera dejando a Obeng y Carrillo en el banquillo para alinear a Kanté y Juan Carlos en la punta de lanza, con Marc Mateu por un costado. Pero ha durado poco el experimento del navarro porque Kanté se ha tenido que retirar lesionado en el minuto 6 y ha salido un Obeng que ha pasado toda la semana entre algodones.

En lo puramente futbolístico, ninguno de los dos iba a renunciar a su estilo de juego. El Andorra, con su habitual sobo de balón -se ha ido hasta el 75% de posesión- moviendo de un lado a otro en busca de alguna rendija. Mientras, el Huesca, y de la misma manera que sucedió en el partido de ida, esperaba en su campo buscando robar y galopar con muchos metros por delante. Ziganda ha ordenado una presión muy alta sin balón, con las líneas muy alejadas del área de Andrés.

La primera gran ocasión ha sido para Cristian Salvador en el minuto 9 con un derechazo desde la frontal del área que se ha estrellado en toda la cruceta. Un disparo seco y fuerte del que Lizoain ha sido espectador de lujo porque podría haber sido un gol de bella factura. El zamorano ha sido de lo mejorcito del Huesca en el primer acto, pues ha mostrado una versión muy llegadora y es que poco después ha probado fortuna con otro balón, esta vez estrellado en el lateral de la red.

Si el plan se torcía con la lesión de Kanté nada más comenzar, la hoja de ruta volvía a romperse por el gol de Bakis en el minuto 17. Sergio Molina ha disparado fuerte pero centrado, Andrés no ha sabido blocar y ha dejado muerto el balón en el área pequeña. Bakis ha metido la puntera y acto seguido apenas ha celebrado el tanto porque sabía que estaba en fuera de juego. Finalmente, el VAR, con Ocón Arráiz al frente, ha dado el gol del delantero turco.

El propio Bakis ha estrellado un balón en el larguero con una vaselina a Andrés, pero el línea ha levantado el banderín señalando fuera juego. Viendo la repetición, la jugada no ofrece ninguna duda porque el jugador del Andorra estaba habilitado, por lo tanto, en caso de gol, hubiera sido revisado y el segundo habría subido al marcador.

Lo ha intentado tímidamente el Huesca con una jugada entre Marc Mateu, Salvador y Obeng que no ha terminado de rematar el ghanés. La realidad es que no ha acabado de generar peligro real sobre la meta de Lizoain incluso después de salir bastante bien en la segunda mitad.

Poco ha tardado esta vez Cuco Ziganda en mover el banquillo porque se ha percatado de que sus bandas no estaban con el mismo tono de siempre. Era de perogrullo para cualquiera que estuviera viendo el partido. Marc Mateu y Gerard Valentín se han marchado al banco para dar entrada a Carrillo y Soko en el 58’ pero ninguno ha logrado lavarle la cara al encuentro. El camerunés ha estado perdido y desacertado y Carrillo no ha tenido oportunidades.

Sí ha tenido oportunidades Sinan Bakis -otra más- pero esta vez Andrés ha estado mucho más acertado al despejar un balón cruzado con una buena mano derecha abajo.

Se ha quedado con uno menos el Huesca por la expulsión por doble amarilla de Salvador, el mejor jugador de los azulgranas este domingo. Andrés ha vuelto a intervenir con un paradón abajo y mantener la escasa vida que le quedaba a su equipo, que lo ha intentado en los minutos finales yendo arriba y dejando muchos más espacios. El corazón que le ha puesto no ha sido suficiente y el Andorra ha podido matar el encuentro a la contra.

Un discurso manido de un Huesca sin capacidad de reacción a domicilio. Lo ya visto en anteriores entregas.

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