Sergi Enrich y Miguel Loureiro son dos estandartes del espíritu de la Sociedad Deportiva Huesca, ese que no rebla, ese que sueña tan alto como la aspiración de San Jorge en la batalla de Alcoraz, ese que no admite renuncias y que enarbola los valores de la humildad, la ambición y la deportividad. Velan el todoterreno y el ariete armas y bagajes para el partido ante el Málaga. Se sientan en un sofá -que no diván, porque no lo necesitan- de la base y charlan con esa lucidez que trasciende su inteligencia en el terreno de juego. Buenas cabezas, bien asentadas.
Hoy, en esta tesitura de las emociones y la ilusión, tienen fe. Sergi Enrich asegura que "la fe es fundamental para conseguir cosas bonitas en la vida. La fe, la ilusión, las ganas, tienen que estar y yo siempre la he tenido para jugar a fútbol y vivir de esto que es muy complicado. Es algo muy importante".
Lou apuntala la opinión de su compañero: "Creer en uno mismo es una de las cosas más importantes para tener éxito tanto en el fútbol como en cualquier ámbito de la vida. Tanto a nivel personal como mis compañeros, estamos en un buen momento de confianza. Los resultados ayudan a que esa fe, esa creencia en uno mismo vaya aumentando. El equipo está muy bien, en un momento muy bueno y llegamos al final con la posibilidad de luchar por algo muy bonito, y con la confianza de poder conseguirlo que es lo que queremos transmitir a la gente".
EL MÍSTER QUE TRABAJA LAS CABEZAS
Sostiene Antonio Hidalgo que una de sus principales misiones es trabajar las cabezas de los jugadores, metáfora sobre la que asiente y que valora Miguel Loureiro. "El míster es una persona muy competitiva que vive el día a día de una forma muy intensa y él cree que transmitirnos eso es fundamental. Esa sensación de necesidad en la que piensa que sale lo mejor de cada uno y en cierta manera lo está consiguiendo con nosotros. Hablo por mí pero creo que también por los demás, ha conseguido sacar la mejor versión de cada futbolista y eso hace que el equipo esté rindiendo al máximo".
El de Ciutadella de Menorca, con profusa trayectoria, considera que "este aspecto lo trabaja muy bien, sabe motivar bastante a la plantilla. Exprimirnos al máximo para dar el mayor rendimiento posible, no silendo fácil porque el objetivo del equipo era totalmente diferente al que ahora estamos luchando, y es muy fácil acomodarse, sentirte tranquilo y, al final, es todo lo contrario. Él nos da esas motivaciones para seguir empujando, seguir compitiendo y llegar al máximo nivel el fin de semana. Yo, en la vida que he encontrado aquí, me siento muy a gusto, muy feliz, he encontrado una familia real, no de boquita. Al final, hay muchos que dicen familia, familia, pero cuando lo ves de verdad como yo este año se nota y no se ve solo en el vestuario o en la Base Aragonesa, sino en el campo que es lo más importante".
"UNA PLANTILLA ESPECTACULAR"
Atesora el delantero centro tanta experiencia que entiende que, en el trabajo, no es imprescindible llevarse bien con todo el mundo. "Pero, si quieres formar un buen equipo, la base del éxito es tener un vestuario. Yo he estado en muchos y les digo a los chicos que este vestuario es muy sano, hay gente muy competitiva pero a la vez sabe cuáles son sus roles, lo que es muy importante. Quiero destacar a la gente que no ha tenido esa participación habitualmente en el once titular, que normalmente es la que esta más cabreada porque no juega y tiene otros motivos más importante que el que juega, y esos son los que hacen bueno a un equipo y, en ese sentido, la plantilla es espectacular".
El central-lateral que traza diagonales por el campo como los coches de emergencia asiente. "El ambiente es distendido. No es incompatible pasarlo bien en el día a día con ser competitivo. el míster incide muchísimo en ese sufrimiento, en esas ganas de empujar un poco más, querer más, esa ambición y creo que es fundamental en este equipo. Siempre estamos dispuestos a ello. Esa capacidad de sufrir e ir un poco más en el momento de la competición te permite dar un poco más por un compañero y ese esfuerzo extra que al final es definitivo. Hemos conseguido encontrar un equilibrio dentro de la plantilla con gente como Sergi que nos aporta muchísima experiencia, gente que viene de abajo con muchas ganas de crecer y ambición. Hemos conseguido ensamblar caracteres muy diferentes pero que han funcionado a la perfección, y esa es una de las claves para que el equipo esté como está en este momento".
"UNA COMUNIÓN"
Se les aprecia orgullosos de ser el faro, el referente del aficionado que cada partido se desgañita en El Alcoraz para animar sin reblar. "Esta puede ser una tercera mejor etapa del club históricamente, pero tenemos que ir al principio de la temporada, en que no sabíamos si íbamos a jugar, porque había un hueco de dinero que se tenia que aportar y tuvimos la suerte de que grupos inversores lo aportaran. Yo creo que eso ha hecho que nosotros, el club y la afición, nos hayamos unidos porque sabíamos que era una temporada muy complicada que entre todos teníamos que llevar hacia adelante. A raíz de todo eso, hemos superado las expectativas y estamos intentando conseguir un objetivo que no nos poníamos al principio de temporada. A partir de ahí, ganando partidos, haciendo buen juego, en El Alcoraz hemos rendido muy bien y ha llevado a que cada fin de semana se vea como una fiesta aquí y que la gente disfrute viendo que los jugadores nos estamos sacrificando por el club, por la ciudad, creo que ha unido muy bien las dos partes. Es increíble. Estoy disfrutando muchísimo cada fin de semana en El Alcoraz porque se ve un ambiente muy bonito y ellos tienen que saber que para nosotros son muy importantes. Igual que nosotros queremos que vengan a animarnos, también nosotros tenemos que darles dentro del campo y esa sintonía ha sido y será el éxito hasta final de temporada". Palabra de Sergi.
Enfatiza Lou en esta trayectoria. "Quizás por inesperada, porque la gente no era tan optimista a principio de año y porque nosotros pensábamos que íbamos a sufrir más, es verdad que la situación que se ha generado es muy bonita y hay que disfrutarla. Evidentemente, con responsabilidad, estamos en una situación que se da pocas veces en el fútbol. Yo lo comento muchas veces: en los años que llevo de profesional, no había tenido la oportunidad de pelear por un ascenso y también lo vivo con una sensación de oportunidad. Y seguramente hay muchos aficionados que son pequeños y no han tenido la oportunidad de vivir los anteriores ascensos, que les han transmitido sus padres, y ahora tienen esa oportunidad de vivir esa ilusión. Por una parte, tenemos esa responsabilidad y no debe generarnos frustración. Tenemos que vivirlo como algo bonito que queremos disfrutar y nos ayudará a conseguirlo. Ver cada domingo en El Alcoraz más niños y más gente enganchada es una gozada. Esperemos poder seguir dando alegrías".
NUBARRONES TRAS UNA DERROTA
Ha mentado Miguel a la bicha, a la derrota y la tristeza que genera. "Cuando pierdes un partido, piensas en cómo has estado, en las acciones que podías haber hecho diferente, le das vueltas a todo. La noche después de una derrota me cuesta dormir. La mayor parte de las veces, veo el partido repetido y las situaciones en las que no he estado bien, trato de corregir los errores. Es el momento para hacerlo. Al día siguiente, tienes que pasar página, recuperarte a nivel emocional. Pero en el momento que acabas el partido y estás en caliente, tienes muchas emociones de lo que has vivido, incluso por el contexto, si estás enfadado porque no te han salido bien las cosas, porque crees que el árbitro no ha estado bien, que el rival te ha superado en determinadas situaciones, es el momento de gestionar eso para que no te afecte durante la semana de cara al siguiente. Trato de quitarme esa parte el día del partido para pensar al siguiente en pensar en hacerlo bien en el próximo".
Enrich consolida el acierto de la reflexión de Loureiro y complementa con su método tras perder un partido, primero una "autocrítica personal, luego colectiva y pensar si cuando pita el árbitro, estamos satisfechos con lo que hemos hecho. Se puede perder, empatar o ganar, pero el lema del vestuario es dejar todo en el campo. Te puede salir bien o mal, pero vaciarte de intensidad, de ganas, de ilusión. A eso no nos puede ganar nadie. Si nos gana alguien en eso, seguramente no vamos a ganar el partido. Y, si no corremos más que el rival, no vamos a ganar, porque el equipo es lo que hace que seamos unas estrellas. No tenemos ninguna estrella que nos pueda decidir el partido. Al final, somos todos y hay que mirar colectivamente en qué podemos mejorar. A mí, después de los partidos, me gusta obsesionarme entre comillas en lo que hubiera podido hacer. Pero cuando vienes aquí al día siguiente ya piensas en corregir para que no vuelva a ocurrir".
UNA AFICIÓN MUY LEAL AL SENTIMIENTO
Tiene autoridad Sergi Enrich, tras ser local en tantos estadios, para analizar al respetable de El Alcoraz. "Es una afición muy leal al sentimiento. El año pasado, yo lo seguía desde fuera, tuvo una situación complicada y la afición estuvo ahí hasta el final y fue muy importante en los últimos partidos aunque el equipo no ganó mucho en El Alcoraz. Que estuvieran hasta el final de temporada ahí quiere decir mucho. Y, sobre todo, respetuosa. A mí me gustan las aficiones que te respetan porque yo a la afición la respeto y quiero que sea mutuo".
Es más veterano el gallego en su estancia en Huesca, "una ciudad pequeña dentro de lo que es la categoría y ese sentimiento de lucha contra los más grandes, o la gente tiene esa percepción, esa garra que identifica mucho a la afición, es un valor que dentro de la plantilla tenemos muy presente y nos identificamos". Apostilla Sergi: "La frase lo dice: siempre sin reblar, y es así".
UNA CIUDAD PARA VIVIR, UNA PROVINCIA ESPECTACULAR
Miguel Loureiro se integró rápidamente en la ciudad. Es común verle por el Coso Bajo o en la librería de Santos Ochoa, hojeando y ojeando libros (y comprando). "Ver por la calle el respeto con el que te trata la gente, el cariño, siempre digo fuera que el sentimiento del Huesca estaba arraigando en la ciudad y veía a muchos niños con la camiseta del Huesca, más que del Barça y del Madrid, y creo que eso es fundamental para que el sentimiento de la Sociedad Deportiva esté vivo y a día de hoy lo está".
Sergi Enrich recuerda que "no hace mucho que el Huesca estuvo en Primera División, y dos etapas, que es complicado. Y en esas dos etapas se hubiera pensado la gente sube los humos, pero no, la gente tiene los pies en el suelo sabiendo que lo que hicieron en esas épocas fue algo que nadie hubiera pensado, lo disfrutaron bien y, al final, eso también se refleja en muchas cosas. Yo he estado en otras ciudades con más historia, por ejemplo estuve en Oviedo, en el Recreativo de Huelva y el año pasado en el Real Zaragoza, y esa gente vive del pasado. A mí no me gusta vivir del pasado porque en el fútbol nadie tiene memoria ni para nosotros ni para lo antiguo que has hecho con el club. Y en ese sentido Huesca ha estado en Primera División hace poco y esa humildad la demuestran, como los jugadores. Esa humildad, trabajo y respeto mutuo".
Porque trabajan para vivir y procuran vivir bien para trabajar mejor, expresan su admiración a Huesca y la provincia. Loureiro valora la gastronomía y sostiene que es "una ciudad muy acogedora, donde la gente se porta fantásticamente y es una gozada". Sergi afirma que está conociendo el Alto Aragón y es "un privilegio vivir aquí, disfrutar de la naturaleza que hay. Aunque sea un sitio pequeño, es muy cómodo para vivir y para disfrutar muchísimas cosas que no sólo está en Huesca". Se señala la camiseta con la marca: "Es lo que tenemos aquí: la Magia. Poder disfrutar de rincones del Alto Aragón es increíble".
UNA PROMESA, UN COMPROMISO
¿Y qué auguran estos dos jugadores icónicos para el resto de temporada? "Lo que va a pasar seguro es que vamos a luchar hasta el final, hasta el último minuto para conseguir un objetivo que nadie esperaba, ni nosotros mismos, que lo hemos ganado nosotros. Que queremos dar un pasito más allá, hacer historia, pero con los pies en el suelo. Quedan muy pocos partidos y lo que podemos garantizar es que vamos a luchar hasta el final a muerte para poder disfrutar del final de temporada" (Sergi Enrich).
Y las últimas palabras de Loureiro: "Estamos muy ilusionados, queremos que la gente lo sepa, porque al final para nosotros es un reto increíble y vamos a poner todo nuestro empeño en conseguirlo. Estamos muy centrados en el partido del lunes que, al final, para nosotros, es el más importante. Invitar a la gente a que venga a El Alcoraz animarnos y todos juntos vamos a hacer algo bonito. A luchar por ello". Las tres postreras de Sergi resuenan: "Claro que sí"