Entre arte románico, murciélagos y tradiciones

El Club de Montaña Nabaín acogió una doble actividad senderista y divulgativa por el Sobrarbe

Club de Montaña Nabaín
13 de Agosto de 2025
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Club de Montaña Nabaín.
Club de Montaña Nabaín.

El Club de Montaña Nabaín realizó el fin de semana dos actividades: Su tradicional ruta de verano por la Boletania, con encuentros con sus vecinos o sus antiguos habitantes, y una salida nocturna para saber más de esos mamíferos voladores que surcan la noche, y que encontramos en cuevas, en antiguos edificios o en las rutas que hacemos tras el atardecer. La primera iniciativa -que el año pasado se acercó a Aguilar, de la mano de la atleta varias veces campeona de España, Teresa Palacio- llevó en esta ocasión a una veintena de caminantes hasta Silves para conocer, de la mano de Montse Bellosta, la vida que allí se desarrollaba antaño. La segunda iniciativa, a la que se sumaron 40 personas, consistió en una charla y una salida nocturna de avistamiento e identificación de murciélagos ('moriziegos' en aragonés chistabín), dinamizada por el grupo de Medio Natural del Club sobrarbés y la asociación Alaudala, en Boltaña.

El domingo nos dimos cita a las 7:30 en el puente de La Gorga de esa localidad para iniciar un recorrido de 13 km con 467 metros de desnivel por Silves Bajo, Silves Alto y Seso. El primer tramo discurrió junto al río Ara hasta alcanzar el puente de Moscarales y luego por la pista de Seso. Una vez pasado el campamento de Los Agustinos, giramos a la izquierda para ir ascendiendo poco a poco y llegar a Silves Bajo. Allí nos esperaba Montse Bellosta y su marido Ángel. Montse, que es originaria de Casa Peña, nos dio todo tipo de explicaciones de la vida de su familia en la aldea llegando a emocionarse en varias ocasiones. Hay dos casas: Villacampa y Peña, en un estado semiruinoso, y una iglesia, Santa Eulalia, del siglo XI, a la que alguien ha intentado expoliar su pila bautismal. ¡Una pieza bellísima! El terreno se mantiene limpio gracias a que la familia Bellosta tiene caballos para esta función.

Silves Seso 1 CMNabain
Club de Montaña Nabaín.
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Después de pasar un buen rato con ellos nos dirigimos a Silves Alto por la pista. Allí encontramos una casa habitada, y otra, Casa Rufas, con el cartel de “En Venta”. Muy cerca se encuentra la ermita de San Bartolomé, del siglo XII. Está completa y en medio de la masa forestal. Después de almorzar nos dirigimos por un camino limpio y ancho hasta desembocar en un sendero de descenso a la casa de Seso. De ahí fuimos a Boltaña por el sendero que hicimos a la ida, paralelo al río Ara y acabamos con un baño en la Gorga sobre las dos de la tarde.

Resignificar y conocer lo desconocido para valorarlo, respetarlo y conservarlo fue también el sentido de la actividad naturalista del día anterior, celebrada en el entorno de Boltaña. Ni chupadores de sangre ni peligrosos. Gracias a Ricardo Pérez, de Alaudala formación ambiental, y al equipo de Medio Natural del Club de Montaña Nabaín, pudimos disfrutar de una entretenida actividad teórico práctica en la que redescubrimos a los murciélagos, esos mamíferos voladores de los que tantas historias se han contado, otorgándoles el papel de peligrosos o villanos. Sin embargo, solo 3 de las 1400 especies de murciélagos del mundo se alimentan de sangre y ninguna vive en la Península Ibérica. Son seres que pueden pesar incluso pocos gramos pero en una noche son capaces de ingerir ¡hasta 2000 insectos! ¡Qué suerte tenerlos cerca de casa, así nos libramos de moscas y mosquitos! 

Por otra parte, son muy sensibles, sobre todo en invierno, momento en el que sus pulsaciones pueden bajar a ritmos de 10 pulsaciones por minuto. Es aquí cuando hemos de prestar especial atención para no despertarlos ya que en el exterior no tienen aún de que alimentarse. En definitiva, estos pequeños mamíferos voladores, e insecticidas naturales con los que compartimos espacio son seres increíbles y no suponen ningún peligro para nosotros, más bien al contrario. Y, como dijo Ricardo, “no es necesario que un ser vivo sea útil para nosotros para respetarlo. Se les respeta porque están vivos y eso ya es increíble”.

Seguimos aprendiendo y caminando.

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