Recorrer Chile de punta a punta. Esa es la idea que se les ha metido entre ceja y ceja a dos amantes de la montaña altoaragoneses. Algunos retos, como el de ir de Barbastro a Roda de Isábena que completó el pasado año, se le quedan cortos a Fernando Latorre. Junto con Ernesto Ester, estos dos Montañeros de Aragón Barbastro insaciables se han sumergido en una nueva aventura, esta vez lejos de casa.
Con la mochila a cuestas, han recorrido y pateado la cordillera de Los Andes, incluidas Las Torres de Paine. El último esfuerzo lo han hecho al hacer cima en el volcán Sairecabur, de 6.000 metros de altitud. "Es una ascensión técnica y con temperaturas de -19 grados a pesar de ser primavera", asevera Ester. Aunque su estancia no puede ser más positiva, reconoce que "como en España, no se está en ningún sitio".
A las 6:00 horas del miércoles partieron de la ciudad chilena de San Pedro de Atacama, a 2.400 metros. Montados en la 'pick up' de su guía, estos dos amigos llegaron hasta el punto de inicio de la ascensión, sobre los 5.400 metros. "Al llegar no había ningún vehículo -al bajar tampoco-, toda la montaña para nosotros", añade.
Ambos son fieles a la montaña. Lo llevan en la sangre y se palpa en el rostro cuando hacen cima o logran una de sus ascensiones. El año pasado, Fernando Latorre consiguió completar un reto solidario junto a su compañero Alejandro Castarlenas. Fueron de Barbastro a Roda de Isábena, ida y vuelta, en menos de 24 horas por el Camino del Exilio de San Ramón en su 905 aniversario. En total, 140 kilómetros con el fin de recaudar alimentos para Cáritas; tantos como kilómetros recorridos. En total fueron casi 200 kilos de comida conseguidos por una buena causa.
Ester no se quedó atrás y es que hace dos años completó el Reto 3355 que consistía, junto con otros cuatro compañeros entre los que se encontraba también Latorre, en ascender al Monte Perdido desde Barbastro para recaudar fondos en beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Un mes antes, Ester sufrió una hernia pero sacó fuerzas para completar la ascensión.
Volviendo a Chile, una vez que pusieron pie en tierra y desmontaron de la pick up, la ruta hasta la cima era más bien corta (unos 600 metros positivos) aunque con un cambio de altitud tan "brusco (3.000 metros en tan solo dos horas de vehículo) y la disminución de oxígeno (menos del 50% a partir de 5.000 metros), la convierte en bastante exigente", asevera Ester. A su vez, explica que el terreno es "mucho más técnico y rocoso de lo esperado, siendo que se trataba de un volcán. Chile es un país de mucha montaña; desde la Patagonia hasta arriba con Bolivia y Perú. Es un país estrecho pero muy largo".
Este era uno de los tres objetivos que tenía en el horizonte. "Cuando Fernando me lo propuso le dije: ¿A qué hora salimos?", ríe. Por el momento, con una semana de estancia todavía por tierras chilenas, confiesa que está muy satisfecho con el Perito Moreno, "aunque no me sorprende porque ya sabía cómo era".
Latorre, de Estadilla y Ester, de Huerta de Vero, pisaron la cima del volcán Sairecabur antes de las 11:00 horas. "Ya hemos visitado Chile de punta a punta. Ha sido la mejor experiencia de mi vida". Un nuevo reto completado con éxito al bolsillo.