La España de Alberto Puyuelo ha quedado campeona del mundo de 50 kilómetros en la competición disputada en la madrugada de este domingo en la ciudad india de Hyredabad. Un histórico triplete con Chakib Lachgar (2.48.11), Alex Jiménez (2.49.30) y el zaragozano Jesús Olmos (2.50.43), junto con el quinto puesto del atleta jaqués (2.52.32), han aupado a la selección a lo más alto del podio para darse un baño de oro. El campeón europeo del pasado año, Houssame Eddine Benabbou, que partía como líder del equipo español, se ha retirado, signo indudable de la dureza de la competición, con una temperatura muy elevada y una humedad extrema.
Puyuelo se ha mostrado “supercontento y superfeliz” tras la carrera. “Nos hemos salido”, ha señalado el jaqués. “He hecho la carrera que quería, salir en un segundo grupo para ir recogiendo cadáveres. En los diez últimos kilómetros estaba luchando por el cuarto puesto -los tres primeros parecían fuera de mi alcance porque habían cogido una ventaja de uno-dos minutos y no aflojaban el ritmo-, pero en el último avituallamiento, a falta de cinco kilómetros, he tenido un mal gesto y un amago de que se me subía el isquio. He pasado una fase de unos 500 metros en los que no podía correr bien y como veía que no daba para más he decidido no forzar y asegurar el quinto puesto, que es un puestazo”, ha afirmado. La cuarta plaza se la ha adjudicado el noruego Ebrahim con 2.52.01.
Su estrategia ha sido perfecta, teniendo en cuenta que ha partido entre los quince primeros y durante la carrera ha ido superando adversarios. Quedar quinto y por delante de diez o quince atletas con mejor marca que él le hacen sentir muy satisfecho por la que considera “una carrera perfecta”.
La de este domingo ha sido su tercera carrera sobre 50 kilómetros y a sus 37 años no puede sentirse más feliz y orgulloso de su actuación en su segunda participación con la camiseta de la selección española. "Tanto el año pasado en el Europeo como hoy en el Mundial han sido las dos mejores carreras de mi vida. Y eso es muy difícil conseguirlo. De hecho, el que quedó campeón de Europa en Sotillo, Benabbou, se ha retirado aquí. Son carreras muy difíciles de correr y lo que destaco es que me veo fuerte, con mucha regularidad y que no pincho”.
Ahora llega el momento de recuperar bien y seguir trazando objetivos. A más corto plazo apunta hacia un maratón, que podría ser el de Sevilla en febrero u otro en primavera. Será en función de la preparación que pueda hacer y si el frío no se lo impide, porque le resulta incómodo entrenar en esas condiciones ante posibles contracturas. Confía que le respeten las lesiones como lo han hecho en su fase preparatoria del Mundial de 50 kilómetros, y lo que tiene claro es que la edad no es ningún obstáculo y que “en la larga distancia estoy rindiendo a gran nivel”.
Y como no hay dos sin tres, también espera volver a vestirse La Roja el año que viene en el Campeonato de Europa y buscar una nueva medalla con la selección.