Estamos fuera, sí. Más de 100 días después, la SD Huesca dormirá una jornada fuera del descenso. Quizá estar tantos días en el infierno que da acceso a la tan temida 1ª RFEF nos ha puesto en perspectiva de lo importante que es para un club, una ciudad y una provincia como la nuestra no abandonar el fútbol profesional. Quizá ahora se valora más la 2ª División. Porque pasa igual en la vida, que uno no es consciente del valor de algo hasta que no está a punto de perderlo. Y es en ese preciso momento cuando nos damos cuenta de lo grave que sería no tenerlo, refiriéndonos en este caso a la categoría de plata de nuestro fútbol.
Y estamos fuera gracias a un valioso empate en Gijón. Un punto que casi sabe como tres, y más después de un inicio de partido donde parecía imposible mantener el candado en nuestra portería -partidazo de Álvaro, por cierto-.
Es el choque perfecto para analizar a Antonio Hidalgo desde su llegada. Se encontró con un equipo en caída libre, en descenso, con apenas 7 puntos y todas las alarmas encendidas. En sus primeras palabras dijo: “Hay que ser valientes. Arriesgar en la vida es fundamental”. Y, además de valiente, ha sido inteligente. Me explico.
Cuando aterrizó en el banquillo no desechó nada de lo que Ziganda había trabajado previamente en su periplo en Huesca. Un equipo que, a pesar de estar abajo en la tabla, era difícil de ganar. Básicamente era su único plan: no encajar y esperar su momento. Sufrir, defender en campo propio y correr para atacar espacios cuando se robaba. Y así estuvimos casi una temporada y media. Mientras ganábamos, todo era maravilloso, a pesar de que costaba sangre, sudor y lágrimas ver a este equipo. Pero, cuando se empezó a perder, la era Ziganda tocó rápido a su fin.
Así que Hidalgo ha sabido construir a su equipo aprovechando esos cimientos. No tenía tampoco mucho tiempo. Este plan el Huesca lo sigue teniendo, han cambiado matices, pero esta. Y la prueba la tenemos en la primera parte en El Molinón, donde cualquier otro equipo hubiera perdido el choque, pero no este equipo oscense. Pero el de Granollers ha mejorado a este equipo implementando una idea para ganar partidos, idea de la cual carecía este Huesca, un plan arriesgado, como ya dijo en su presentación. A ese “sufrir sin balón” del que tanto hemos hablando le ha añadido cualidades para conseguir los tres puntos. Porque en la caja de herramientas de esta plantilla también había soluciones para ganar un partido. Así que a la lección de “cómo no perder” le hemos añadido también la de “cómo ganar”. Y eso lo cambia todo, para bien. Diría incluso que multiplica por mucho el valor de una plantilla.
Y, personalmente, considero que arriesgó porque estoy cansado de ver a entrenadores que llegan a un equipo con la temporada empezada para darle la vuelta a la situación y lo hacen, casi siempre, a partir de jugar poco, mantener la concentración, jugar a pocos toques, esperar errores del rival o el balón parado. Hidalgo no. Quiere ganar desde la posesión, el juego de posición, siendo dominadores con el balón como protagonista, metiendo balones interiores y acumulando gente en el área -a falta de un 9, es la única solución-. Y con ello, este Huesca ha jugado francamente bien. Partidos ante Espanyol, Zaragoza, Cartagena o con el Rayo en Copa evidencian que estamos ante otro Huesca. Yo, que soy de valorar más los procesos que los resultados, me alegro que, por fin, todo este proceso que acabamos de explicar brevemente haya dado como resultado salir del descenso, aunque sea unos días. ¡Una alegría para todos!
De todos modos, seguimos al borde del peligro y con un déficit de puntos importante. Sigo pensando que a la plantilla le hacen falta refuerzos, y no sólo en una línea. Aunque, con esta economía de guerra, nos conformaremos todos si llega algo. No apunta a ser un mercado fácil.
Ahora viene el Éibar. El primer rival al que se midieron Hidalgo y los suyos en su llegada. El mejor momento para disfrutar y valorar el cambio futbolístico que le ha dado este entrenador a esta plantilla. Y, sobre todo, el mejor momento para conseguir la tercera victoria consecutiva en El Alcoraz.