Un exitazo. La Templar Race de Monzón regresaba este domingo con su novena edición tras el parón obligado por la pandemia. La carrera montisonense ha llenado las calles de deportistas y aficionados que han estado arropando a los suyos en una mañana agradable, donde el tiempo ha respetado pese a las previsiones desfavorables.
En total se han dado cita 1.723 corredores, lo que significa un nuevo récord de participación, superando los más de 1.600 del año 2019, la última vez que se celebró. En un año "muy difícil" para las carreras, la organización se muestra "contentísima porque la gente ha respondido a nuestra llamada", explica Alberto Susín, uno de los organizadores de la prueba.
Aunque el espíritu no es al cien por cien competitivo, sino que se centra más en lanzar un mensaje de superación de uno mismo, se han repartido medallas para los ganadores pero también para todo aquel que ha cruzado la meta. Al podio masculino en categoría 15k se han subido Alberto Susín (oro), Jordi Ballarín (plata) y Javier Barros (bronce). En féminas, victoria para Scherezade Higueras, seguida de Silvia García y Marta Millaruelo. En la distancia de 8,5k, podio para Lorenzo Bellés (oro), Fernando Jaldín (plata) y Adrián Aranda (bronce). En el apartado femenino, Marta Montaner ha sido la más rápida. Roxana Bota ha sido plata y Anna Zúñiga, bronce.
Por equipos, victoria para Calvin Run (Álvaro Labrador, Javi Arias y Sixto Labrador). Segunda plaza para Los Power Rangers (José Más), Daniel Meler y Pablo Castanera). Completa el podio Templarios de Ultrapómez (Omar Sancho, Enrique Sánchez y Pako Sahún). En la distancia de 8.5k, triunfo para Destranghis Monzón (Alejandro Recio, Sergio Baena, Víctor Peinado), segundo puesto para The Monkeys (Gerard More, David Cardeñosa, Marc Suárez) y medalla de bronce para Bicharracos (Sergio Díez, Alejandro Bermejo y Jorge Bibian).
"Aunque la gente de normal no corra carreras, nuestra filosofía es que empiecen a prepararse en febrero, hagan un planning y salga a hacer la carrera", apunta Susín. Al final, el tiempo ha respetado y la Templar 2023 se ha podido celebrar sin problemas, todo pese a que el viernes llovió con fuerza y el sábado se tuvo que cancelar una fiesta preparada para la ocasión. El calor ha hecho reforzar los avituallamientos -cinco en total-, y la gente ha terminado "contentísima" en medio de un ambientazo con mucho público alrededor del circuito.
Este año, los más de 1.700 corredores participaban bajo el lema "Hoy luchamos por todos los que no están". Muchos han querido dedicar la carrera a aquellos familiares o amigos que se han marchado en los últimos cuatro años; un sentido homenaje que cada uno ha brindado a sus seres queridos.
La organización ha querido volver a tope este año, por todo lo alto, y con la garantía de hacer una prueba que reúna todas las características propias de la Templar. Por eso ha esperado hasta junio de 2023, ya sin restricciones.
La Templar Race se compone de un equipo de voluntarios de gente de la zona con alrededor de 100 personas. Luego también hay una parte muy importante de patrocinadores, quienes pagan y colocan los obstáculos como pueden ser pacas de paja o montículos de madera.
Susín agradece a todos los participantes que han acudido este domingo a Monzón, "por la respuesta y el cariño recibido" una vez cruzada la meta, así como en años atrás. El objetivo ahora es continuar y trabajar ya para la décima edición, que se celebrará el próximo año, si todo va bien, con más ilusióno que nunca.