Este sábado Biscarrués fue escenario de la 6ª KDD Biscarrués-Reino de los Mallos Bike, un evento que reunió deporte, patrimonio y convivencia en un ambiente muy positivo. El Ayuntamiento de Biscarrués y el Club Ciclista Reino de los Mallos, junto con la colaboración del Área de Deportes de la Comarca de la Hoya de Huesca, organizaron esta jornada que contó con la participación de 85 ciclistas en tres emocionantes actividades.
Ruta de 43 km: La primera actividad, con 20 participantes, fue una exigente ruta que recorrió paisajes de gran valor patrimonial. Partiendo de Biscarrués, el recorrido atravesó la margen izquierda del río Gállego, pasando por el puente de hierro para dirigirse por la parte trasera de la ermita de Santa Quiteria de Santa Eulalia de Gállego hasta el collado de Sierra Mayor entre bosques de pinos y madroño. A continuación la ruta comenzó una larga bajada por el sendero de las once cruces de Agüero pasando junto a la piedra donde están grabadas dichas cruces en recuerdo de una vieja tragedia. Ofreciendo espectaculares vistas del Reino de los Mallos y San Juan de la Peña. Tras recorrer el espectacular sendero recientemente abierto se paso por el pueblo de Morán y a continuación Santa Eulalia para volver al puente de hierro y recorrer el habilidoso camino de los sentidos.
Ruta de 35 km: veinte ciclistas participaron en una segunda ruta más accesible, que coincidió en gran parte por la primera ruta subiendo hasta la ermita de Santa Quiteria y bajando por la senda del barranco del tejar hasta Santa Eulalia de Gállego y la vuelta por el puente de hierro y el camino de los sentidos de Erés hasta Biscarrués.
Actividad infantil: La jornada también tuvo espacio para los más pequeños, con un circuito de habilidades en la plaza mayor de Biscarrués, donde 45 niños y sus familias participaron en una divertida sesión de entrenamiento. Después del calentamiento, los más jóvenes completaron una ruta de 10 km que incluyó una parte del sendero botánico de Biscarrués, el camino de los huertos a Piedramorrera y vuelta por Pubarrera por la laguna.
El evento destacó no solo por su éxito organizativo, sino también por la importancia de fomentar la práctica deportiva en contacto con la naturaleza. Los participantes pudieron disfrutar de rutas por paisajes únicos que combinaban el desafío físico del ciclismo con la apreciación del patrimonio natural y cultural de la zona. Este tipo de iniciativas refuerzan el vínculo entre deporte y medio ambiente, promoviendo un estilo de vida saludable y el respeto por el entorno. Al recorrer caminos históricos y espacios naturales de gran valor, como el Reino de los Mallos, los ciclistas no solo hicieron deporte, sino que también contribuyeron a la revalorización de estos paisajes rurales.
Este tipo de actividades resaltan la importancia de preservar y conocer nuestro patrimonio natural mientras se fomenta la convivencia y el disfrute colectivo.
La jornada concluyó con una comida en Biscarrués, con la participación de todos los participantes más acompañantes formando un grupo de 100 personas que disfrutaron de una buena comida de barbacoa.
Allí los deportistas expresaron su satisfacción por el evento, que no solo fue una prueba deportiva, sino también una oportunidad para descubrir el patrimonio local. Además, la organización puso a disposición guías titulados, seguro y asistencia mecánica, garantizando una experiencia segura y enriquecedora para todos.