Fernando Arnedillo ha crecido con la camiseta azulgrana y el escudo del Huesca en el pecho. Se formó en el fútbol base del que en la actualidad sigue siendo coordinador su padre, también Fernando. Pero el fútbol y el destino han querido que este domingo el jugador que milita en la UD Barbastro tenga que jugarse ante el equipo de "su vida" una plaza en Segunda RFEF. "He sido muy feliz luchando por el equipo de mi vida. Gracias SD Huesca", publicaba el jugador en sus redes sociales hace dos temporadas, cuando salió del filial.
Desde entonces, su único objetivo pasa por ascender a Segunda RFEF con el conjunto del Somontano y ahora está a tan sólo 90 minutos de conseguirlo. "Llegamos en un gran momento, no sólo por la victoria en Ejea, que es ganar en un campo complicado ante un rival que se juega lo mismo que tú, sino que llevábamos una racha de cuatro victorias y un empate contra el Caspe. Llegamos en un buen momento y esa confianza es importante para el equipo", subraya.
No esconde que en su casa se está viviendo una semana "especial". Padre e hijo enfrentados, entre comillas, por el mismo objetivo. El centrocampista piensa que, en esa condición de padre, el mayor de los Arnedillo "va a querer que gane el Barbastro y que yo salga como vencedor, pero también es trabajador del Huesca y se alegraría si subiera el filial". El propio Arnedillo hijo es también entrenador del equipo infantil del Huesca, pero "soy jugador del Barbastro y voy a ir a tope para que podamos ascender a Segunda RFEF. No tengo otra idea que ascender y en ese momento el Huesca va a ser el rival que tengo delante".
El Barbastro llega de menos a más después de superar varios baches y es que pocos le daban hace unos meses como uno de los favoritos al ascenso directo. "Hemos tenido algún altibajo durante la temporada, pero creo que hemos merecido mucho más de lo que realmente hemos tenido en cuanto a puntos. Ha habido partidos que se nos han escapado por pequeños errores. Ahora llegamos a este último tramo con la posibilidad de ascender y es algo que hubiéramos firmado todos a principio de temporada".

Aunque es consciente de que es una semana diferente por lo que hay en juego, "voy a intentar que estemos lo más tranquilos posibles, sabiendo de la importancia del partido, pero hay que darle normalidad y entrenar a tope, como siempre. Y también disfrutar".
El conjunto rojiblanco buscará repetir lo que logró hace 17 años. Por aquel entonces, en 2006, logró el segundo ascenso de toda su historia a Segunda División B. El equipo obtuvo una segunda posición en liga por detrás del Universidad de Zaragoza pero ascendió tras ganar el playoff. Entre el primer ascenso -en 1989- y el segundo pasaron 17 años, justamente los mismos que entre el segundo y el que puede ser el tercer ascenso de la historia del Barbastro a la ahora llamada Segunda RFEF. Así de caprichoso es el fútbol.
Los números del equipo de Josete Tomás son muy buenos. Es el que menos goles recibe de la categoría y Arnedillo recuerda que "estamos defendiendo muy bien, desde los delanteros hasta los de abajo. Al equipo rival le cuesta progresar y en líneas generales nos encontramos bien sin balón. Es algo importante para luego, cuando lo tengamos, estar frescos y con las ideas claras para hacer gol".
Recuerda que hace dos temporadas ya vivió el ascenso de categoría junto con su compañero de equipo José Val, también oscense y canterano del Huesca. "Ahora tenemos la ocasión de repetirlo y ojalá podamos hacerlo". Pero en el campo coincidirá con otros amigos e incluso con Gustavo Abizanda, con quien trabaja mano a mano y semana tras semana en el infantil del Huesca. También con Miguel Ángel Sanz, el portero del filial y entrenador de porteros del fútbol base azulgrana. Arnedillo recuerda que jugó con Javito Almerge, a quien tendrá enfrente este domingo. "Ahora las amistades se quedan un poquito de lado y cada uno buscaremos la victoria para lograr el objetivo". Arnedillo defiende el escudo de los del Vero junto a Jorge Conte y Lucas Elbaile, ambos con pasado en el Huesca.
Ni el mejor guionista habría imaginado un final de temporada tan "bonito". "Es emocionante llegar al último con los dos equipos que se juegan el ascenso. Es una final al fin y al cabo, aunque es verdad que a ellos les vale el empate", concluye el centrocampista, quien anima a la afición a que vaya en masa al Municipal este domingo en lo que puede ser una cita histórica. "Ojalá venga el mayor número de aficionados posibles y que nos apoyen". Y que disfrute quien pueda en un partido no apto para corazones sensibles.