“Ilusión, ganas, entusiasmo y dedicación”. Es lo que ha pedido Paco Ramo, presidente del Comité Territorial Aragonés de Árbitros, al colectivo altoaragonés en el breve discurso inicial de la comida-fiesta fin de temporada que se ha celebrado este sábado en el Hotel Pedro I.
El dirigente arbitral ha recordado que concluye el curso con alegría para unos por haber cubierto sus objetivos y con tristeza para quienes no lo han conseguido. Pero “somos árbitros”, ha añadido, “y nos gusta acabar los partidos y sentirnos deportistas porque sin árbitros no hay fútbol”. Para añadir, “somos una especie distinta en el fútbol y pocas veces recibimos halagos”.
El presidente de la Federación Aragonesa de Fútbol, Manuel Torralba, ha destacado la importancia que tienen este tipo de actos, que sirven para fomentar la convivencia “y poder hacer familia”.
“Los árbitros sois pieza fundamental de la Federación Aragonesa de Fútbol y también de protección de los comités”, ha añadido, para requerirles que mantengan “la actitud y la manera de arbitrar, en la que todo se basa en la imparcialidad”.
Modesto Arjona, conductor de la fiesta, ha dado a conocer los diferentes premios y reconocimientos que se han entregado. El primero de ellos para María Monesma, no solo por su ascenso a Tercera División y haber mantenido la categoría, tan importante lo uno como lo otro, colegiada que está asentada en la 1ª RFEF femenina y camino ya del paso al arbitraje profesional femenino.
Premio también para la joven promesa del colectivo altoaragonés Pablo Oliván, que a sus 17 años ha logrado el ascenso a Primera Regional Preferente.
Dos placas de reconocimiento, una de ellas para Carlos Roda, del Ontiñena, por su implicación y difusión del fútbol aragonés “y por poner el deporte base en su lugar”.
La segunda ha sido para el periodista deportivo Miguel Ángel Blasco, recientemente jubilado y colaborador de EL DIARIO DE HUESCA, por “su labor informativa apoyando el deporte altoaragonés con una respetuosa actitud hacía el colectivo arbitral”.
Y tres momentos especialmente emotivos en el capítulo de distinciones. Una de ellas para el secretario de la delegación arbitral de Huesca, Andrés Mur, por su eficiencia y disposición. Otra para los 25 años actividad ininterrumpida “y siempre dispuesto a echar una mano”, que ha correspondido a Antonio Lobato, motivo por el cual ha recibido la Insignia de Oro del Comité.
Y una tercera para Guillermo Gómez Mur, reconocimiento “por la virtud de que todo lo que tiene a su alrededor lo convierte en bueno y por su capacidad de sacar la mejor versión de nosotros”, fruto del trabajo, dedicación y esfuerzo en las dos décadas de arbitraje.
Y como viene siendo tradicional, también se han entregado trofeos para los campeones del torneo de pádel llevado a cabo en esta misma jornada (Antonio Lobato y Carlos Cabañero) y a los subcampeones (Armando Solano y Raúl Villacampa).
El acto ha contado con la presencia del presidente de la Diputación Provincial, Isaac Claver, así como con la cúpula de la Federación Aragonesa de Fútbol, encabezada por el presidente, Manuel Torralba, junto con José Luis Torres Murillo y Francisco Fuentes (vocales de la directiva de la FAF) y Santos Rodríguez, delegado provincial de la FAF en Huesca. En representación del Gobierno de Aragón han asistido José María Cabello (director general de Personal, Formación e Innovación), Luis Mallada (director general de Planificación, Centros y Formación Profesional) y Guillermo Gómez Mur (jefe de Unidad de Programas de la Dirección Provincial de Educación).
Y por supuesto, todos los mandos del Comité Territorial Aragonés de Árbitros con su presidente, Francisco Ramo Usón; el vicepresidente y delegado del Comité en Huesca, Francisco Ruiz, y Adolfo Aragüés, vicepresidente económico del CTA.