Uno de los asuntos de la Junta General de Accionistas de la Sociedad Deportiva Huesca que concitaba mayor atención era el resultado del informe forense encargado por el Consejo de Administración a dos despachos, Villalba y Auren (esta última especializada en cumplimiento laboral), cuyos resultados fueron analizados por Cuatrecasas.
Ricardo Mur ha afirmado que era fundamental para el club retornar a la estabilidad y supurar las heridas de las temporadas anteriores, por lo que se ha esperado a final de temporada para informar de un forensic "que no va contra nadie, sino que sirve para ayudar a entender la gestión del club en años anteriores".
Ha significado el consejero-delegado que hay dos conceptos que sobresalen en el estudio del informe: "Ha habido una gestión no brillante o decididamente mejorable. Y, dos, había que dilucidar las posibles responsabilidades y, si fuera preciso, las judiciales". Al ser desde 2017, ha abundado, se han sucedido situaciones muy diferentes: dos ascensos y otros tantos años en primera, la Oikos y el declive después de no ascender tras el segundo descenso".
También ha asegurado que ha habido conversaciones con personas directivas de distintos consejos y "el diálogo ha sido fructífero. Van por buen camino y deberíamos cerrar acuerdos para mirar adelante".
El secretario del Consejo, Antonio García Lapuente, ha estimado que "no aporta individualizar ni entrar en detalle de malas gestiones o de gastos que no se corresponden con la política de compliance del club. Esto no va contra nadie a título persona. Ha habido errores de gestión y no hay responsabilidades de tipo judicial, otra cuestión es que cobraran lo que no les corresponde". Ha abundado en que, aunque las negociaciones están siendo satisfactorias, los interlocutores "han pedido contratos de confidencialidad".
En las conversaciones, están "implícitos los alquileres de la sede de Pirineos", ha añadido el abogado.
Ha tomado la palabra nuevamente Ricardo Mur para aclarar que en todos estos años el principal gasto "ha sido la confección de la plantilla de la parte deportiva. En siete temporadas, ha habido luces y sombras, hay que ser justos y contextualizar lo que ha sucedido. El objetivo es conocer lo que ha pasado, aplicar medidas correctoras y resarcir al club. Hemos sido exigentes y contundentes, pero estamos siendo discretos porque hay que entender a todas las partes. Se ha planteado con crudeza y la solución creo que es buena para todos".
Alfonso García Vicente, por resumir tras agregar que será la Junta la que tendrá que aprobar los acuerdos con los directivos de épocas pasadas, ha concluido que "no es lo mismo una gestión deficiente que las responsabilidades. Hemos establecido una hoja de ruta para ver lo reclamable".