El frío congela el juego y el marcador para que el Huesca sume un punto ante el Sporting

Los azulgranas no logran ver puerta pero suman un punto y el octavo partido en casa sin perder

Adrián Mora
Periodista
25 de Noviembre de 2022
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Kento remata de cabeza en la ocasión más clara del Huesca. Foto: LaLiga
Kento remata de cabeza en la ocasión más clara del Huesca. Foto: LaLiga

Ficha técnica

SD Huesca: Andrés Fernández; Ratiu, Jorge Pulido, Blasco, Florian; Kento, Salvador, Soko (Joaquín 64'), Marc Mateu (Gerard Valentín 80'); Juan Carlos (Carrillo 80') y Kevin Carlos (Escriche 64').

Real Sporting de Gijón: Cuéllar; Cote, Insua, Izquierdoz, Rosas; Zarfino, Rivera, Juan, Aitor (Jordán 81'); Campuzano (Víctor Díaz 67') y Cristo (Djuka 67').

Goles: Sin goles.

Árbitro: Caparrós Hernández. Amonestó con tarjeta amarilla a Juan Carlos, Pulido, Joaquín por el Huesca y a Zarfino, Juan por el Sporting.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 17 de la Liga Smartbank ante 4.498 aficionados -la peor de la temporada- en una fría tarde en El Alcoraz.

Llegó el frío de verdad a El Alcoraz y con ello la peor entrada de la temporada. El reto pasaba por volver a ser sólido, con casi 4.500 valientes en las gradas. Se congeló el marcador. No solo el frío tuvo la culpa, sino que el juego en buena parte de minutos no fue el más propicio para llegar a la meta rival. Tan solo los cambios en la segunda parte y con Joaquín, Escriche y Gerard Valentín sobre el verde hicieron recular de verdad al Sporting. Un punto para cada uno; lo más justo por el juego desplegado de uno y otro. Lo mejor es que el Huesca volvió a puntuar y encadenó el octavo partido en El Alcoraz sin perder.

Juan Carlos hizo sonar el primer ¡uy! en la grada con un disparo raso desde fuera del área que se marchó a la izquierda de Cuéllar. Es el que más sentido le da a las jugadas del Huesca pero el menos acertado en el último pase o toque. Soko lo probó también desde lejos con una diagonal de fuera hacia adentro. Su disparo con pierna zurda, muy potente, salió demasiado desviado.

Tocó proponer más de la cuenta -sobre todo para los intereses del Huesca- en los primeros compases. Los chicos de Ziganda, disciplinados, ejercían una presión alta sin balón para que Cuéllar no pudiera jugar en corto. Kevin Carlos se partió la cara con el exazulgrana Insua. La consigna parecía clara: balones al canterano para, a partir de ahí, poder jugar en campo contrario. Lo cierto es que el joven ejecutó su faena con todo el sentido del mundo, pero hasta ahí: bajó cuantos balones pudo y dio aire al equipo con sus descargas. Soko se dejó ver con alguna que otra cabalgada por banda derecha. El camerunés, ante la ausencia de Gerard Valentín -que esperó en el banco-, es el llamado a encarar y llegar hasta línea de fondo.

La ocasión más clara fue para Kento en un remate de cabeza que se estrelló en el larguero. Marc Mateu puso desde el córner un caramelo en la boca del japonés y a punto estuvo de hacer el primero. Aitor García replicó con un disparo seco casi con la exterior de su bota derecha que hizo trabajar a Andrés, aunque sin mayor peligro. Con eso prácticamente se terminó el primer acto. El señor colegiado se llevó una sonora pitada al enfilar el camino de vestuarios tras haber desquiciado a la afición local con varias decisiones muy discutidas.

Salió alegre el Huesca de vestuarios. Salvador disparó desde la frontal sin oposición pero el balón se marchó desviado a córner tras tocar en un defensor. El ex del Sporting reclamó mano. Sin llegar a más, el partido anduvo por los mismos derroteros. Mucho juego en tres cuartos pero sin llegar a concretar y multitud de disputas en el centro del campo de uno y otro equipo. Ninguno se desataba en ataque con claridad y daba la sensación que, con los mismos 22 futbolistas que estaban sobre el campo, nada iba a pasar en las áreas.

Avisó el Sporting con una ocasión. El propio Zarfino se pegó un tiro en el pie y la echó fuera cuando se plantó solo ante Andrés. Soko perdió el duelo por arriba en el pico del área, Pulido se durmió y Zarfino, con todo a placer, empalmó con la pierna diestra y la echó alta. Visto lo visto sobre el verde Ziganda agitó el árbol y dio entrada a Escriche y Joaquín por Kevin Carlos y Soko. Los recambios dieron chispa y garra al ataque del Huesca.

Algo menos de un cuarto de hora dio Ziganda a Gerard Valentín y Carrillo en lo que era su regreso tras superar ambas lesiones. El final estuvo marcado por varias trifulcas entre jugadores de uno y otro equipo: Zarfino con Florian y Joaquín con Juan Otero. Solo faltaba eso para que el balón siguiera sin llegar a las áreas.

Igual el frío invernal oscense tuvo algo que ver, pero lo cierto es que ninguno hizo méritos suficientes como para ganar. Frío y poco fútbol en el regreso del fútbol a El Alcoraz.

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