Geología e historia monegrina, un paisaje misterioso

Sin nieblas y tras las lluvias, los senderistas de Peña Guara disfrutaron de una excelente jornada

Pedro Ayuso
13 de Febrero de 2024
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El grupo en el arco de San Andrés.
El grupo en el arco de San Andrés.

El domingo pasado la sección Rutas por la Provincia de Peña Guara eligió una marcha por la comarca de los Monegros, un territorio que vertebra un espacio que recoge una interesante geología y retazos de la historia que se pierde en el tiempo.

A las nueve de la mañana, el autobús aparcó con 40 senderistas en la plaza de Usón, pueblo con historia donde se puede visitar la iglesia del siglo XII y, en lo alto de un altozano, la ermita de San Sebastián que comparte espacio con  los restos de una fortificación musulmana.

En marcha, retrocedimos unos metros para encontrar una pista en magnífico estado, por ella recorremos unos cientos de metros hasta llegar a una señal que indica la dirección que hay que tomar para llegar al “Arco de San Andrés”.

Siguiendo las señales marcadas en el suelo y bordeando un sembrado se llega a la base de un gran cerro. Hay que afrontar con ánimo la subida por la cara oeste salvando una inclinada pendiente; desde lo alto, ya en el arco y los pocos restos que se conservan de la ermita de San Andrés, contemplamos hacia el norte la sierra de Guara, también la zona del Pirineo, cubierta de nubes y las inmensas llanuras de Monegros, con los pueblos y torrollones que jalonan el terreno. De algún componente del grupo surge una pregunta sin respuesta: ¿Quién y cómo subieron los sillares para construir el arco?

Después de una foto de grupo, hay que descender con cuidado para evitar resbalones. En una zona rocosa entre carrascas encontramos un buen lugar para tomar el bocadillo y un café sin que faltara algún que otro dulce.

De nuevo en marcha caminamos por pista hasta un desvío señalizado a la derecha del que parte una senda en ascenso que nos deja en la gran explanada del mirador de Languardia; llegamos hasta un panel explicativo orientado hacia las llanuras monegrinas. Desde aquí también se observan las montañas y frente a nosotros aparece la sierra de Alcubierre. Un paisaje de “sierra y tierra callada”, como cantaba Labordeta. Un buen lugar para ver las parcelas verdes, consecuencia de las últimas lluvias y de los trabajos antrópicos que han transformado un terreno estepario e improductivo en regadío gracias al agua que proviene de las montañas.

Retrocedemos unos metros hasta encontrar una bifurcación y ya, teniendo como referencia la localidad de Fraella, caminamos por el borde de unas grandes barranqueras; siguiendo las señales balizadas pasamos por la base de los tozales nombrados como San Bartolomé y Las Horcas, este último hace referencia a que en ese lugar se ajusticiaba a los malhechores en épocas pasadas (cosas de los mitos y leyendas de la zona).

Aquí separamos el grupo, a los que no desean aventuras y los más osados seguimos por el sendero buscando unos peldaños de hierro, incrustados en los bloques de piedra arenisca para descender por ellas hasta alcanzar la pista por la que llega el resto del grupo. Tenemos tiempo y decidimos visitar la reformada Fuente de los Recuerdos.

De vuelta, una señal direccional indica el camino para llegar a Marcén sin entrar en Fraella. En media hora y subiendo unos escalones nos presentamos en un extenso bancal de arenisca de base plana donde visitamos los restos del yacimiento de Las Cías, asentamiento musulmán habitado allá por el siglo XI. Conocemos un poco la historia de la época relacionada con la Marca Superior de Al-Ándalus.

Montamos en el autobús que ha venido a recogernos y nos dirigimos a San Lorenzo del Flumen. Nos esperan Luis y su equipo del Catering San Lorenzo con un sabroso menú. Tras la comida, nos queda una visita interesantísima. El amigo Pedro Anía, vecino de San Lorenzo del Flumen y reconocido artista de la piedra nos enseña su estudio donde podemos contemplar su magnífica obra, reconocida no solo en la provincia sino a nivel nacional y también internacional. ¡Gracias, amigo!

Después de completar la ajetreada jornada, solo queda subir al autobús y regresar a Huesca. Y esperar la próxima excursión donde disfrutaremos del Barranco de Gabasa y visitaremos los magníficos pozos de hielo de Zurita. Antes, la sección de Turismo tiene prevista una salida que comenzará en Torres del Obispo y finalizará en Capella pasando por Castarlenas.

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