Entre lágrimas y muchos aplausos se ha marchado Gerard Carmona. El extremo de Bada Huesca tiene que poner punto y final a su carrera profesional como jugador de balonmano después de arrastrar durante el último año una lesión de rodilla. Este martes, en un emotivo acto de despedida en el Palacio en el que ha estado acompañado por su familia, cuerpo técnico y compañeros, ha dicho sus últimas palabras como jugador del conjunto oscense después de ocho temporadas vistiendo la camiseta roja.
"Este año para mí ha sido muy difícil. Llegué tras el verano con las pilas cargadas, con muchas infiltraciones de por medio. Pero aquí volvíamos a estar, con la misma ambición del primer día y sintiendo que había mucho por hacer. Está claro que ningún momento es bueno para lesionarse, sin embargo, para mí llegó en el peor momento, a cuatro días de empezar la liga y con la sensación de que mi rodilla se había roto otra vez", subrayaba Carmona en su carta de despedida, acompañado de su presidente, Pachi Giné.
Visiblemente emocionado, y teniendo que hacer alguna pausa para poder articular palabra, ha continuado: "Han sido muchas horas sin dormir, muchas lágrimas por un solo objetivo: volver a jugar en el Palacio. Por eso quería pedir perdón. Por los momentos en los que no he estado y me habéis necesitado. Me centré en recuperarme, y aunque no pudo ser, todos los médicos coincidían en que mi rodilla no es apta para mi profesión, yo me la seguiría partiendo por vosotros".
Ha echado la vista atrás, hasta llegar a 2016, para agradecer la labor de su entrenador, José Nolasco. "A día de hoy, no nos arrepentimos de la decisión que tomamos. Me hace muy feliz haberme vaciado por vosotros. Gracias a los integrantes del club. La calidad humana y profesional han sido suficientes para saber que si no era para vosotros, no era para nadie. Gracias a mis compañeros. Ahí fuera os miraba a los ojos y salíamos a la guerra juntos. Como hermanos. Todos por igual. Gracias por haberme dado todo lo que soy hoy. Gracias al excelente servicio médico. A la prensa, que hasta aquí lo ponéis fácil. Gracias a la afición. Gente que no conocía se compró mi camiseta y os sentía a todos tanto... Gracias a mis amigos, mi perrito que me cuidó cuando estaba mal. Por último, gracias a mi familia. Todo lo hice por vosotros y nada de esto hubiera sido posible sin teneros tan cerca. Todo ha valido la pena".
El presidente, Pachi Giné, ha tenido también unas palabras emotivas para el jugador. "Nosotros somos los que estamos muy agradecidos como club. Cuando viniste me acuerdo de tus palabras y me sorprendía lo trabajador que eres. Has batallado, sigue luchando y para nosotros ha sido un auténtico orgullo contar contigo. Esta siempre será tu casa".
Una extensa trayectoria de 8 años en Huesca
En el turno de preguntas, Carmona ha podido relatar en profundidad lo que siente en estos momentos que guardará por siempre en su memoria. "Quería que se viera esto. Contar cómo me he sentido. Lo he intentado y he llegado hasta aquí. Estoy tranquilo por lo que venga. He estado en situaciones difíciles y llegó esta que me cambió la vida", analizaba.
Ha añadido que se siente "orgulloso de ser partícipe de un grupo que salía hacia adelante en los momentos difíciles". Recordaba cuando el equipo iba último en una épica del covid, en la que "yo necesitaba estar con ellos incluso estando lesionado. Las noches aquí han sido totalmente diferentes a otro lado".
Ha agradecido el "apoyo y la confianza" del club en un momento complicado para él. Desde que le operaron, "decido recuperarme e intentar jugar. Pero a la que aprieto un poco en entrenamientos siento que a mi rodilla le falta un punto. Estaba tres días bien pero tenía que parar. Era lo mejor para todos".
Ha sido claro y conciso cuando le han preguntado por qué recomendaría a un jugador ir a Huesca a jugar: "Porque no se equivocarían". Y terminaba su comparecencia con un sentido "os quiero mucho".