Se marchaba de vacío la SD Huesca Femenino en su duelo ante Osasuna B, que se llevaba la victoria este domingo tras un gol en el inicio de la segunda mitad desde los once metros. Obligaban así a las azulgranas a regresar de vacío de tierras navarras, y apelar a la Base Aragonesa para seguir sumando en un casillero que les mantiene fuera de los puestos de descenso.
Sin duda, el partido tenía su aquel. El primer tiempo fue un fiel reflejo de la importancia de los tres puntos. Ninguno de los dos equipos era capaz de imponer su juego y hacerse con el control de la pelota. Las dos más claras de la primera parte fueron casi seguidas. Una para cada equipo. Primero la tuvo el Huesca, cuando Manogué enviaba con la izquierda el balón al lateral de la red. Pocos minutos después, las rojillas pudieron adelantarse en una jugada a balón parado que finalmente la zaga oscense mandó a córner. Un primer acto que dejaba patente la igualdad máxima entre ambos conjuntos y que invitaba a pensar que en la segunda parte, algún detalle individual podía decantar la balanza.
Y así fue, poco después de la reanudación del juego el colegiado señalaba una mano en el área azulgrana y decretaba la pena máxima. Paula Capilla transformaba el penalti con un disparo a la derecha de la portería, engañando por completo a Alba Hoyas. Tras el gol, las navarras aprovecharon el desconcierto visitante para ampliar la ventaja. Sin embargo, el conjunto altoaragonés no reblaba y trataba de reaccionar.
Verónica Rodríguez movía el banquillo y poco a poco fueron ganando terreno en el campo. No tuvieron el día las atacantes oscenses que no consiguieron conectar entre ellas e hilvanar jugadas de peligro, más allá de varios disparos desviados desde la frontal.
El Huesca lo intentaba hasta el final, pero se quedaba con la miel en los labios en su visita a tierras navarras.