Ya desde antes de las dos de la tarde, en la espera a la caravana publicitaria, se percibía un buen ambiente en la Plaza de Navarra para recibir a los vehículos de los distintos equipos de la Vuelta Ciclista a España, encabezados por la bola del mundo de Carrefour, principal patrocinador de la ronda española.
Cuando han llegado, con la música que se confundía entre los distintos ritmos, se han llevado una ovación generalizada, preludio de las que se ofrecería al pelotón. En el momento en que los automóviles se han detenido, un buen número de aficionados se han aproximado al reparto de gorras de color rojo con el logotipo de la cadena de distribución.
No han faltado, como está sucediendo en otras etapas de la ronda ciclista, algunas banderas palestinas con una pancarta en protesta por la participación del equipo de Israel y en recuerdo del conflicto en Gaza.
Tardarían todavía hora y media en asomar por Ramón y Cajal los tres escapados en la fuga, el barbastrense Sergio Samitier (Cofidis), Joan Bou y José Luis Faura, que habían arrancado en su fuga ya en Monzón, salida de la octaba etapa. Iban con casi veinte minutos de retraso respecto a la previsión.
El aspecto de las calles oscenses era espléndido, así como las tomas aéreas de Televisión Española. Han dado una vuelta por Danzantes empezando por la rotonda de la convivencia, Cabestany, calle Zaragoza, Plaza de Navarra, Alcoraz y Martínez de Velasco para salir de la ciudad, en todos los puntos con gran cantidad de público con banderolas y banderas. Detrás de los tres escapados, a casi cuatro minutos, el conjunto del pelotón con algunos ciclistas ya retrasados.
Los miles de oscenses agolpados en las aceras han dado por cumplida su misión de aplaudir con entusiasmo y admiración a los componentes de la serpiente multicolor, y han dirigido sus pasos a las casas para ver el desenlace de esta estupenda etapa aragonesa desde Monzón, pasando por Barbastro donde Sergio Samitier ha recibido el ánimo y la fuerza de sus paisanos, Huesca y final en Zaragoza.