La gran vuelta a Coma Chibosa

Los clubes Nabaín y Atlético Sobrarbe realizaron esta ruta que une los valles de Bujaruelo, Ossue y Gaube

Juan Rodríguez Bielsa
18 de Septiembre de 2025
Guardar
Coma Chibosa. CM Nabaín
Coma Chibosa. CM Nabaín

La vuelta a Coma Chibosa (Vignemale), que recorre espectaculares parajes de los valles de Bujaruelo, Ossue y Gaube, ha sido la primera gran actividad de septiembre para los y las pirineistas del Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe.

Antes del amanecer nos juntamos los participantes en Boltaña, Fiscal y Torla para dirigirnos a Bujaruelo. Tras cruzar el Ara por el puente del Mesón, quince personas salimos hacia el puerto de Bernatuara. Otros tres compañeros han decidido trasladar el vivac previsto a la corona de cumbres de Viñamala, por lo que, para recortar la ruta de este primer día, subirán por la Moskowa, siguiendo previamente el curso del Ara hasta Cerbillona.

Sin que nos castigue aún el sol, y disfrutando de las vistas de Gabietos, Taillón y otras cumbres de Ordesa, los integrantes del grupo principal subimos hasta el ibón de Bernatuara. Han sido más de 900 metros de desnivel que han resultado muy llevaderos, por la hora, y por el bien trazado sendero que nos ha conducido aquí. No en vano es la misma ruta que sigue el ganado del valle de Broto que, desde hace siglos, tiene el derecho de pasto en el vecino valle francés de la Canau, llegando hasta las faldas del Vignemale.

Tras almorzar, iniciamos el descenso por la vertiente francesa, entre pastos y riachuelos, hasta el remozado refugio de Lourdes. Poco después, al incorporarnos al valle de Ossau, podremos contemplar las gigantescas laderas de Coma Chibosa, y algunas de las cumbres que, como“gibas”, cierran su circo glaciar.

Coma Chibosa 2025 2 CMNabain
Coma Chibosa. CM Nabaín

Llaneamos hasta el fondo de este valle, donde el río se ha llevado el puente, por lo que cruzaremos de piedra en piedra. Aquí arranca de nuevo el ascenso. Casi otros 900 metros de desnivel nos esperan. Pero su variedad y belleza, hacen que no nos pesen. Cascadas, giros del río en un valle vertiginoso; las grandes paredes del pico de Tapón, o Tapou, y sus agujas; el Petit Vignemale, la Punta Chausenque,... y el glaciar que aparece a lo lejos amenizan la ruta. Llegamos a las grutas de Bellevue, que el conde Rusell mandó excavar en el siglo XIX. La panorámica hacia el macizo de Treserols y Mondarruego son espectaculares.

Remontamos hacia el norte buscando nuestro objetivo final del día: el refugio de Baysellance. Las vistas hacia las montañas del Alto Aragón y de Gavarnie no han dejado de ampliarse. Charla, cena y convivencia completan la jornada. Al fondo vemos la punta del Vignemale. El viento empieza a soplar con fuerza. Allí estarán vivaqueando tres de nuestros compañeros, para seguir recorriendo al día siguiente, uno tras otro, los tresmiles que les rodean.

La mañana del domingo es fresca. Encaramos la ascensión al collado de Ossue y luego a la cumbre del Petit Vignemale. Las panorámicas son espectaculares. Hacia todos los lados. En frente el glaciar y las cimas de Coma Chibosa. Al oeste el Midi d’Ossau, la Gran Facha, Frondiellas, Balaitous,… El macizo de Treserols, Astazús, La Munia, Tormoseta (Troumouse), las cimas de las crestas de Néouvielle y el Pic Long se nos muestran por el este, junto a otras grandes cumbres más cercanas, como el Aspé o el Arrouy, que superan los 2.900 metros.

Coma Chibosa 2025 27 CMNabain
Coma Chibosa. CM Nabaín
Logo WhatsApp
Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp para tener la mejor información

Iniciamos un largo descenso que nos llevará al refugio de Oulettes de Gaube, actualmente cerrado por obras. Allí, entre prados, riachuelos y ovejas, almorzamos contemplando la impresionante cara norte del Vignemale, surcada de corredores y vías míticas del pirineismo.

Otros 500 metros de desnivel, que remontamos a buen ritmo, nos esperan hasta el puerto de los Mulos, para pasar a la cuenca del Ara. Tres grandes cimas, que rondan los 2.900 m (Gramatuero, Chabarrú y Oulettes) enmarcan la cabecera de este largo valle aragonés, que recorreremos hacia el sur. Dejamos la ruta que flanquea la ladera hacia el puerto de Arratille y el refugio de Marcadau, y con la gran mole de Comachibosa a nuestra izquierda vamos dejando a la derecha distintos valles y pasos: el puerto de Letrero (que lleva a Bachimaña), el de Batanes (que pasa a los Baños de Panticosa) o el poco conocido valle de Espelunz, que, girando hacia el sur, se encamina a la vez hacia Catieras y hacia Ordiso. Frente a él descansamos.

La vista de la Moskowa -paso desde el Ara hacia las cumbres de Viñamala-, la “marmolera” del Monferrat, la vertiente que no habíamos visto del Tapou, el refugio de Cebillona, y luego los pasos a Francia de Plana de Alba o del Cardal; y los valles de Ordiso -con el refugio a del vado-, y de Otal, nos irán acompañando en nuestro camino hasta el mesón de Bujaruelo.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante