Guillem Vázquez ha sido renovado para una temporada más en el Club Baloncesto Peñas, al que dotará cada partido de su carácter batallador. El joven alero, importante desde que llegó en noviembre al equipo, ha sido objetivo principal desde que comenzó a confeccionarse la nueva plantilla por las características del juego de Rafa Sanz.
Guillem se incorporó en noviembre a Lobe Huesca la Magia después de que una lesión en verano le privara de su incorporación al equipo desde el comienzo. Su aportación fue claramente hacia arriba, ganando en estado de forma y confianza cada jornada para convertirse en referente dentro del equipo y completar un final de temporada excelente. Las dos T, Talento y Trabajo, son innegociables para Vázquez.
Vertical, rápido y versátil, difícil de parar a campo abierto, corre y rebotea, defiende como un león y aporta en los dos aros. Promedió 7,7 puntos, cinco rebotes, dos asistencias y 7,5 de valoración en los Play-offs, con más de 21 minutos de juego por partido. Fundamental en momentos críticos en los que hay que demostrar aplomo o, en su caso, tirar de audacia para anotar ese triple imprescindible o para aguantar los embates de jugadores poderosos. Su trabajo para y con Rafa pemitió abrazar una confianza a ambas partes que tendrá continuidad una temporada más.
Un jugador tan querido por la afición propia como tremendamente molesto para los rivales por su intensidad y porque nunca vuelve la cara, ni aun en las mayores adversidades o ante las artimañas más ingratas de los rivales. Se enfrenta ante cualquier agresividad sin perder en ningún momento los papeles, con lo que se erige en baluarte por su personalidad en la cancha que le permite no amedrentarse en ninguna circunstancia.
A sus 22 años, esta será su quinta temporada en Segunda FEB, tras su paso por Benicarló, Cornellá y Melilla antes de llegar a Huesca, lo que le otorga ya mucha experiencia en la categoría. Un joven experimentado.