Ha querido poner el Huesca un tono de humor en su tuit sobre el cántico coral a Pulido haciendo "un Ayuso", esto es, corrigiendo la textualidad de la agresión verbal de miles de personas en La Romareda en la que desearon la muerte del central azulgrana (reinterpretado como "Pulido muévete"). No lo han entendido tuiteros zaragocistas, pero nada de eso se puede esperar porque la neuroplasticidad de los practicantes de redes sociales no movería ningún medidor. Tampoco algunos medios de comunicación capitalinos que, sin embargo, han concebido como provocación las palabras del "káiser" en las que aseguró que había recomendado a su madre y su mujer que no acudieran al estadio zaragozano.
Resulta evidente que la Sociedad Deportiva Huesca ha de estudiar las medidas legales pertinentes para la sanción de un comportamiento violento y para la prevención de futuros encuentros entre los dos equipos, como preconiza la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. En el artículo 2, entre las definiciones de este tipo de actos, incluye "la entonación de cánticos que inciten a la violencia, al terrorismo o a la agresión en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos. Igualmente, aquellos que constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo".
Tanto en la ley como el reglamento, incorpora la verbal como una herramienta para cometer violencia. En el artículo 7 de Condiciones de Permanencia en el Recinto, requiere "no entonar cánticos, sonidos o consignas racistas o xenófobos, de carácter intolerante, o que inciten a la violencia o al terrorismo o supongan cualquier otra violación constitucional". Y añade en el punto 3 del citado artículo que "el incumplimiento de las obligaciones descritas en los apartados anteriores implicará la expulsión inmediata del recinto deportivo por parte de las fuerzas de seguridad, sin perjuicio de la posterior imposición de las sanciones eventualmente aplicables".
En el 15 del texto legal de 2007, sobre la suspensión del encuentro o prueba y desalojo total o parcial del aforo, se explicita que "cuando durante el desarrollo de una competición, prueba o espectáculo deportivo tuvieran lugar incidentes de público relacionados con las conductas definidas en los apartados primero y segundo del artículo 2, o que supongan el incumplimiento de las obligaciones de los espectadores y asistentes referidas en el artículo 7, el árbitro o juez deportivo que dirija el encuentro o prueba podrá decidir su suspensión provisional como medida para el restablecimiento de la legalidad".
Insisto en que la violencia no sólo es física. En el preámbulo de la ley, se manifiesta que "existe una radical incompatibilidad entre deporte y violencia, cualquier forma de violencia, incluida la verbal o aquella otra más sutil, fundamentada en la trampa, el engaño y el desprecio del juego limpio".
Y acto seguido añade que "esta presencia de la violencia deportiva en los medios de comunicación llega a empañar, cuando no a poner en duda o a contradecir, los valores intrínsecos del deporte como referente ético y de comportamientos".
En el Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. en el artículo 71 sobre los actos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes y demás incidencias producidas," que sean relevantes desde el punto de vista de la seguridad, indica que el Coordinador de Seguridad ha de extender un acta para los clubes, sociedades anónimas deportivas participantes u organizadores, y para la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, a la que deberá ser enviada dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la celebración del espectáculo".
El árbitro, que también merece su admonición de rigor al apreciar normalidad en el comportamiento del público de La Romareda como si fuera hipoacúsico o como si no hubiera retirado botellas de plástico tras el careo entre Maikel Mesa (otro cuya práctica de violencia callejera merecería estudio por los organismos pertinentes), no apuntó estas incidencias en acta, en flagrante dejación de responsabilidades.
EL HUESCA DEBE ACTUAR
Independientemente de que es presumible que el director de partido de la Liga de Fútbol Profesional habrá descrito el clima infernal contra Pulido en su labor inspectora del partido, lo que dará pie a la incoación del pertinente expediente e incluso traslado a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, la Sociedad Deportiva Huesca debería actuar porque no debe existir la figura del "pelillos a la mar" en este caso, como no se puede desatender la realidad cuando Vinicius, por poner un caso, detiene un partido legítimamente al escuchar desprecios racistas.
En esta propuesta al club, obviamente, no va incluida la respuesta concreta a la violencia escuchada ayer, pero sí la reclamación de la defensa de los intereses de la Sociedad Anónima Deportiva, la protección de uno de sus trabajadores, la imagen de toda una afición, una ciudad y una provincia, y la necesaria pedagogía que exige que los jóvenes sepan que cada acto conlleva una responsabilidad y que las infracciones han de ser reprimidas las cometa un individuo o miles de personas con los ojos inyectados en sangre pidiendo la muerte de un futbolista. En la tarde de ayer, un delito de odio coral sobrevoló La Romareda, y ni una negación triple como la de San Pedro a Jesucristo borrará ese escenario.
Ya, luego, será la resolución de los organismos pertinentes, desde luego la Comisión contra la Violencia, las que determinen si, como promueve el Reglamento, en Zaragoza y exclusivamente para esos amplísimos grupos habrá que promover campañas que difundan la deportividad, el juego limpio, la integración a través del deporte y el respeto mutuo entre deportistas, participantes y espectadores de competiciones deportivas; o bien jornadas, debates, coloquios y foros de opinión que promuevan y fomenten buenas prácticas y la sensibilización sobre la deportividad, el juego limpio, la integración a través del deporte y el respeto mutuo.
Sobre el deleznable comportamiento de algunos medios de comunicación o pseudomedios que se dedicaron a insultar al propio Pulido o a Gerard Valentín (no han debido oir a Ayuso cuando le llamaron "mongolo") procurando insensatamente ganar cuatro décimas de audiencia a través del odio, han de saber que podrán venir en la vuelta a El Alcoraz con todas las garantías de desempeño... de lo que sea que hacen.
SOBRE PULIDO
Jorge Pulido es como el Marqués de Bradomín de Valle-Inclán, feo para los zaragocistas, católico para su interior -si es que lo es- y sentimental evidente. Un buen tipo que es querido y admirado salvo en las orillas del Ebro, y que tuvo el infortunio de topar con la obvia falta de inteligencia que le atribuye en aquel hermoso gol de Javi Galán cuando quedaban unas cuantas jornadas una infracción sobre Puado que ni árbitro ni VAR vieron.
Desde entonces, el "káiser", hombre de palabras justas y comedidas, se ha visto en la tesitura de tener que recomendar a su madre y su mujer que no acudan a verlo a La Romareda, lo que no deja de ser un baldón para un país en el que presuntamente se protegen las libertades y derechos. Un tipo con toda la barba que ha de contenerse cuando un sobreexcitado Maikel Mesa actúa con supremacismo -en mi pueblo le llaman chulería- cobarde aprovechando la vociferante ola a su favor. Y se contiene.
Nuestro capitán salió ayer en Aragón Televisión recién acabado el partido. No parecía haber logrado una gran victoria, sino estar apesadumbrado. Es lo que tiene recibir un vapuleo verbal violento. Irracional, asilvestrado. Y luego narraba lo de su mujer y su madre. No es plato de buen gusto, salvo que estés desprovisto de inteligencia emocional.
Jorge Pulido no es un futbolista perfecto en sus cualidades, pero en su actitud es uno de los nuestros y uno de los tipos más honrados sobre el césped. Así que el Huesca ha de protegerle. He dicho.