"Huesca: ¡sí se puede!" es el canto hecho ánimo que, desde ahora hasta el final de la Liga Hypermotion, van a entonar aficionados y jugadores con un objetivo: asegurar con el esfuerzo y el espíritu de todos una causa común, una bandera, un emblema, una ilusión. Una iniciativa largamente concebida entre EL DIARIO DE HUESCA y la Sociedad Deportiva Huesca con el foco puesto en lo sustantivo: la perpetuación en una categoría que ha de ser plataforma para los grandes éxitos del club, que son de la ciudad y de la provincia.
Antes de cada compromiso en El Alcoraz, queremos contribuir a una comunión que se convierta en la atalaya que elevaremos para que nuestro mítico estadio, el teatro de nuestros sueños, se convierta en un fortín inexpugnable. Que Antonio Hidalgo y los chicos sepan que no están solos, que, como en la canción, alguien les ama en la ciudad -y en la provincia-, que sus defensas van a ser alentadas y sus lanzamientos a la portería rival llevarán el componente vitaminado del amor por los colores capaz de obrar los milagros.
Es tiempo de pensar en el césped, de concentrar las fuerzas, de elevar el optimismo, de proclamar que sí, naturalmente, que se puede, porque juntos no es que seamos más, sino que somos mucho mejores.
Ha sido una bonita tarde con un testigo: el video de EL DIARIO DE HUESCA, entrañable y hermoso, a los sones del himno por gentileza de sus autores, los hermanos Baltasar y Javier Monsón. Al Alcoraz han asomado tres aficionados admirables: Sergio Martínez Pichardo (presidente de la Peña 15-06), Laura Montes (jugadoraza de la Liga Genuine) y Pili Romero García (de Fenómenos Oscenses), Y la tertulia se ha convertido en una hermosa velada porque sus interlocutores han derrochado simpatía y empatía, compromiso y optimismo, afabilidad y sonrisas.
Sergio ha compartido sus minutitos con el faro, Antonio Hidalgo, en la "casa" del entrenador que es el banquillo (aunque su querencia es a salir). Laura, con la alegría de nuestra huerta, Juanjo Nieto, en el vestuario, y en el espacio del lateral... o centrocampista... o lo que sea que sea que le toque hacer. Y Pili con el espíritu indómito versión gallega, ese que los contrarios nos saben si va o viene, pero siempre aparece, un Miguel Loureiro espléndido también en la conversación.
La primera en preguntar ha sido Laura. "¿El gol que marcaste contra el Zaragoza, cómo te sentiste esa en aquel momento?" Juanjo le ha confesado que es una "sensación única" hacerlo en un derbi así y en el estadio del rival, y que es muy difícil describirla con palabras. "Sí que te puedo decir que estaba, seguramente, entre las tres personas más felices del mundo".
Laura se ha interesado por la manera de entrenar, por la intensidad que mantienen antes de los viajes, de su situación en la clasificación y las sensaciones al empatar contra el Sporting. "Sabemos que es una liga muy larga, que vamos a estar peleando y venimos haciendo un trabajo muy bueno. Vamos de menos a más y lo que queremos es que en la última jornada, como mínimo, estamos donde estamos ahora", en referencia a los puestos de salvación.
Laura Montes le ha hecho saber que su equipo de la Liga Genuine está animando "muchísimo" al Huesca. "Cuando vamos a los partidos siempre estamos: ¡Vamos chicos, vamos! y Juanjo le ha asegurado que son conscientes de ello, que perciben la ilusión que les transmiten. Y ese apoyo, como el del resto de la ciudad, les llena de fuerzas para intentar sacar los tres puntos.
"¿Tú crees que nos vamos a salvar y vamos a estar en Segunda un año más?", le ha planteado. Y Juanjo lo tiene claro. "Sí, empezamos muy dubitativos, y eso nos hacía estar ahí abajo, pero el equipo está encontrando su sitio, encontrando lo que tiene que hacer en cada partido y el equipo va a dar el cien por cien, como mínimo, para salvarse". Y, al final, como expresión de fe, manos unidas y el cántico: "¡Huesca, sí se puede!"
Sergio Martínez ha manifestado su alegría por "el subidón que ha pegado el Huesca" en las últimas semanas. "Yo creo que la afición necesitaba ese enganche", le ha dicho a Antonio Hidalgo, "y los resultados llegarán".
El presidente de la Peña 15-06 le ha dicho al entrenador que tiene un gran mérito, por haber hecho un muy buen equipo y por lograr que la afición crea en la salvación. "Ahora llega lo más difícil", le ha advertido Hidalgo, pero no parece que vaya a ser fácil poner freno a la confianza de Sergio. "Sí, ya sabemos que la Segunda División es muy larga, son 42 jornadas, pero creo que la ventaja que podemos tener es que vamos de menos a más".
El técnico ha admitido que habrá que saber sufrir y ha pedido el apoyo de los aficionados oscenses, de lo que Sergio no tiene ninguna duda. "Nosotros podemos apoyar y lo vamos a hacer en todo momento. Somos un equipo pequeño, que hemos estado siempre en la catacumba del fútbol, y ahora estamos tocando una cosa bien bonita".
Ha revelado Antonio Hidalgo, que fue un Huesca-Sabadell, disputado un mes de enero, el partido en el que más frío ha pasado en su vida. Y, confidencia por confidencia, Sergio ha confesado que su padre "ya no es ni socio, es fanático" con su carnet número 31, y que él se colaba de niño en el campo, por la puerta de los vestuarios.
"Todo el mundo debe entender que esto no se puede perder, que ya tuvimos la mala experiencia con el Peñas de baloncesto cuando bajó. Confiamos mucho en vosotros", ha añadido.
Hidalgo, por su parte, ha asegurado que los jugadores se dejan la piel y que hay que valorar entre todos lo que tenemos, especialmente en los momentos difíciles. "Nunca vamos a poder sentir lo que sentís vosotros por el club, sois del Huesca desde bien pequeñitos", ha reconocido, pero ha insistido en la necesidad de sumar fuerzas para sacar el proyecto a flote. "Los buenos momentos son muy bonitos, pero en los momentos difíciles es cuando se ve a la gente. En la vida también".
Por último, el entrenador ha asegurado que se siente muy agradecido por haber podido reengancharse al fútbol profesional y con el Huesca, a dos horas y media de su casa, con sus hijos muy cerca. "Es algo impagable", ha asegurado.
Segundo testimonio de fe, de creencia, de espíritu: "¡Huesca, sí se puede!"
Miguel Loureiro invita a Pili a que le llame Lou, si así lo desea, que es como se dirige a él mucha gente. Ella acepta y le cuenta, en primer lugar, que siente el Huesca "como una gran familia" y que sueña con que el equipo regrese a Primera.
"Cada vez que salimos al campo tratamos de corresponderos con lo que hacemos, para sacar victorias y puntos -asegura el jugador-. Es bonito saber que hacemos felices a mucha gente y para nosotros eso es un orgullo y una responsabilidad muy grande también".
Se siente cómodo en Huesca y con la gente. "Todo el mundo me ha tratado muy bien. Es una ciudad muy familiar, que acoge muy bien a la gente que llega y el entorno del club, también. Todos los trabajadores y los compañeros me pusieron las cosas muy sencillas, y por eso creo que la adaptación fue muy rápida y muy buena".
Pili le dice, abiertamente, que es un jugador muy bueno, y sorprendido y con humildad reconoce que sus palabras le hacen "sentir bien", aunque es consciente de que se encuentra en edad de mejorar y quiere seguir aportando, como su garra, su intensidad y sus ganas.
Durante un rato, hablan sobre su posición en el campo. Lou reconoce que su corte es más defensivo y que habitualmente ha sido lateral derecho, pero también es consciente de que tendrá más posibilidades de jugar, cuantas más posiciones se adapte.
Su mayor aspiración es sentirse bien en un lugar y tener sentimiento de pertenencia. "Ojalá me quede aquí muchos años", ha subrayado, y ha reconocido que, pensando en grande, jugar en Primera División, y conseguirlo en Huesca, sería un objetivo muy bonito
Ve posible la salvación, porque aprecia que el equipo está mejorando en resultados y juego. "Hay que estar tranquilo y poner todo el empeño en conseguirlo. Desde todos los estamentos del club, también se está haciendo, esperamos contar con el apoyo de la afición".
"Este equipo tiene el lema fieles siempre sin reblar. ¡Siempre!", le recuerda Pili.
Le pregunta la aficionada por su gol ideal, que él visualiza en un partido que le diera una victoria importante al equipo y que pudiese certificar la salvación, a poder ser varias semanas antes de que finalizara la liga y en El Alcoraz.
Y como buena jugada, alguna en la que él llevara el balón por la banda y terminara con un centro, rematado a gol.
"Llevamos uno días preparando el partido y estamos muy enfocados en ganar, sería muy importante hacernos fuertes aquí y a ver si podemos derrotar al Éibar y seguir en la buena racha de resultados", desea.
Por último, le gustaría que la afición vea que el equipo está implicado con el objetivo "al cien por cien", porque, dice, es el primer interesado "en que la cosa vaya bien", porque de ello va a depender el futuro del club y a nivel individual. "Si puede ser, que nos anime, que crean en nosotros, que vamos a intentar darle todos los motivos para creer y, entre todos, vamos a conseguir el objetivo", concluye.
Pero, antes de la despedida, de la piña entre todos, Pili y Lou proclaman: "¡Huesca, sí se puede!"
Y, como la unión hace la fuerta, antes del hasta siempre, los seis protagonistas de este encuentro en la fe azulgrana, bajo la atenta mirada celestial de San Jorge desde lo alto del cerro en el que se libró la primera de las batallas del Alcoraz, se juntan en el centro del césped y, antes del partido de los partidos que nos quedan hasta la gloria, hacen piña, unen las manos, las levantan al cielo y proclaman: "¡Huesca, sí se puede!" De aquí hasta el final, todos juntos.
