El ibón del Coll de Toro, entre Benasque y Arán

El Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe realizaron una salida senderista por la alta Ribagorza

José Luis Gracia Amigot
05 de Octubre de 2023
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El grupo en el Coll de Toro.
El grupo en el Coll de Toro.

Fin de semana repleto de actividades montañeras. Comenzó este viernes pasado con la celebración por parte del CAS de su día, en el que, entre otros premios, se entregó una mención de honor a título póstumo a José Ramón Monclús por su labor como coordinador de actividades del Club de Montaña Nabaín durante las pasadas dos décadas. Posteriormente, el sábado, el Club Nabaín estuvo presente en la gran marcha reivindicativa al puerto de Canal Roya, en la que se leyeron distintos comunicados y se explicó el aberrante proyecto de unión de las estaciones de Astún y Formigal. Por la tarde de ese día, la investigadora Ana Moreno Caballud en Boltaña, nos brindó una interesante charla con los resultados de sus investigaciones en cuevas del Sobrabe, con preocupantes noticias sobre el cambio climático de nuestro planeta. De esta manera, nos plantamos a primera hora del domingo -en Boltaña, Aínsa, Campo y Benasque- 23 caminantes y el perro Fosco, socios del Club Nabaín y del CAS, junto a algún amigo del CER, para cubrir los aproximadamente 12 kilómetros de que constaba la circular, que partiendo de La Besurta (1.920 metros), subía hasta el Refugio de La Renclusa (2.138 metros) y al collado del mismo nombre (2.281 metros), para descender rápidamente al Plan D'Aiguallut y subir por fin al ibón del Coll de Toro.

Al ser una excursión no muy exigente, aún nos quedaron fuerzas para ascender 100 metros más hasta las Basetas del Coll de Toro, pequeños ibones encaramados en un escalón superior al Coll, y desde los que se podía observar una vista espectacular del macizo del Aneto con lo que queda de los glaciares de Barrancs, Aneto y Maladeta Oriental. Desde allí pudimos comprobar las consecuencias desalentadoras del cambio climático que unas horas antes nos había presentado Ana Moreno.

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 Ibón del Coll de Toro.

Después de comer un bocado y haber contemplado, descansando, el ibón y los baños en él de Fosco, nos volvimos a colocar las mochilas en la espalda para volver por el camino viejo a La Besurta, pasando por el barranco de L'Escaleta, el plan, la cascada y el Forau d'Aiguallut. Chusé y su mascota Fosco, aún se quedaron para hollar la cima de la Tuca Pomero de 2.711 metros de altitud, despidiéndonos allí de ellos hasta otra nueva jornada montañera.

Añadir, por último, que el agua que se esconde y desaparece por el Forau, emerge en una surgencia ladera abajo del Ibón del Coll de Toro en los denominados Ojos del Judío (Uelhs deth Joeu, en aranés) en Artiga de Lin (Valle de Arán) para acabar en el río Garona, posible objetivo de otra excursión por estos lares.

Fueron, en fin, alrededor de 12 kilómetros, 700 metros de desnivel acumulado y 6 horas de marcha tranquila, disfrutando de un domingo "veraniego" de otoño en uno de los más bonitos parajes del Pirineo Aragonés.

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