Inés Bergua es pura “energía positiva”. Lo repite hasta la saciedad y lo refleja en el tapiz con el encanto olímpico que le adorna. Lo comparte con sus compañeras del conjunto español de gimnasia rítmica que este 9 y 10 de agosto van a hacer realidad el sueño tan perseguido y trabajado. La gimnasta oscense, antes de emprender el viaje a París, atendió a EL DIARIO DE HUESCA para la revista laurentina que nuestros lectores encontrarán en sus kioscos.
Ocho horas diarias, seis días a la semana. Yunque y martillo. Así durante casi ocho años. “Están siendo semanas duras, pero el cansancio, la fatiga o los nervios por la cercanía de la competición se compensa con todas las ganas que tenemos de ir a París, de competir y de hacer lo que sabemos hacer y estamos haciendo toda la temporada”, afirma la gimnasta oscense. En septiembre iniciará su octava temporada en el CAR de Madrid y muestra una madurez y una personalidad digna de los galones que la convierten en la capitana del equipo a sus 20 años.
Al mismo tiempo que es deportista de alto nivel, trata de llevar sus estudios de Derecho de la mejor forma. “Creo que la disciplina que aplico en la gimnasia rítmica es la misma que en mi vida estudiantil”, comenta, porque “los estudios han sido algo primordial en mi vida. Al mismo tiempo que soy deportista de alto nivel, intento llevar mi vida académica de la mejor forma posible. Es verdad que en este año olímpico me lo he tomado con más calma, pero estoy compatibilizando las dos cosas”.
En la última prueba de Copa del Mundo previa a los Juegos, en Napoca (Rumanía) se vio a una España de cruz (el ejercicio de cinco aros, octavo en la final) y cara (oro en el mixto) con una encomiable capacidad de reacción para revertir la situación en un abrir y cerrar de ojos. “Forma parte del deporte de alto nivel que no todo puede salir perfecto. Nos sucedió en Napoca para que no se repita en París. De esa competición me quedo con el enterazo que nos salió en el ejercicio mixto y que nos llevó al oro. En ese momento, lo que hay que hacer es estar más unidas que nunca e intentar olvidar lo que acabábamos de hacer. Es difícil dejarlo atrás, pero es lo único que te ayuda a concentrarte en lo que viene después, en lo único que está en nuestra mano, que en ese momento era el ejercicio mixto. Si te quedas atascado en el pasado, lo más probable es que lo puedas repetir. Así que, ante la adversidad, mucha fuerza, muchos ánimos, mucha unión y mucha energía positiva”.
Inés Bergua y sus compañeras buscan “la perfección” en París. El primer día, para clasificarse entre las ocho primeras de cada ejercicio que les dará el pase a la final del día 10. “Aspiramos y soñamos con estar en lo más alto. Sobre todo, hacer bien nuestro trabajo, que es lo que está en nuestra mano. Luego hay factores externos que no dependen de nosotras. Y una vez hayamos hecho nuestro trabajo, ya podemos estar tranquilas porque habremos hecho lo que está en nuestra mano. Por supuesto, soñamos con una medalla”.
“Disfrutar y exprimir al máximo esta experiencia”, anhela Inés Bergua, que destaca la evolución de los dos ejercicios de España, que se crearon con el firme propósito de poner el listón lo más alto posible para elevar la nota, objetivo que la oscense considera cumplido. “Los ejercicios de este año son muy ambiciosos. Tienen una nota muy elevada, una historia detrás super trabajada. El ejercicio de cinco aros es una música flamenca que representa el carácter español, nuestra fuerza, desde la posición inicial en la que hacemos una bata de cola, además de expresar el paso de niñas a mujeres, que es también lo que nos caracteriza en este momento. La evolución que hemos tenido en este ciclo, lo que hemos madurado y lo unidas que estamos en este momento, que también se plasma en el tapiz. Y el ejercicio mixto es una obra de arte y desde luego super adecuado e idóneo para este momento en el mundo, en el que necesitamos tanto la paz mundial. Comenzamos representando el símbolo de la paz y con la música de John Lennon de Imagine, intentamos representar esa solidaridad y esa calma, al igual que plasmamos el caos de la vida que está presente con la música de Fast and Furious”, desgrana Inés Bergua.
Con esos argumentos, la capitana del conjunto incluye a España en una terna de favoritas en las que aparecen en su pensamiento Israel, Bulgaria, Italia y China.
Va a ser la cuarta altoaragonesa y segunda oscense en unos Juegos de verano. Gemma Usieto, Conchita Martínez -con dos medallas de plata olímpicas en Barcelona y Atlanta y un bronce en Atenas- y María José Pueyo marcaron el camino de nuestras representantes femeninas. “Siempre digo que que voy muy orgullosa de venir de donde vengo y de sentirme arropada por la gente de Huesca y de Aragón. Lo siento muy cerca y sé que es un apoyo sincero. Mi familia del Club 90 también está muy presente conmigo, vaya donde vaya. Sé que cuento con su apoyo pase lo que pase. Es muy bonito ver y sentir su cariño, desde siempre”.
MADERA DE LÍDER
No es casualidad que “nuestra” Inés Bergua lidere el conjunto español. “Desde pequeñita soñaba con estar en el equipo nacional, con ir a unos Juegos Olímpicos y también ser capitana entraba en mis planes”, afirma. Asegura ser “muy feliz” de liderar un grupo en el que “intento aportar lo máximo posible de mi fuerza, de mi energía positiva, de mi capacidad de lucha y de mi esfuerzo”.
Pero, advierte, es una tarea común: “es algo que nos contagiamos mucho entre nosotras, es algo fundamental que veamos que cada una somos imprescindibles, cada una tiene su rol y sus funciones. Personalmente, trato de transmitir mi confianza, mi seguridad, mis ánimos cuando cuesta un poco más y ojalá en los Juegos pueda seguir transmitiendo estos valores”. Palabra de (gran) capitana.