El Mundial de Sofía, en septiembre del año pasado, abrió de par en par las puertas de los Juegos Olímpicos para Inés Bergua. La gimnasta oscense ha hecho realidad el sueño de toda deportista y a sus 20 años, en París, podrá disfrutar de una experiencia única en su vida. El Comité Olímpico Español ha publicado una entrevista realizada a Bergua junto con su entrenadora, María Pelaz, en la que, con frescura, de forma abierta y sencilla, se muestra tal como es.
“Para mí la gimnasia rítmica lo es todo. Es mi vida. Una forma de vivir, de actuar y de pensar, porque todo lo que yo aprendo en este deporte lo aplico a cualquier ámbito de mi vida. El pasado es el presente y es el futuro. Todo lo que yo hago, digo y gira en torno a la gimnasia rítmica”, afirma.
Recuerda Inés Bergua que introdujo la rítmica en su vida con 3 años y se enorgullece de haberlo hecho a través del Club 90, en Huesca, “y empecé porque lo había practicado mi tía y les comenté a mis padres que seguramente me gustaría. Y efectivamente, en el momento en que lo probé quise seguir yendo a entrenar. Al principio más como un hobby, para pasar el tiempo y pasarlo bien con mis amigas. Luego ya fue aumentando el rendimiento, la exigencia y las horas de entrenamiento hasta llegar aquí”.
La entrevista es, además de una declaración de intenciones, toda una exhibición de madurez a sus 19 años. “No lograr un objetivo es también parte del proceso. Es tan necesario lograrlo como no lograrlo. Yo intento utilizar esos momentos de desmotivación o frustración para no hundirme y para intentar salir adelante todavía más fuerte. Es necesario caerte para poder levantarte”.
Le preguntan hacia dónde vuela su mente instantes antes de afrontar una competición y saltar al tapiz. “Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Piensas en todo el tiempo que llevas practicando ese montaje, en cada elemento, en tus compañeras y en ti. Hay pensamientos que no puedes controlar. Pero en el momento en el que piso el tapiz, y sobre todo antes de que suene el pitido para comenzar el ejercicio, intento dejar la mente en blanco, no pensar en nada y dejarme llevar”.
Apunta Inés hacia “la flexibilidad en la espalda” como aspecto a mejorar ya que considera que “no es uno de mis puntos fuertes”. Y entre los aparatos, señala la cuerda, “no he hecho nunca y no tengo tanto manejo y soltura”.
“Conseguir la clasificación directa era uno de nuestros objetivos principales. Nos habíamos centrado en hacer nuestro trabajo lo mejor posible, que llegara esa clasificación de forma anticipada y no tener que lograrla este año aquí en Valencia también es un alivio. Nos sirvió de motivación de cara a esta temporada para seguir evolucionando, mejorando y trabajando”, indica la oscense.
Para Bergua, “ir a unos Juegos Olímpicos es el sueño desde que tengo uso de razón, es para lo que trabajo, para lo que he estado trabajando todos estos años. Es ver que ese sueño cada vez se acerca más y que ya no es una utopía sino que de verdad se puede hacer realidad. Es también una recompensa a todos estos años y a todas estas horas de trabajo. Hasta que ese momento llegue, quiero disfrutar de cada meta que me ponga, de cada competición, de cada exhibición y de cada entrenamiento”.
Comenta Bergua que la de la gimnasta “es una vida muy ajetreada, un no parar, desde que empieza el día hasta que termina. Primero voy a la Universidad, luego vengo a entrenar, a veces tengo clases por la tarde y vuelvo a entrenar porque tenemos doble sesión diaria de lunes a sábado y los domingos libramos”.
Y en sus pocos ratos libres, “me encanta leer, escribir, pintar, también dormir y pasar el tiempo en familia. Aunque eso no lo puedo hacer tanto, es lo que me gusta”.
PELAZ: “INÉS ES LA DEPORTISTA QUE TODO ENTRENADOR QUERRÍA TENER”
Ana María Pelaz, ex gimnasta, es la entrenadora que la está moldeando desde la llegada de Inés Bergua al CAR de Madrid y sus palabras muestran la admiración y la confianza que tiene en su joven pupila. “Inés es una gimnasta que tengo desde los 12 años, es puro trabajo, es responsable, disciplinada, es el deportista que todo entrenador querría tener”.
La preparadora señala que su misión en conjunto es “llevar al equipo a su máximo en todos los aspectos, tanto físico como psicológico, que se note una madurez desde que comenzaron hasta llegar a unos Juegos Olímpicos”.
Pelaz confía plenamente en Bergua, en la seguridad de que “todos los objetivos que ella quiere, los llega a cumplir”.
Son muchas horas diarias de trabajo conjunto sobre el tapiz, de ahí que nadie mejor que la entrenadora para aleccionar a la gimnasta. “El consejo que le puedo dar es que todavía a día de hoy tiene muchas cosas que ofrecer, que dar y muchos méritos que conseguir. que siga trabajando de la misma forma que lo hace porque al final es el trabajo el que te da el respaldo para poder salir a pista”.
Pelaz confiesa que haber obtenido el billete olímpico de París dos años antes de los Juegos, “no nos lo esperábamos, era más para el Campeonato del Mundo de Valencia de 2023, en casa, y aparte de celebrarlo con mucha alegría, nos ha cambiado por completo la planificación”.
El anhelo que muestra la entrenadora es rememorar los éxitos que han acompañado a este deporte. “Que la rítmica española vuelva a subir a un podio es el sueño de cualquier entrenador y deportista que está trabajando para ello, pero por ahora nuestro trabajo es seguir mejorando y evolucionando y enseñando el trabajo diario que hacen las gimnastas y todos los técnicos que estamos con ellas. A Inés le digo que siga con la misma humildad, como hasta ahora, y que aunque tenga un día malo se siga levantando”.
EL DÍA 31, COPA DEL MUNDO EN SOFÍA
Curiosamente, el calendario internacional de Inés Bergua comienza este año donde felizmente acabó la temporada pasada, en Sofía. En la capital búlgara se disputa la segunda prueba de Copa del Mundo del 31 de marzo al 3 de abril, para la cual la oscense ya está incluida en la convocatoria de la selección.
Un calendario que ya no se detendrá hasta el final del verano. Este fin de semana hay Copa del Mundo en Atenas (España solo va en individual con Polina Berezina y Teresa Gorospe), después está la cita de Sofía y a continuación aparecen Copa del Mundo en Baku (21-23 de abril), Torneo Internacional de Portimao (30 de abril-2 de mayo), Copa del Mundo de Portimao (5-7 de mayo), Campeonato de Europa en Baku (7-21 de mayo), Copa del Mundo en Cluj-Napoka (14-16 de julio), Copa del Mundo en Milán (21-23 de julio) y por fin el Campeonato del Mundo en Valencia (23 al 27 de agosto).
La de Valencia será la última gran cita de este año preolímpico y el mejor test, sin presión para las españolas, para evaluar la preparación que llevan de cara a los Juegos de París en 2024.