Nos queda la duda de si de verdad Inés Bergua ha tenido descanso este fin de semana con tantas emociones y tan bullicioso. Porque menudo trajín ha tenido. De un lado a otro, con esa dulce sonrisa, con su mejor semblante, con la humildad que le acompaña. Con el don de la ubicuidad. Aparecía por todas partes, atendía a todas las llamadas y requirimientos, se ha hecho mil fotos con la gente, con "su" gente, con esa familia que le adora en Huesca, sus niñas, sus compañeras, sus entrenadoras del Club 90. Todas las que de mayor "quieren ser Inés Bergua".
Inés, atenta también a los medios, ha demostrado su grandeza con la mejor de sus sonrisas y sin poner reparos a nadie. Al contrario, todo facilidades. Por eso esta pequeña es tan gigante. "Aunque han pasado muchos años, en el fondo sigo siendo la misma niña y con esa misma ilusión. He ido cumpliendo todos los sueños que me había propuesto, pero aún me quedan. Mucho trabajo, mucha motivación, muchas ganas de luchar, mucha gente que me ha apoyado y me ha ayudado en el camino. Estoy muy ilusionada de estar aquí hoy y volver al sitio donde empezó todo”.
Un escenario, el Palacio de los Deportes, donde con su Club 90 entrenaba y competía. "Ha sido volver a casa, me siento super arropada con el cariño de toda la gente. Me cruzo un pasillo y me encuentro con no sé cuántas personas… Me siento muy bien acogida y en este Pabellón en el que he pasado tantas horas y donde hice mi primera exhibición con tres años y también donde me dijeron que me cogían para la selección española. En este mismo vestíbulo”.
Un vestíbulo, en efecto, que ha sido como volver por el túnel del tiempo seis años atrás. "Me acuerdo de cómo me sentía en ese momento, de cómo me siento ahora al recordarlo. Con nostalgia, con ilusión y con alegría. Mirar el pasado son ganas de seguir trabajando en el futuro y seguir cumpliendo todo aquello que me propuse”, ha dicho.
Y además con galones de capitana del conjunto español. "Intento ayudar en todo lo que puedo a mi equipo, que traten de verse reflejadas en mí. A veces es complicado porque cada una es muy distinta y al fin y al cabo también es aprender cómo tratar, cómo relacionarte con las demás, cómo les puedes ayudar y cómo no les ayudas. Supongo que eso también es aprendizaje, pero eso forma parte de un gran equipo, en el que cada una aportamos algo distinto. Aunque yo sea la capitana, todas aportamos y es necesario el rol de todas".
"Todas a una, en equipo todo suma", es el lema que preside la labor del conjunto senior de España que estará en los próximos Juegos Olímpicos. Y así lo reafirmaba la joven gimnasta oscense: "Si cada una rema solo para ella misma, las cosas no salen adelante. Es necesario que todas, con el mismo objetivo, pongamos nuestro granito de arena y que todas aportemos algo".
Una suma de valores como el sacrificio y el esfuerzo, además del talento, fundamentales para conseguir el objetivo. "Cuando se formó este nuevo equipo senior absoluto, con Alejandra (Quereda) y Ana (Pelaz) al mando, se ha visto una gran evolución cn el paso de los años, hemos ido aprendiendo y creciendo como gimnastas, hemos ido luchando. Siempre lo decimos, pero es verdad, somos unas luchadoras todo el equipo y es lo que se ha visto reflejado en el tapiz y en cómo nos hemos superado en cada competición y detrás de cada reto y cómo hemos ido escalando consiguiendo la clasificación olímpica el año pasado, la medalla europea y las medallas de los Mundiales", asevera Inés Bergua.
Una evolución que se ha acentuado en los dos últimos años con la cosecha de excelentes resultados en las Copas del Mundo, en los campeonatos de Europa, en el Mundial de Sofía donde se logró el billete olímpico y en el de Valencia hace un par de meses con sendas medallas de bronce y plata. Y a título personal, el premio nacional "Carrera Dual" del CSD por sus brillantes resultados académicos y deportivos. "Estos éxitos no son más que el reflejo de todo el trabajo que hay detrás. A veces no se ve recompensado, en otras ocasiones sí, pero siempre merece la pena que haya medallas a pesar de todas las horas, del sufrimiento, de la lucha, de los días tristes. Porque luego vienen la alegría y la felicidad que te motiva a seguir y a entender que este proceso es necesario cuando te caes para volverte a levantar", afirma la gimnasta.
Nadie mejor que ella precisamente para dar un mensaje a todas esas pequeñas que en Huesca han participado en la Copa Base Iberdrola y que no han tenido en su minuto y medio de actuación la recompensa a muchísimas horas de trabajo. "A todas nos ha pasado, a todas se nos han ido aros, cintas y pelotas fuera del tapiz. Todas hemos fallado y nos hemos caído. Pero de eso se trata, de saber recomponerte y entender que el deporte es así, son fallos y aciertos, las dos cosas. Y sobre todo que no pierdan la ilusión. Al revés, que eso les sirva para seguir motivándose, para continuar queriendo luchar, para no rendirse y para entender que nada de lo que se propongan es demasiado grande o muy lejano, que eso es lo último que tiene que pasar".
En Atlanta 96 fueron "las niñas de oro", en Río 2016 subcampeonas olímpicas y ahora tenemos París 2024 a la vuelta de la esquina y con grandes expectativas. ¿Qué puede pasar? "¿Qué va a pasar?. Nadie lo sabe, ninguna sabe lo que puede pasar en el futuro, ni en el mes que viene. Pero mientras tanto, nosotras trabajamos para llegar en nuestra mejor forma posible, Somos un equipo con muchísima capacidad, las entrenadoras están intentando que seamos las mejores y nosotras luchamos también cada dia por ser las mejores. Una vez salgamos al tapiz y hagamos nuestro trabajo, no podremos sentirnos más orgullosas y satisfechas. Trabajamos para llegar a los Juegos de la mejor manera posible y quedarnos tranquilas. Queda un año muy bonito, vamos a disfrutar del camino mientras tanto y ojalá en París podamos terminar este sueño de una forma muy bonita".