Tenía que llegar. La SD Huesca Juvenil División de Honor logró el pasado fin de semana la primera victoria del curso 2025/26. Y lo hizo por todo lo alto, superando al Cornellà con una goleada (6-0).
Su entrenador, Íñigo Ros, comenta a este diario que "estamos contentos. Desde la victoria se hacen las cosas con más alegría y con más credibilidad. Estamos contentos por los tres puntos y por cómo se produjo". Goleada y puerta a cero. No se puede pedir más.
"Las tres primeras ocasiones fueron tres goles y eso nos dio tranquilidad. Eso provoca que el contrario se desordene y acabes aumentando la renta. Más allá del resultado, estamos en buena dinámica y los chavales quieren crecer. Es lo importante para ser mejor como equipo", subraya el entrenador.
El partido del Nàstic -recuerda- "fue bueno y quizás merecimos más. Es cierto que contra el Sabadell no salió un buen partido y muchos jugadores no estuvieron bien para competir en esta categoría. Es una competición muy complicada y estamos entrenando bien para ser mejores".
Sobre la lesión de Gabri Blasco, producida en este último partido, anuncia que el jueves se conocerán los resultados de la resonancia para ver el alcance de la lesión.
Nico Roche fue la estrella ante el Cornellà por los cuatro goles que anotó. "Los números están ahí y no es fácil hacer cuatro goles. Está entrenando muy bien y está mejorando en su trabajo. Eso le dará a él y a sus compañeros estar más cerca de poder estar en un equipo profesional. Es un chico que viene de Zaragoza y creo que nos puede aportar mucho. Tiene capacidad para progresar en el mundo del fútbol, pero tiene que seguir aprendiendo. Es una temporada muy importante para él y tiene que dar un paso adelante en cuanto a números y responsabilidad".
Sobre los tipo de partido que puede haber a lo largo de la temporada, Ros deja claro que "intentamos adaptarnos a lo que nos ofrece el equipo contrario, pero tenemos que tener identidad propia. Nos gusta tener el balón y hacemos transiciones rápidas. Somos capaces de adaptarnos a todos los contextos. Tenemos que estar cerca de nuestra mejor versión para sacar puntos de todos los campos. Si no es así, es difícil sacar algo".
También habla de su transición desde el filial, al que entrenó la temporada pasada: "Estoy muy contento. Es una exigencia diferente. Como entrenador estoy aquí para seguir aprendiendo y esta categoría me va a aportar muchas cosas. Estoy disfrutando mucho del proceso y puedo aportar a los chavales en su formación".
La Tercera RFEF y la DHJ están a un nivel muy parecido y, por poner un titular, Ros recuerda que la DH es "la Primera División Juvenil, por lo que hay muy buenos equipos y cuerpo técnicos. La exigencia que te ofrece el Barcelona, Espanyol o Damm... Son clubes que apuestan mucho por la cantera y la exigencia de enfrentarte a ellos es muy grande".
Eso sí, igual que en Tercera, "te obliga a adaptarte a muchos contextos como el campo de San Cugar o terrenos de juego más pequeños que te exigen otras cosas. Es exigente y es muy bonita. Para mí como entrenador es muy ilusionante".