Todo comenzaba en Bentué de Rasal de la forma habitual en las actividades del Club de Montaña Javieres. Javier Cruchaga, el presidente, contextualizaba la ruta con esas apreciaciones que añaden significado y emoción al recorrido. La visita a la Fuente Santa Fimia, que descubrió "a cuatro patas" porque la maleza impedía acceder. Él fue el que limpió la senda y dejó expedito el manantial.
Luego, refería que tuvo su importancia en la Guerra Civil, porque a uno y otro lado combatían los republicanos (Arguis) y los nacionales (Bentué de Rasal). 18 meses estuvieron "dándose caña unos y otros. Bueno, tampoco debió ser muy grave porque estuvieron año y medio", agregaba provocando risas.
Aunque a esas horas, las nueve del sábado, el cielo estaba encapotado, ya anunciaba el presidente que el día despejaría y acabarían con sol. Así, como si todo estuviera programado incluida la meteorología, los 62 javieres iniciaron la IV Marcha del Valle del Garona-Santa Fimia-Presín, coorganizada por el Ayuntamiento de Arguis y con la Asociación de Vecinos de Bentué de Rasal como colaboradora.
Una jornada para poner en valor el patrimonio cultural y natural de este entorno dando a conocer un valle agreste, poco conocido, rodeado de sierras y barrancos, con el río Garona y Bentué de Rasal como grandes referentes.
Recorrido cambiado respecto a anteriores ediciones, modificado desde la previsión por las fuertes lluvias que obligaban a utilizar algún tramo de carretera, aunque les esperaba barro en parte del trayecto. Poco antes de la cresta del camino de Caldearenas Aquilué, dejaron la senda principal y se fueron a la nueva senda recuperada hasta la Fuente de Santa Fimia, aguas frías y cristalinas.
A partir de ahí, continuación hasta llegar a la senda de Presín que viene desde La Barza, ascenso al Pico Presín (1.430 metros) y, tras disfrutar de las preciosas vistas del Pirineo, retorno al camino de Aquilué hasta llegar a la plaza de Bentué de Rasal. El premio a los 8,2 kilómetros, con 490 meros de desnivel, bocadillo de jamón, refresco y trenza, que no es mala manera de decirse "hasta siempre", que será pronto.