España es por primera vez la anfitriona en un campeonato del mundo de mushing que está teniendo un gran crecimiento en federados y aficionados. En la localidad soriana de Ólvega se disputan los Campeonatos del Mundo IFSS sobre tierra con la participación de 90 deportistas españoles. Hasta allí se han desplazado más de 500 participantes llegados de todo el planeta con la intención de reeditar los títulos de campeones del mundo.
Y en la representación española hay que destacar la participación de los altoaragoneses Jesús Español y Pedro Más. El primero es de Pomar de Cinca y el segundo de Binéfar, ambos vinculados al club Oscanicross. Los dos van a competir este próximo fin de semana en sendas etapas de 5,8 kilómetros y en la misma categoría, 8R, considerada la “prueba reina” sobre tierra.
Tanto Español como Más conocen y han entrenado en las últimas semanas en el circuito mundialista, que ya ha sido escenario de varios campeonatos de España. Coinciden en que se trata de un trazado “bastante rápido, con una última zona de sube y baja que parece la más complicada”. Y esperan rondar una velocidad media entre los 29-31 km/h.
Jesús Español ya atesora experiencia en campeonatos internacionales. Afronta en Olvega su tercer Mundial en tierra tras los que vivió en Aranda de Duero en 2003 y en Borken (Alemania) en 2012. En nieve ha estado en dos mundiales (Francia y Alemania en 2018) y en dos europeos (Polonia en 2009 y Francia en 2013).
Correr sobre la tierra o la nieve es como hablar del día y la noche. Totalmente diferente, preferible correr sobre el manto blanco. “Si me desplazo es mejor para correr en nieve y esta vez al ser el Mundial en Soria, muy cercano, es una buena oportunidad. Hay que aprovecharla porque no hay muchas competiciones. Aparte, también vamos a competiciones que no son oficiales”, comenta Español, tras haber sido ayudante en varias ediciones de la desaparecida Pirena o haber estado en alguna ocasión en la travesía Monegros.
“Lo afronto para disfrutar. Hay bastante nivel y la gente que viene es especialista en carreras cortas. Mis perros están más preparados para distancias de 20 a 25 kilómetros. Y es una buena ocasión para aprender de la gente que viene, que es lo mejor del mundo”, apunta el musher de Pomar.
Español tiene 14 perros y ahora le toca elegir a los ocho con los que este mismo jueves va a desplazarse a Olvega. “Tengo que coger a los más rápidos, al tratarse de una distancia sprint. Las edades van desde los dos años y medio hasta los ocho años que es el mayor. En tierra estamos entrenando desde finales de septiembre, sobre todo haciendo músculo, preparando con peso para darles velocidad”.
Acude con un carro que pesa algo más de 40 kilos, que se suma al suyo, y los perros pesan entre 22 y 25 kilos, con lo cual existe un equilibrio para llevar a cabo un buen nivel competitivo. Incide, no obstante, en que “me hace más ilusión correr en nieve, este año queremos ir al campeonato de España, previsto en San Isidro, además de los campeonatos navarro o catalán y alguna carrera en Francia”.
Jesús Español se inició en el mushing en 1994, pero fue en el 95 cuando hizo su primera carrera. Y se le ve absolutamente “enganchado”. “Una vez que te metes, es difícil salir. Mis perros comen muchísimo mejor que yo. Los cuido con un gran mimo. Tienen pienso, carne, complementos… Son auténticos atletas y los cuidamos con todo tipo de detalles para que no se dañen. Tienen sus botines de tierra y nieve, su vestimenta... procuro que no les falte de nada. Y por supuesto, todo tipo de cuidados y controles médicos”, asevera, mientras sigue entrenando por los caminos de Pomar.

PEDRO MÁS, ENTUSIASMADO
El binefarense Pedro Más comparte el entusiasmo de su amigo Jesús Español. Tiene menos experiencia en competiciones pero se le ve igualmente “enganchado” con este deporte. Y confía en lograr unas buenas prestaciones en Olvega. “En los entrenamientos que hice en el circuito salió una media de 24 km/h, pero puedo llegar, y espero que así sea, hasta los 30. Aunque la mayoría alcanzan los 32 y hay gente de gran nivel que alcanza los 34. El carro con el que voy es ligero y tengo que seleccionar los ocho perros con los que voy a correr, entre los catorce que tengo”, explica.
Ha vivido dos etapas en el mundo del mushing. Lo dejó hace diez años pero lo retomó. “He vuelto fuerte, pero no es lo mismo”, comenta, después de haber acudido como ayudante en pruebas como la Pirena o en Olvega. “Este deporte es muy duro. No todo el mundo lo puede entender y tienes que cuidar mucho, en el día a día, a los perros. Si salimos de casa, al segundo día ya estoy volviendo. El año pasado en el campeonato de España pagué cosas de novato. El objetivo es disfrutar y que no se enreden o no se equivoquen en los cruces, que es lo peor que te puede pasar”, indica.
En su categoría 8R, junto a él y Español, hay un tercer musher español, “es todo un logro”, y espera la primera manga el sábado “porque allí veremos nuestro nivel”.
Se pega unos madrugones de aúpa. A las cinco de la mañana ya está corriendo con sus perros por los caminos de San Esteban de Litera porque un par de horas más tarde tiene que ponerse a trabajar. “Supone un gran sacrificio. Si no madrugas, tienes que entrenar por la noche, después de doce horas de trabajo. Estás todo el día pendiente. Y los perros comen y duermen que da gusto”.
Con experiencias como la de la travesía Monegros que vivió hace una década, antes del parón que tuvo, afronta el Mundial en una modalidad totalmente nueva, la de Sprint. “Llevamos tres meses preparando y el entrenamiento es nuevo porque no es fácil hacer que los perros vuelen para competir en esta distancia o que hagan trote cuando la carrera es más larga”.
El literano cuida los últimos detalles y la estrategia. “Se trara de que vaya delante el perro más rápido y que menos se distraiga y los más lentos irán detrás. Es mejor la carrera sobre nieve porque el perro sufre menos”, coincide con su compañero Español.
Asegura Pedro Más que tiene “los nervios a flor de piel” cuando el Mundial está ya encima. “Es un deporte que lo hacemos por amor al arte porque aquí no hay esponsorizaciones ni ganas dinero. Al contrario, te cuesta. Pero llevamos tantos años que nos gusta mucho y lo que queremos es que haya gente joven que venga detrás. Procuramos que sea lo menos doloroso para el bolsillo, porque es costoso. Pero es un deporte que engancha. Eso sí, el camino hasta aquí no es de color de rosa. Siempre aparecen dificultades y se sufre”, apostilla.