Jorge Pulido salía a dar la cara a zona mixta tras la derrota de la SD Huesca en Albacete. Una derrota que fue un palo en toda regla por la forma en la que se dio. De ir ganando 1-2 en el 95' a perder 3-2 casi de forma incomprensible.
El vestuario, como es lógido, "estaba dolido" tras "una dura derrota", decía, tras ver como las opciones de puntuar se escapaban en el final del descuento. "Esto es fútbol, y sabemos que hasta que no pita el árbitro no acaba el partido", aseguraba, a modo de autocrítica en un partido en el que su equipo había hecho muchas cosas bien. "He visto un gran Huesca que ha merecido más. Con eso me quedo, con la lucha de todos por lograr un objetivo".
La realidad es que con la derrota del domingo el objetivo del playoff se aleja todavía más y se torna realmente complicado alcanzarlo. En cualquier caso, "en el fútbol, mientras hay vida, hay esperanza, como bien se le ha dado al Albacete hoy. Ha sido una dura derrota, y estamos a cuatro puntos, quedando cuatro partidos. Mientras hay vida, hay esperanza, y lucharemos", añadía el capitán azulgrana, sobre las opciones de play off del equipo.
"No podemos estar contentos con el resultado, pero espero que los que nos hayan visto hayan podido sentirse orgullosos. Nos quedan dos partidos en casa, y vamos a intentar disfrutarlos, no sé si nos dará para el play off, pero sí para intentar estar lo más alto posible en la clasificación, que eso para el club también supone un aporte económico".
Después de dos partidos fuera por sanción, Pulido se veía "bien, ayudando al equipo en todo lo que he podido. He dado lo máximo de mí", comentaba. En el recuerdo queda esa intercepción cuando su equipo ganaba 1-2. "Los que me conocen lo saben. Puedo estar mejor o peor, porque a veces las cosas salen o no, pero estoy siempre tranquilo con mi trabajo", finalizaba.