El Caso Oikos ha llegado a su fin para el que fuera jefe de los servicios médicos de la SD Huesca, Juan Carlos Galindo. Así lo ha reflejado el juez del Juzgado de Instrucción número 5, que hace referencia en su auto a Galindo publicando un auto de sobreseimiento para él, según ha adelantado SER Deportivos Huesca en el mediodía de este jueves.
El exjefe de los servicios médicos azulgranas atiende a El Diario de Huesca para confesar que "cuando llevas tanto tiempo, la noticia te pilla por sorpresa". Así, el doctor no tenía ninguna "suposición de que pudiera producirse el sobreseimiento esta mañana". Y es por eso que todavía no "me ha dado demasiado tiempo para darme cuenta de lo que supone esta situación. Hemos pasado tanto tiempo en esta situación, y digo hemos porque mis compañeros aún siguen en el proceso e indudablemente se pasa mal. No me ha dado mucho tiempo a reaccionar. Es satisfactorio y es una alegría. Pero tampoco es una celebración. Ahora mismo transmitir esa tranquilidad a mi familia, que lo ha pasado muy mal, a mis hijos y a las personas que me quieren y me rodean, que han vivido el proceso con tanta intensidad o más que yo".
Respecto al futuro del Caso Oikos, Galindo se muestra "un poco desconcertado" y no sabría decir si todo este proceso "va a durar mucho o poco porque hemos pasado por unas vicisitudes que también podíamos pensar que acabase antes, y no ha sido así". Asume que los procesos de la justicia "son así y tendremos que seguir esperando en ese aspecto".
En estos más de tres años se han acuñado algunos términos que no se adecuaban a la realidad. Es "consciente de que en el momento en el que salió esa noticia fue una explosión mediática y al inicio, por lo que se publicaba, era lógico que tuvieran dudas, eso no se podía evitar". Sin embargo, subraya que la sociedad, a veces, "prejuzga emplea términos que hacen mucho daño a las personas, porque detrás de estos procesos estamos personas. Quiero recalcar que nosotros estábamos investigados, no estábamos condenados. Nos dolió que algunas partes de las informaciones que existían nos trataran ya como unos delincuentes y unos condenados. Esto es lo que más dolió". Y también resalta a las redes sociales, donde se han sucedido cosas "fuera de lugar". También apunta a algunos sectores mediáticos, los cuales "se excedieron en exceso en este tema porque se adelantaban incluso a la justicia".
Dejando a un lado esta cuestión, personalmente se encuentra "contento con el trato que me ha dado la ciudad, la gente y las personas que me quieren. Las personas que no conocía no me han dicho nada en la calle que me molestara. La ciudad de Huesca me ha tratado bien", asegura.
En total han sido 39 meses que se han hecho "largos y penosos". No solo para Galindo, sino para "mis compañeros que están en el proceso como yo, y mis amigos, pues cada uno ha llevado esta cruz como ha podido". Y concluye confesando que cada día "tenías que hacer un esfuerzo para intentar seguir adelante: estos procesos, aunque no lo parezcan, pesan mucho sobre las personas involucradas".