Andrés Fernández: En su debe, la pésima colocación de la barrera en el gol del Sporting. Le ha dejado a Pedro Díaz un enorme pasillo. Incomprensible. Antes había detenido una muy buena a Pol Valentín. Demasiado blando en las salidas, bien bajo la portería.
Andrei Ratiu: Alegre en ataque y solvente en defensa en la primera mitad. Hasta se ha marcado un cañito a un rival. En la reanudación, ha tenido que sufrir porque los ataques se multiplicaban por su banda.
Rubén Pulido: Unas condiciones excelentes pero unos despistes impropios. Ha de centrarse. Dos tarjetas amarillas excesivas pero impropias de un jugador con un cierto bagaje. Cuando juegas poco, no puedes dilapidar las oportunidades.
Jeremy Blasco: Sobrio en el centro de la defensa. Sin concesiones y con pocas alegrías atacantes en la primera mitad. Lento frente a los delanteros del Sporting.
Florián Miguel: Una tonta falta castigada en exceso con una amonestación ha propiciado el gol gijonés. En todo caso, ha rendido con fluidez como central en la primera mitad. En la reanudación, ha sudado la gota gorda.
Ignasi Vilarrasa: Discreto en catalán, al que se le aprecia potencial pero le sobra timidez, sobre todo en ataque. Ha padecido con las arrancadas de Pol Valentín. Regular.
Cristian Salvador: Poderoso en su vuelta al Molinón Enrique Castro "Quini". Ha de abarcar un mundo. El mejor del Huesca en términos generales.
Óscar Sielva: Gol de crack. Lanzamiento directo de falta a la vieja usanza. Ve a la barrera, le da efecto y bota en la misma línea. Es un pelotero excepcional, pero no para correr millas como un gregario. Sustituido.
Joaquín Muñoz: El malagueño está imponente. Velocidad de vértigo para irse en un gran contragolpe en el que ha pecado de exceso de generosidad al cederla a Kanté. Se ha venido a menos, como todo el equipo.
Juan Carlos Real: El Cuco Ziganda es quizás el único en todo Huesca que no ve que necesita descanso. Tiene calidad indiscutible, pero ya no muestra ni intermitencia. Sus aportaciones útiles son excesivamente esporádicas.
Aboú Kanté: Peleón pero escaso de técnica para hacer más daño. Un ariete sin gol es menos.
Javi Martínez: Desdibujado, débil, superado en los minutos que ha jugado. Nada que ver con su debut.
Samuel Obeng: Un gladiador que ha lucido en defensa, porque en ataque ni le han dado opción de olerla.
Gerard Valentín: Menos brillante que su hermano, sus pocos minutos desconciertan porque es, sin duda, el más desequilibrante del equipo.
Kento: Ha salido a poner orden, a taponar las fugas de agua continuas y lo ha logrado en las condiciones menos apropiadas.