Andrés Fernández: Espectador de lujo en la primera mitad, un susto en una pifia de despeje. Paradón, eso sí, a tiro de Elgezábal en los últimos minutos y un mal despeje que ha podido ser gol. Poco trabajo e irregular.
Andrei Ratiu: Sube su cotización y es normal. Poco nos va a durar. Es un cuchillo quizás algo desviado a la hora de entrar en la mantequilla. Pero poderosísimo. De su velocidad ha partido el primer gol de Joaquín.
Jorge Pulido: El enmascarado no se amilana pese a su fractura de nariz. Providencial al tapar un disparo de Valcarce en el inicio. Sin embargo, en el gol del Burgos ha estado muy pasivo.
Jeremy Blasco: El francés, hoy por hoy, es poco discutible en la titularidad, al menos para la afición. Saca el balón con criterio. Se gana el puesto partido tras partido.
Florian Miguel: El lateral galo se ha vuelto tan serio que nadie quiere pasar por el salón de su casa que es la banda izquierda. Pero ha perdido profundidad en ataque, donde es muy aprovechable.
Joaquín Muñoz: Por sus características y su chispa, no cabe duda de que debe estar siempre sobre el césped. Es el único -junto a Gerard- que encara con desparpajo. Golazo en el último segundo de la primera mitad. E incomprensiblemente sustituido.
Kento Hashimoto: Tiene todas las piernas de Mazinger Z y las saca para cortar balones comprometidos. Se ha llevado una tarjeta muy rigurosa. Luego, relevado sin que se acierte a entender muy bien por qué.
Cristian Salvador: Hoy por hoy, the number one. Sus ausencias se notan, por incomprensibles, incluso más que sus poderosas presencias. Fortísimo y clarividente. Ha sido el oxígeno para el Huesca, en un centro del campo en el que ha estado bastante aislado en el esfuerzo.
Ignasi Vilarrasa: Correcto, aseado y prometedor. Ha de ensayar más los saques de esquina y atreverse en ataque. Ha sufrido mucho en los últimos minutos.
Juan Carlos Real: Cuando el balón pasa por sus pies, algo va a suceder. Pero tiene que intentar que suceda con mayor frecuencia. Ha tenido una clarísima que se le ha ido incomprensiblemente fuera.
Aboú Kanté: Mejor pensar que deshidratado que desganado. Como los toros sin casta, no transmite. No suma.
Gerard Valentín: Siempre, siempre, siempre, siempre. Tiene que jugar siempre que se lo permita su condición física. Ha revolucionado el ataque del Huesca, poniendo buenos balones, desbordando. Es uno de los jugadores franquicia, sin duda.
David Timor: Al veterano centrocampista sólo le falta tirar los córners para mayor desconcierto. Su rol es el que es, sin alharacas, sin exhibiciones, buscando la sobriedad, y aparentemente no está demasiado centrado. Ha estado aseado, eso sí, pero no ha mejorado el centro del campo respecto a Kento.
José Ángel Carrillo: Imprescindible. Sólo con estar ya aporta más que el resto de los arietes del equipo. Bajar el balón no es darle de cabeza, es orientarlo hacia un compañero o habilitarlo para él mismo. Y el murciano lo hace de maravilla.
Dani Escriche: Otro que tiene motivos para la desorientación. Pocos minutos, mucha brega. Dani no encuentra su sitio.