Huesca visita un campo maldito en las últimas temporadas. Butarque se ha convertido en una bestia negra para los altoaragoneses, pues no gana allí desde el 21 de mayo de 2016 (2-3). El Leganés, por su parte, llega a la cita del domingo (21:00h) en un gran estado de forma, con cinco goles a favor y con solo uno en contra. "Ganar ayuda a que la gente tenga ese ánimo y esté más receptivo. Una semana muy tranquila y sin ningún contratiempo", expresaba Borja Jiménez, el nuevo entrenador de los pepineros.
Iker, por una pequeña molestia, y Dani Jiménez, el portero exazulgrana, no podrán estar disponibles todavía. La portería la ocupará Diego Conde que está dejando muy buenas sensaciones en las dos últimas jornadas. Tampoco estará Seydouba Cissé, la única baja ante el Huesca por las convocatorias internacionales, en este caso con Guinea. Será una baja sensible para el entrenador.
Sobre el Huesca, el preparador ha asegurado que "nos vamos a encontrar un rival diferente al que vimos en Ipurúa. Es probable que nos exija mucho a nuestra última línea un poco por modelo de juego que tienen. Tenemos claro hacia dónde tenemos llevar el partido".
El objetivo de este curso para el Leganés es "muy claro" y este jueves lo ha dejado muy claro: son los 50 puntos. "No me vais a sacar de ahí porque creo que es lo realista. Tenemos que ir desde la humildad".
Un gol en contra en cuatro partidos invita a tener fe en Butarque, pero Jiménez es exigente y afirma que, tras revisar el último partido ante el Eibar, "y después de hacer un buen encuentro a nivel defensivo, todavía te chirría algo y hay margen de mejora".